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Greenpeace pide en Bilbao al mayor importador de soja que abandone la venta de transgénicos

El 80% de los transgénicos que entran en España se utilizan para la producción de piensos

Una veintena de miembros de Greenpeace secunda desde las 9.00 una protesta en Portugalete frente a la empresa Moyresa, perteneciente al grupo multinacional Bunge, para que abandone la importación y venta de soja transgénica, y abastezca al mercado únicamente con soja y derivados no transgénicos.

Algunos de ellos, disfrazados de vacas, cerdos y pollos, llevan pancartas en las que se leen frases como "no queremos transgénicos/ez dugu transgenikorik nahi". Otros se han encaramado a algunos edificios de las instalaciones y han desplegado pancartas con frases como "Moyresa di no a los transgénicos/egin uko transgenikoei" o "Euskadi no quiere transgénicos/Euskadik ez du transgenikorik nahi".

Vacío legal

Los ecologistas están disfrazados de animales porque quiere denunciar que el 80% de los transgénicos que entran en España se utilizan para la producción de piensos que alimentan a nuestras cabañas de vacuno, porcino y aves. El reglamento europeo, que entró en vigor el pasado 18 de abril, no obliga a etiquetar los derivados de animales. Por tanto no podemos saber si la carne, la leche o los huevos que comemos provienen de animales alimentados con OMG (organismos modificados genéticamente).

La instalación de Portugalete procesa indistintamente soja transgénica y no transgénica, a pesar de las reiteradas solicitudes de los ganaderos para que abandone la actividad transgénica y del creciente rechazo de los consumidores a los organismos modificados genéticamente. De hecho, el monopolio en el mercado de soja de la zona, en manos de Moyresa, impide a los ganaderos poder elegir un pienso libre de OMG, según la organización ecologista.

Greenpeace ha solicitado una reunión con un responsable de la fábrica y ha entregado una carta en la cual exige a Moyresa que se comprometa públicamente a abastecer el mercado exclusivamente con soja y derivados de soja no transgénicos y acabar así con la contaminación de la cadena alimentaria con materias primas modificadas genéticamente.

Los ecologistas denuncian que los ganaderos no pueden elegir un pienso libre de organismos modificados genéticamente.
Los ecologistas denuncian que los ganaderos no pueden elegir un pienso libre de organismos modificados genéticamente.EFE

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