La invasión de ‘las rodríguez’, el fin de un mito de los sesenta: mujeres que trabajan en verano y hombres que se quedan con los niños
El mundo laboral ha cambiado y la forma de conciliar también.
Años sesenta o setenta. El hombre de la familia se despide de su mujer e hijos en el apartamento de la playa. Tiene que volver a la ciudad a trabajar, aunque volverá los fines de semana. No tendrá el mismo tiempo de vacaciones en el mar, pero tendrá, al contrario que su mujer, un tiempo a solas, que tras el matrimonio y la paternidad, brilla por su ausencia. Era lo que se conocía como ‘el rodríguez’, el hombre que mantenía a la familia y que se quedaba solo en verano porque le tocaba trabajar. Un concepto que quizás ya no tenga mucho sentido en un siglo XXI en el que la mujer está mucho más incorporada al mercado laboral y en el que el modelo de familia ha evolucionado. Tanto que, de hecho, ahora en muchas casas la ‘rodríguez’ es la mujer, en vez de el hombre. “Nosotros no tenemos dos meses de vacaciones como los niños, así que intentamos coincidir una semana para irnos juntos, pero el resto de semanas nos repartimos para el cuidado de los niños. Las que a mí me toca trabajar, él aprovecha para irse al pueblo con los niños donde están más entretenidos con todos los primos”, asegura Bibiana Méndez, de 47 años.
El mundo laboral ha cambiado y la forma de conciliar también. Hay, de hecho, cada vez más familias en las que es la mujer la única que trabaja y que, por tanto, es la que tiene que quedarse en casa mientras el padre busca donde llevarse a la prole a descansar. Tal y como atestigua el estudio ‘La división de los roles de géneros en las parejas en las que solo trabaja la mujer en Estados Unido y España’ publicado en la Revista Española de Investigaciones Sociológicas, el tipo de parejas en los que los ingresos los aporta únicamente la mujer subieron a raíz de la crisis económica del 2007. Si en el año 2003 suponían un 7,2 % del total, en el 2010 eran más del doble: el 16, 7 %. El motivo es tan obvio como que la crisis afectó a profesiones más masculinizadas, como la industria y la construcción, lo que produjo un cambio de roles en la repartición de tareas en muchos casos.
La irrupción del teletrabajo
Aunque sin duda, otro de los factores clave para que haya aumentado el número de ‘rodríguez’ es el teletrabajo. “En mi caso yo trabajo en un comercio, por lo que mi trabajo sí o sí es presencial y no puedo irme fuera. En cambio, mi marido teletrabaja en la oficina, así que se va con los niños al apartamento de la playa de mis suegros, para que al menos ellos disfruten”, explica Candela Lérez, de 39 años.
Más allá de aquellos ya lejanos meses de pandemia, lo cierto es que el teletrabajo ha supuesto un cambio en el modelo laboral en los últimos años. Según el informe de los Datos de Teletrabajo de 2022 del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad de la Información si bien la modalidad de teletrabajo habitual, ha bajado en el último año, el ocasional (realizado durante menos de la mitad de los días trabajados) se ha incrementado de un 5,7% (1.155.000 personas) hasta el 6,1% (1.252.000 personas) en 2022. Un teletrabajo que también se vuelve más habitual en los meses de verano. Además, el teletrabajo está más extendido entre las personas mayores de 25 años. Concretamente lo practican un 13,5% de quienes tienen entre 35 y 54 años. Además, es más común que los grupos de edad de hasta 44 años teletrabajen más en modalidad habitual que ocasional. Edades en las que es más habitual que haya niños pequeños con los que buscar fórmulas de conciliación familiar.
Un tiempo de ‘impasse’
Más allá de analiza los motivos por los que hay más ‘mujeres rodríguez’, la cuestión está en qué supone ahora este concepto. “Hoy la definición de ‘rodríguez’ se aplica a un abanico más amplio, pudiendo verlo como una oportunidad para descansar y desconectar de la familia”, explica la psicóloga Susana Ivorra. Esta especialista insiste en que, bien sea un hombre o una mujer, este tiempo a solas en la ciudad de origen no solo se ocupa en la responsabilidad laboral, sino también para aprovechar esos días como unas vacaciones de la familia”. Precisamente, en el caso concreto de las mujeres, “muchas viven su ‘momento rodríguez’ como el descanso de las tareas y el rol que llevan desempeñando todo el año, muchas veces sepultadas por su rol de cuidadoras. Se deshacen de la carga mental y se ocupan solo de sí mismas, y en esta liberación aprovechan para poner sus cosas en orden, tomar perspectiva de su situación, hacer balance…”. Un momento nada baladí, ya que la experta añade que “el ‘momento rodríguez’ también sirve para reflexionar cómo nos sentimos fuera de nuestro contexto familiar habitual y podemos ver qué cambios necesitamos para estar más felices en nuestra relación o incluso si sentimos que es mejor separarse”. No hay que olvidar que aproximadamente el 30% de los divorcios se produce después de las vacaciones de verano.
¿Y la infidelidad?
Otra de las ideas que ha ido siempre ligada al ‘hombre rodríguez’ era el de la infidelidad. Tomarse los días a solas en la ciudad y sin dar explicaciones a nadie, para decidir echar una canita al aire ¿pasa lo mismo con las mujeres? Pues parece que en esto no somos tan distintos. La encuesta en línea de Gleeden.com, una app para encuentros entre infieles, realizada del 19 al 24 de julio de 2023, entre 12.428 usuarias y usuarios españoles, obtenía como conclusión que es cierto que cada vez son más las mujeres que se quedan en la ciudad trabajando, mientras sus familias están de vacaciones: el 87% de los encuestados confirma que en la actualidad hay tantos hombres como mujeres que se quedan de ‘rodríguez’. En España, un 74% de los encuestados afirma quedarse algunos días solo en su ciudad trabajando, un 50% se queda días sueltos y un 24% lo hace una semana o más.
Entre los encuestados (recordemos que es una app para encuentros extraconyugales) el 75% de los que se quedaba en la ciudad afirmaba aprovecha para tener aventuras durante estos días de “soltería”: no todos los días, pero sí algunos de ellos. Además, el 63% de los/as encuestados/as afirma que el verano es la estación del año, con diferencia, en que tienen más oportunidades para ser infieles. “La única gran diferencia es que, como siempre, el porcentaje de ‘mujeres rodríguez’ infieles es menor que el de hombres. Ya sea porque, aún en una sociedad machista y patriarcal, no hay tantas mujeres que se queden trabajando solas en la ciudad; o porque, una vez más, el tabú de la infidelidad femenina les vence y o se atreven a dar ese paso” deja como última reflexión Silvia Rúbies, directora de comunicación de Gleeden España.
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