La Conferencia Española de Religiosos quiere que los casados puedan ser sacerdotes
El presidente de CONFER asegura que el celibato opcional del clero diocesano debe llegar a Occidente
El marianista Ignacio Zabala, nuevo presidente de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), ha asegurado esta mañana que el celibato opcional del clero diocesano debe llegar a Occidente, aunque cree que sería dramático que lo hiciera por la escasez de clero debido a la falta de vocaciones.
En su primera rueda de prensa tras haber sido elegido presidente de la CONFER, Zabala ha recordado que el hecho de que los sacerdotes diocesanos estén casados es una cosa corriente en los países orientales y que así ha sido admitido por la Santa Sede, que se opone a que esta posibilidad exista en los países occidentales. El marianista ha puntualizado que sólo los casados deben ser ordenados sacerdotes diocesanos, pero no que los sacerdotes célibes puedan casarse
Ignacio Zabala ha defendido el celibato de los miembros de las órdenes y congregaciones religiosas, que forma parte de su carisma y ha subrayado que el celibato es un valor esencial para la vida religiosa. A preguntas de los informadores, el presidente de la CONFER ha explicado que la edad media de los religiosos españoles es de 64 años, lo que es una edad ya mayor y que está provocando que disminuyan los miembros de distintas órdenes y congregaciones religiosas. Además, Zabala ha afirmado que el hecho de que existan personas maduras en el gobierno de órdenes y congregaciones religiosas puede suponer un riesgo de conservadurismo.
Para el presidente de la CONFER, es un misterio el motivo por el que unas órdenes y congregaciones religiosas y movimientos tienen muchas vocaciones, mientras que otras a penas cuentan con ingresos de personas. Zabala no descarta que el número tenga que ver con el buen funcionamiento de un grupo de este tipo, si bien hay que buscar la calidad y la vivencia en los principios religiosos.
Ante esta situación, Zabala ha defendido una mayor participación de los seglares en la vida de las órdenes y congregaciones religiosas, sin que ello suponga minusvalorarlos, situación que pudo existir en épocas pasadas.
