La neumonía asiática se extiende a las zonas rurales de China
Desalojados varios pueblos cercanos a los embalses de Pekín para frenar la enfermedad
La neumonía asiática que mantiene en jaque a las autoridades sanitarias mundiales comienza a extenderse a las zonas rurales de China. Esta mañana el Gobierno de Pekín ha admitido nueve casos entre campesinos en la provincia de la capital, un número pequeño comparado con el total (0,45%) pero revelante por cuanto muestra que la enfermedad ha dejado de estar circunscrita a las ciudades.
"La gran preocupación del gobierno es controlar la enfermedad en el campo, donde vive la inmensa mayoría de la población china y no existen medios sanitarios", ha señalado Cai Fuchao, director del Departamento de Propaganda de Pekín, tras hacer públicas las nuevas cifras. La economía del país depende además en un 80% del campo.
Los especialistas estiman que durante la huida de Pekín de casi cuatro millones de personas, protagonizada hace un mes, cientos de campesinos enfermos y obreros temporales de la construcción "pudieron llevar la epidemia al interior del país".
Gigantescas facturas
Muchas personas regresaron a sus lugares de origen ante la imposibilidad de pagar las gigantescas facturas del hospital, ya que un tratamiento contra la neumonía cuesta entre 4.000 y 10.000 yuanes (de 480 a 1.200 dólares), dependiendo de la gravedad y de si el paciente necesita respirador artificial.
Mientras, el Gobierno sigue endureciendo las medidas para controlar la epidemia de neumonía asiática que mantiene en jaque al país. El Ayuntamiento de Pekín ha ordenado hoy el desalojo "lo antes posible" de los pueblos situados junto a los embalses que abastecen a la ciudad, para evitar que un eventual brote epidémico en esas localidades se transmitiera a millones de personas a través del agua.
Además, se prohibirá a personas que hayan estado enfermas de SRAG o ciudadanos que hayan estado en contacto directo con esos pacientes que se acerquen a embalses y otras instalaciones de abastecimiento de agua de la capital. Esta última medida afectará por el momento a casi 17.000 personas que han estado o están en cuarentena en Pekín, además de a los 2.000 enfermos de SRAG y los más de 1.500 sospechosos.
Pese a que los científicos no han conseguido demostrar que el agua sea un canal de propagación del SRAG, el Ayuntamiento ha tomado esta medida como parte del drástico plan de prevención emprendido durante las últimas semanas. Los embalses de Miyun y Huairou, en las afueras de la capital china, son conocidas áreas de recreo frecuentadas por los habitantes de la ciudad en los fines de semana y las vacaciones, aunque las personas que viven permanentemente allí son principalmente campesinos.
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