'Bruno', abatido a tiros

El oso pardo conocido como Bruno que ha mantenido en jaque a granjeros y cazadores en la frontera entre Alemania y Austria ha sido abatido hasta la muerte esta noche en el Estado federado germano de Baviera. El animal estuvo deambulando por la zona durante semanas en medio de un gran debate público sobre la necesidad de matarlo o dejarlo vivo, en libertad o cautividad.

Bruno, también conocido como JJ1, entró en el proceso de búsqueda y captura a principios de mayo cuando llegó de Trentino, Italia, procedente de un proyecto de reinserción de su especie en una reserva en los Alpes. Primero fue perseguido en Tirol, Austria, y escapó hacia Baviera. Allí pilló desprevenidas a las autoridades, en pleno Mundial de fútbol y sin experiencia reciente en el manejo de osos salvajes. En Alemania no se había visto un oso en libertad desde 1835.

El caso suscitó un gran debate público. Mientras los ecologistas pedían dejar a Bruno en libertad para que se desenvolviera en su propio hábitat, los ganaderos de la región querían matarlo para que sus animales pudieran volver con tranquilidad a pastar en los prados. La posición intermedia correspondió a los que abogaban por mantenerlo vivo pero en cautividad. Las sospechas sobre la peligrosidad del oso, de tres años y 150 kilos, se basaban en que se había comido decenas de ovejas y muchas cabras, gallinas y conejos. Incluso degustó la miel de los apicultores de la zona.

Para darle caza, las autoridades contrataron por 25.000 euros a un equipo de cazadores de Finlandia con sus seis perros, entre ellos el de mejor olfato del país nórdico. A comienzos de la semana pasada, se decidió matar al oso ante los frustrados intentos de atraparlo vivo para llevarlo a una reserva ecológica. Fuentes del Ministerio bávaro de Medio Ambiente han informado de que Bruno ha caído muerto en la zona de Miesbach, próxima al lago de Spitzing. En Italia han quedado su madre y su hermano, en libertad.