Un 'arca de Noé' contra la gripe aviar

El Ayuntamiento de Madrid ha comenzado hoy en el parque de El Retiro la captura de los cerca de 190 patos, ocas o pavos reales, entre otras aves, que viven habitualmente en los parques madrileños, para su traslado a una moderna Arca de Noé que, en esta ocasión, no protegerá a la especie de un diluvio universal pero sí de una plaga que va en camino de serlo: la gripe aviar.

Han sido necesarias redes, botas de goma, guantes, mono y mascarilla, pero en un rato los operarios del departamento de servicios veterinarios de Madrid Salud sólo habían conseguido capturar cinco patos de los que residen habitualmente en el céntrico parque madrileño. "No ha sido fácil, no veas cómo bucean debajo de las barquitas", comentaba uno de los trabajadores. Y es que encerrar a las 190 aves "domésticas" del Manzanares, el estanque del Retiro o la Casa de Campo no es tarea sencilla, por lo que el Ayuntamiento prevé que la recogida concluya en abril, fecha en la que todos los pájaros ya estarán trasladados en el Arca de Noé de Valdeavero.

Después de conseguir atraparlas, los técnicos proceden a comprobar el anillado de cada ave, y realizan un análisis de "de pico y cloaca", que permite a los veterinarios determinar si los animales padecen enfermedades como la gripe aviar o la salmonella. De hecho, según ha explicado la jefa del servicio de veterinaria de Madrid Salud, Marisa Conty, estos animales pueden padecer estrés y desarrollar alguna enfermedad debido al traslado que van a sufrir, hasta que se habitúen a su nuevo hogar: "las aves necesitan espacio y tranquilidad".

Pero este cambio va a ser temporal; que los madrileños no piensen que van a quedarse sin aves a las que dar altramuces, ya que la medida preventiva se extiende a las aves domésticas o introducidas por las autoridades, no a las salvajes, aunque Conty no ha descartado que algunas puedan ser internadas si caen en las redes de Madrid Salud.

El improvisado arca

El destino final de los plumosos polizones de este "arca municipal" es una antigua explotación agrícola de pollos en el municipio de Valdeavero, que actualmente está siendo desinfectada, por lo que el protocolo exige que las aves no puedan entrar allí hasta dentro de varios días. El recinto, con 900 metros cuadrados de superficie, tiene agua, luz y alarma, y protegerá a las aves debidamente separadas y "que han estado sanas con nosotros y queremos que vuelvan sanas", según ha explicado la doctora Conty. Todo esta pensado para que las aves no sufran, por lo que son transportadas a su destino en vehículos especiales que incorporan sistemas de calefacción y aire acondicionado para evitar que se destemplen.