Un cardenal suizo admite el uso del preservativo para luchar contra la epidemia del sida

La jerarquía católica va introduciendo poco a poco matices a su negativa rotunda condena a la utilización del preservativo. El último prelado en intervenir en la polémica ha sido el cardenal ginebrino George Cottier que, aunque reitera la condena del condón como método para impedir la fecundación, admite que su utilización para frenar la epidemia de sida en zonas como África.

Así lo manifestó el purpurado en una entrevista con la agencia Apcom, que hoy recoge ampliamente el diario La Tribune de Géneve. "En situaciones particulares -pienso en los ámbitos donde circula la droga, o en los que hay una gran promiscuidad, y esta promiscuidad se duplica por la miseria como por ejemplo en zonas de África y Asia donde la gente son prisioneros de su condición-, y sólo en estos casos, el empleo del condón se puede considerar legítimo", ha dicho.

Cottier, que también es teólogo, indica que hay "dos razones para ello: la primera es que en esas condiciones que acabo de describir es difícil una vía normal para afrontar la pandemia; la segunda, afecta a la naturaleza misma de la enfermedad". "Aquí es donde intervienen los mandamientos: no matarás. Sobre todo se debe respetar la defensa de la vida", subraya.

En las últimas semanas la doctrina sobre el uso del preservativo a regresado a primer plano después de que el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, señalara hace dos semanas que los preservativos "tienen su contexto en una prevención integral y global del sida". Esta frase fue interpretada en principio como una admisión del condón para lucha contra la epidemia, pero un día más tarde el Vaticano obligó a que se rectificara esta declaración.