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UNA NUEVA ENFERMEDAD

Sanidad estudia restringir las transfusiones en casos de riesgo de neumonía

Los donantes piden prudencia en las medidas que se adopten para no generar alarmismo

El Comité Científico para la Seguridad Transfusional se reúne hoy para analizar la posibilidad de restringir las donaciones de sangre por parte de personas que hayan viajado a zonas afectadas por la neumonía atípica, según las últimas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según explica la OMS en su página web, a pesar de que no se ha registrado ningún caso probable de síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) relacionado con transfusiones de sangre o productos derivados, se ha detectado una pequeña presencia del virus en la sangre hasta diez días después de la aparición de los síntomas en los enfermos.

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Por ese motivo se recomienda a las autoridades nacionales que las personas que hayan viajado a zonas afectadas, a pesar de no presentar síntomas, no donen sangre en las tres semanas siguientes al regreso.

Si la persona ha presentado síntomas de caso probable de SRAS, la OMS aconseja que no se le deje donar sangre durante los tres meses siguientes a su recuperación y al abandono del tratamiento, mientras que si ha sido calificado como caso sospechoso la restricción debería durar un mes. La OMS extiende estas recomendaciones también a la donación de órganos, pero considera que se deben valorar los beneficios del trasplante para el enfermo.

Llamada a la prudencia

Desde la Federación Española de Donantes de Sangre, su presidente, Martín Manceñido, ha afirmado que respalda cualquier medida que garantice la seguridad de las transfusiones pero ha matizado que le preocupa que éstas provoquen un alarmismo que afecte negativamente a las donaciones.

Martín Manceñido insiste en que, por encima de cualquier otra consideración, hay que velar por la calidad de la sangre para la transfusión, aunque, como en este caso, la medida que pueda adoptarse afecte a un número de personas casi inapreciable.

A su juicio, la información que luego llega a la población es poco clara y se convierte en un problema más para realizar esta actividad altruista, sometida a los muchos tabúes y misterios que rodean a la sangre. Manceñido ha afirmado que no pueden valorar "a priori" si hay argumentos de carácter científico razonados o no para impedir a las personas que han viajado a zonas afectadas por el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) la donación sanguínea.

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