La sonda europea 'Huygnes' se posa sobre la superficie de Titán y transmite datos a la Tierra
La misión europea tiene como objeto analizar la atmósfera y la superficie de la mayor luna de Saturno
"Tenemos una señal. Sabemos que Huygens está viva, lo que significa que el sueño sigue vivo". Con estas palabras Jacques Dordain, el científico que diseño la sonda espacial enviada por la agencia espacial europea (ESA) a Titán, anunció que la nave había sobrevivido a su entrada en la atmósfera del satélite de Saturno. Científicos de la ESA han confirmado poco después a la cadena de noticias estadounidense CNN que ha tocado tierra, y ahora, algo más de un hora después, han recibido los primeros datos.
"Esto ya es un éxito de ingeniería y más adelante, esta tarde, veremos si se trata de un éxito científico", explicó en su momento Dordain. Ahora la ESA ha confirmado que, efectivamente, es la misión constituye "un gran éxito científico". La primera parte de la misión, la más delicada y arriesgada, pasaba por posar la sonda en la superficie del satélite, a donde debía aterrizar, una vez abiertos sus paracaídas, a 21 kilómetros por hora. Una vez en Titán, la sonda debe medir —durante los tres minutos a dos horas que sobrevivirá— la composición química de la atmósfera, realizar medición de presión y temperatura y recabar datos e imágenes sobre la superficie del satélite.
La sonda europea ha seguido transmitiendo datos cinco horas después de entrar en la atmósfera. Tras tocar tierra la Huygens, la nave automática de la NASA Cassini ha reorientado sus antenas hacia la Tierra para enviar esa información a los científicos de la ESA. En su página de Internet, la agencia ha confirmado hoy que la misión ha sido un éxito: ha aterrizado en la superficie de Titán y ha enviado los primeros datos científicos al Centro de Operaciones Espaciales Europeas de la ciudad alemana de Darmstadt.
La Huygens alcanzó Saturno el pasado mes de julio enganchada a Cassini, tras casi siete años de viaje desde la Tierra, en los que recorrió 3.500 millones de kilómetros. El pasado 25 de diciembre Cassini se colocó apuntando hacia Titán y un dispositivo pirotécnico soltó el muelle que mantenía amarrado el módulo Huygens, impulsándolo hacia la gran luna. Hubo que apuntar muy bien en esa maniobra, porque el módulo no tiene medios de propulsión propios para dirigir su rumbo.
Tras desprenderse de la nave nodriza, la sonda alcanzó la atmósfera exterior de Titán 20 días y cuatro millones de kilómetros después, comenzando entonces su descenso entre las densas nubes del satélite. El descenso lento, asistido por paracaídas, durante dos horas y media, soportando temperaturas tan altas como 8.000 grados centígrados, al entrar en la atmósfera, y tan bajas como 200 bajo cero en alguna fase de la maniobra. A los cuatro minutos de iniciar su descenso ha comenzado a enviar datos a la Tierra, y lo seguirá haciendo mientras siga viva.
Huygens es un módulo de 2,7 metros de diámetro y 320 kilos de masa, incluidos los escudos de protección, los dispositivos de descenso, las antenas y el módulo con los instrumentos científicos. La estructura, desarrollada en España por EADS CASA Espacio, es de aluminio, con tubos radiales de titanio. También Crisa ha hecho aportaciones importantes en la instrumentación de la sonda y, en el capítulo de los experimentos, un grupo del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) forma parte del equipo que ha desarrollado el dispositivo científico HASI para medir la estructura de la atmósfera de Titán y que incorpora un micrófono."Lo primero que se enciende es el acelerómetro de nuestro instrumento, HASI, para detectar el frenado, y se mantiene encendido hasta el impacto 155 minutos después", comentó ayer en ESOC Juan José López Moreno, investigador del IAA y miembro del equipo español que participa en este experimento.
El coste de la misión Cassini-Huygens es de 2.700 millones de euros, de los que la NASA ha puesto 2.100 millones de euros; la ESA, 360 millones; la Agencia Italiana del Espacio, 145 millones, y los diferentes institutos que han desarrollado instrumentos científicos, otros 100 millones.
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