El fiscal rebaja la prisión para los activistas de Greenpeace que protestaron contra la guerra
Cinco pacifistas afrontan penas de hasta tres años de cárcel por manifestarse contra la invasión de Irak días antes de su inicio
Hoy se ha celebrado en Cádiz el juicio contra cinco activistas de Greenpeace que fueron detenidos el 14 de marzo de 2003, días antes del comienzo de la invasión de Irak, por protestar contra la contienda a bordo del Rainbow Warrior entorpeciendo la salida de buques de la base militar de Rota (Cádiz) hacia Bagdad. En el juicio, que ha quedado visto para sentencia, los ecologistas se enfrentan a penas que suman hasta tres años de cárcel, lo que ha provocado una oleada de solidaridad con la ONG, que nunca antes había afrontado penas de prisión en España.
La protesta terminó con el abordaje del barco por parte de la Guardia Civil, que detuvo al capitán y cuatro activistas más. A tres de los acusados, el fiscal les imputaba un delito de lesiones, acusación que ha retirado contra dos de ellos en el transcurso de la vista oral, informa la cadena SER. Sin embargo, el fiscal ha mantenido la acusación por resistencia y desobediencia a la autoridad, con una petición de penas que oscila entre los nueve meses y los tres años de cárcel.
La organización ha llegado al juicio con un fuerte apoyo popular recabado a través de su página web, donde 75.000 personas se han autoinculpado bajo el lema "yo también me manifesté contra la guerra de Irak, yo también quiero ir a la cárcel con Greenpeace". También han salido en defensa de los ecologistas cerca de 40 organizaciones, entre las que se encuentran ONG de medio ambiente, pacifistas y sindicatos. Todos ellas han expresado su disconformidad con las penas, desproporcionadas en su opinión, que solicita el Ministerio Fiscal para los activistas implicados en la protesta.
El director ejecutivo de Greenpeace, Juan López de Uralde, ha expresado su agradecimiento por las "impresionantes" muestras de apoyo recibidas y ha tildado de "gravísimo precedente para todas las organizaciones sociales" si finalmente se impone una condena de cárcel "a quienes no hicieron otra cosa que ejercer su derecho a protestar pacíficamente contra la guerra". En cualquier caso y al margen de la pena que imponga el juez, este responsable ha adelantado que Greenpeace continuará realizando acciones pacíficas de protesta para defender el medio ambiente y la paz, asumiendo las consecuencias.
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