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Condenan a una joven de 17 años y madre de dos hijos a seguir un curso de planificación familiar

La adolescente llegó al Tribunal de Menores de Granada por robar ropa en un 'híper'

El titular del Juzgado de Menores de Granada Emilio Calatayud, famoso por sentencias que intentan aleccionar en lugar de castigar, ha dictadado otra de sus originales condenas. Aunque se la juzgaba por una falta de hurto, una chica de 17 años, madre de dos niños, ha sido condenada a recibir un curso de 50 horas sobre planificación familiar.

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El 70% de los menores juzgados por Calatayud no reincide

En principio, el caso era uno de tantos: los vigilantes de un centro comercial de Granada retienen a dos chicas que intentan llevarse varias prendas sin pasar por caja. Llega la Policía Nacional y toma nota. Una de las sospechosas es menor de edad y es acusada de una falta de hurto. Pero esta menor tuvo su primer bebé a los 13 años y este drama no ha pasado desapercibido a los ojos de Calatayud.

Como cuenta el diario Ideal de Granada, el magistrado entendió que era más preocupante su temprana maternidad que las cuatro prendas que intentaba robar en un hipermercado. Fiel a su filosofía de primar la educación antes que la represión, el juez adoptó la siguiente decisión: la acusada debería someterse a un cursillo de planificación familiar de 50 horas. La lección: "Planificar una familia no es un juego de niños".

Un pirata dando clases de informática

Lo habitual en el Juzgado de Menores de Granada es que el castigo se corresponda con la naturaleza del delito. Por ejemplo, si un chaval conduce bebido y sin seguro un ciclomotor, lo más probable es que acabe echando una mano en el Hospital de Traumatología, donde se recuperan las víctimas de los accidentes de tráfico. Si se trata de juzgar un hurto, este juez de Menores acostumbra a mandar al joven reo a trabajar en comedores para vagabundos con el fin de que "vea que hay personas que no tienen nada y no por eso se dedican a robar".

Otros ejemplos de sus condenas ejemplarizantes son castigar a un pirata informático a impartir 100 horas de clases de manejo de ordenadores a niños o condenar a un joven que condujo de forma temeraria el coche de su madre sin carné de conducir a acompañar durante 100 horas a una patrulla de la Policía Local. Los resultados de este método son palpables: el 70% de los menores condenados por Calatayud no reinicide.

Según explicó el juez en un curso en Valencia, "cuando un menor comete un delito, no lo comete sólo ante la víctima sino también ante la sociedad y si ésta le pone fácil el camino para cometerlo debe buscar los mecanismos para que el menor repare el daño que ha cometido". En opinión del magistrado, hay "otras alternativas a la privación de la libertad".

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