_
_
_
_
_
MISIÓN ESPACIAL DE ALTO RIESGO

... en busca de océanos helados

Desde que Galileo vio Saturno como algo más que un puntito en el cielo y reconoció dos protuberancias que resultaron ser los famosos anillos, ese gigante del sistema solar ha llamado poderosamente la atención de los astrónomos. En el siglo XVII, Christian Huygens descubrió los anillos de Saturno y Titán, y Giovanni Cassini, las cuatro lunas mayores, así como la famosa división en los anillos que lleva su nombre.

Los astrónomos siguieron pendientes de Saturno con telescopios cada vez mejores, pero las cosas cambiaron radicalmente en el siglo XX, con la era espacial. Antes de la llegada de Cassini a ese planeta el pasado mes de julio, tres sondas automáticas, las tres de la NASA, se acercaron a Saturno hace algo más de dos décadas y aportaron imágenes asombrosas tomadas allí de cerca. Fueron la Pioneer 11 (septiembre de 1979) y las Voyager 1 (noviembre de 1980) y Voyager 2 (agosto de 1981).

Más información
La sonda europea 'Huygnes' se posa sobre la superficie de Titán y transmite datos a la Tierra

Estas tres sondas pasaron por las proximidades del planeta de los anillos en sus grandes recorridos por la región exterior del sistema solar. La Pioneer 11 pasó a 21.930 kilómetros de la capa superior de nubes de Saturno, la Voyager 1 a 124.000 kilómetros y la Voyager 2 a 101.000 kilómetros.

En el planeta de los anillos descubrieron varias lunas e hicieron mediciones precisas de temperaturas, meteorología o campos magnéticos. Además tomaron y enviaron fantásticas fotografías tomadas allí de cerca. Los propios anillos del planeta resultaron ser mucho más complejos y numerosos a la vista de los datos de estos tres exploradores mecánicos.

La superficie de Titán siguió oculta pese a las cámaras de las Voyager, ya que no cubrían la longitud de onda necesaria para penetrar en la atmósfera. Bastante después, con telescopios instalados en tierra y el Hubble en órbita, se pudieron identificar allí, gracias a detectores infrarrojos, variaciones de brillo que parecen indicar que hay grandes regiones diferenciadas, tal vez océanos helados.

Lo que sí pudieron hacer esas sondas hace más de dos décadas fue detectar compuestos químicos en Titán, identificando trazas de etano, propano, acetileno y otras moléculas orgánicas, además de metano. Mucha más información se está adquiriendo con la Cassini, que ya ha pasado un par de veces cerca de Titán y que lo hará varias más a lo largo de su misión.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_