Los demócratas acusan a Bush de agitar el fantasma terrorista como baza electoral
Washington admite que la alerta se basa en datos antiguos pero mantiene que "la amenaza es real"
La amenaza terrorista existe pero George Bush la usa como arma electoral. Esa es la acusación que los demócratas han lanzado contra el presidente de EE UU, que mantiene la alerta en el nivel naranja -la segunda más alta- basándose -según se ha reconocido incluso desde Washington- en informes anteriores al 11-S. Los rivales políticos de Bush subrayan que la alarma ha coincidido con la Convención del Partido Demócrata que ha lanzado la candidatura de John Kerry, y con un informe parlamentario sobre el 11-S que critica a los organismos policiales y recomienda una profunda reestructuración.
"Me preocupa que cada vez que algo ocurre y no es bueno para el presidente Bush, él juegue la baza del terrorismo", ha dicho el ex aspirante demócrata a la candidatura presidencial Howard Dean. "Es raro que hayan elegido dos días después de la convención y cuando John Kerry estaba en pleno auge" para lanzar la nueva alerta, ha añadido Dean en declaraciones a la cadena de televisión MSNBC. "Esa alerta pudo haber sido emitida semanas antes", ha agregado el ex gobernador del Estado de Vermont.
El secretario de Seguridad Nacional de EE UU, Tom Ridge, reconoció esta madrugada que la alerta terrorista decretada en los últimos días por el Gobierno de Washington se basaba en realidad en datos obtenidos antes incluso de los atentados del 11 de septiembre, tal y como aireó ayer la prensa del país. Sin embargo, ha defendido la validez de tales informes porque, según él, la amenaza sigue siendo real.
Objetivos específicos
Ridge ha rechazado estas y otras acusaciones. "No se trata de política. Se trata de confianza en el Gobierno, "nuestra tarea es identificar la amenaza". En una conferencia de prensa, el secretario de Seguridad Nacional ha señalado que el Gobierno había decidido que era "esencial" dar a conocer los detalles sobre la información y aumentar el nivel de alerta, pese a que los datos eran de 2000 y 2001. No obstante, ha añadido que había sido actualizada en enero de este año y ha afirmado que con las nuevas medidas de seguridad "hemos hecho más difícil que los terroristas logren sus objetivos".
Como en alertas anteriores, Ridge ha indicado que no tenía información sobre el momento en que podría ocurrir un ataque o su potencia. Sin embargo, por primera vez ha identificado objetivos específicos, como los edificios de los organismos multilaterales en Washington o instituciones financieras en Nueva York. "Hay que tener en cuenta los antecedentes de Al Qaeda, que planifica sus ataques con mucha anticipación y que actualiza esos planes antes de atacar", ha dicho el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.
La alerta, elevada del nivel medio amarillo a naranja, se ha hecho visible en la capital de EE UU donde se ha reforzado la vigilancia policial, especialmente en la sede del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. También se ha hecho evidente el martes en las cercanías del Congreso donde agentes de policía bloquean los principales accesos y ejercen una vigilancia especial sobre vehículos.
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