Ingresa en prisión el padre del niño que murió por inanición en Pontevedra
La hermana del fallecido, que se encuentra ingresada, evoluciona favorablemente
La niña de Ponteareas nacida en Arguedas (Navarra), y que ingresó el pasado domingo en el Hospital Xeral de Vigo con síntomas de desnutrición, evoluciona favorablemente a pesar de su gravedad y de haber llegado al centro médico en una situación de "extrema delgadez". El día que ella ingresó, su hermano pequeño moría de inanición en el ambulatorio de Ponteareas. El padre de ambos, J.A.C.G., de 27 años, ingresó ayer en la cárcel de A Lama, después de que la juez le imputase un presunto delito de homicidio por omisión. Él justificó su ausencia del domicilio desde hace tres semanas por motivos laborales.
La madre de los dos niños, Felisa B.B., de 23 años de edad y también de Arguedas, se encuentra ingresada en el Hospital Meixoeiro de Vigo, donde se le practican valoraciones psiquiátricas y físicas. La mujer y sus dos hijos llegaron al Centro de Salud pasadas las tres y media de la madrugada del domingo, y el menor ya se encontraba en situación de parada cardiorrespiratoria, por lo que se reclamó la intervención urgente de una ambulancia medicalizada del 061 con base en el municipio próximo de Mos, para trasladar al menor al Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (CHUVI). Sin embargo, los intentos del personal sanitario por reanimar al niño no dieron resultado, y se certificó su muerte media hora despés.
La magistrada se encuentra ahora a la espera de que la madre de los dos pequeños, con quienes vivía en una casa en el barrio antiguo de la localidad pontevedresa de Ponteareas, reciba el alta médica para poder tomarle declaración.
"Tiraba la comida para dársela a los perros"
Según el relato de un cuñado de Felisa, Germán Pérez Martín, que se ha desplazado desde Navarra para estar cerca de su familia, el marido de su cuñada vivía solo, cerca de la casa de sus padres, y aunque éstos le daban comida para que se la llevara a su familia, él "la tiraba en una esquina para que se la comieran los perros, mientras su mujer y sus hijos se morían de hambre".
"Ha asesinado a una criatura con no darle de comer", acusa con firmeza. "Él está como el día que le conocí y en cambio, he visto a dos personas muy mal -refiriéndose a su cuñada y a su otra sobrina-, y a la tercera -su sobrino fallecido- ya no la he podido ver", se lamenta.
Tanto él como su familia mantenían un contacto asiduo por vía telefónica dos veces al mes con Felisa, incluso, en algunas ocasiones en que ella les decía que no tenía saldo en el móvil, ellos se lo pagaban. Pero nunca hubo un indicio de que algo tan grave pudiera estar pasando. "Sus hijos nacieron en Navarra y mientras estuvieron aquí, no les faltó de nada; su padre trabajaba en la misma empresa que yo, pero un día dijo que marchaba para Galicia, que era donde estaba mejor, y mi cuñada dijo que se iba con él porque le quería mucho". Desde ese momento, la familia de Felisa dejó de tener relación con su marido.
El deterioro de Felisa resultaba tan evidente que Germán tuvo que esperar un día más para ser reconocido por su cuñada. Sin embargo, no está seguro de que la madre sea consciente todavía de la muerte del hijo. Su intención ahora es llevarse a las dos mujeres -a Felisa y a su sobrina-, a Navarra para que terminen de recuperarse allí.
"Fallo de toda la sociedad"
El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, ha criticado el "fallo de toda la sociedad" en la muerte del pequeño, y ha dicho que "es imposible que pasara desapercibida". Núñez Morgades ha hecho un llamamiento a la "responsabilidad individual" de los ciudadanos para avisar a los servicios sociales para prevenir estas tragedias. "Se ha muerto un niño de hambre en España y es imposible que nadie haya percibido la tristeza o el aislamiento o la falta de desarrollo o el estado de anemia del menor".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.