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Por qué una broma sobre una sombra de ojos divide a EE UU

El incendiario monólogo de Michelle Wolf en la cena de corresponsales sobre el rol de Sarah Huckabee, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, genera polémica y diversidad de opiniones.

Sarah Huckabee Sanders, secretaria de prensa de Trump.
Sarah Huckabee Sanders, secretaria de prensa de Trump.Getty (REUTERS / Cordon Press)

«Realmente me gusta Sarah, creo que es bastante ingeniosa. Ella incendia los hechos y entonces usa esas cenizas para crear el ahumado de sombra de ojos perfecto. Como si hubiera nacido para ello». Parte del explosivo monólogo de Michelle Wolf de la pasada cena de corresponsales de EE UU del pasado fin de semana ha generado un encendido debate, una vez más, sobre los límites del humor. Durante los 20 minutos de su stand-up, Wolf  –antigua guionista del late night de Trevor Noah y colaboradora del programa de Seth Meyers que estrenará su propio programa en Netflix– dedicó una parte del segmento a la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, hija del ex gobernador de Arkansas y candidato presidencial Mike Huckabee.

Tras compararla con tía Lydia de El cuento de la Criada (aquí empleado como símil de erigirse en portavoz y cómplice del mensaje de represión institucional de Gilead pero en EE UU), algunos periodistas creen que las bromas de Wolf fueron más allá y pusieron en la diana el aspecto de la secretaria de prensa. La redactora de The New York Times que cubre los eventos de la Casa Blanca, Maggie Haberman, tuiteó en contra de esta parte del segmento cómico: «Que la secretaria de prensa permaneciese sentada asimilando esas intensas críticas basadas en su aspecto, cómo hace su trabajo, etecétera, en lugar de levantarse e irse, en la televisión nacional, fue admirable».

También vio problemática esta parte del monólogo la periodista de la MSNBC Mika Brezinski, que pensó que el monólogo cuestionaba el aspecto de la presentadora: «Las mujeres que usan su posición en el gobierno para expandir mentiras y desinformación merecen las mismas críticas devastadoras que los hombres. Pero deja el aspecto fuera. Viéndolo desde casa, me supo mal por Sarah, su marido y sus hijos».

Las opiniones de las periodistas han sido duramente criticadas por otra parte del gremio y de la esfera pública. El cómico Kumail Nanjiani, nominado en la última edición de los Oscar, escribió a Maggie Haberman para que le especificase en qué momento Wolf hizo bromas sobre el aspecto de Huckabee. La periodista del NYT optó por bloquearle en redes. La ganadora del Pulitzer y crítica televisiva, Emily Nussbaum, también ha defendido la broma de Wolf. La columnista Jen Chaney, desde el New York Magazine, ha escrito una pieza asegurando que nadie atacó a la secretaria de prensa de Trump por su aspecto físico. «Ninguna de sus bromas cuestionaba el físico de Sanders. La primera sugiere que, como el personaje que Ann Dowd interpreta en la serie de Hulu basada en la novela distópica de Margaret Atwood, Sanders actúa como complice opresor de un gobierno autoritario. La otra broma se apropia de un eslogan de Maybelline para destacar el hecho de que Sanders miente a la población de América de forma regular para proteger a su jefe. Pueden ofenderte alguna de estas situaciones, pero al menos oféndete por lo que insinuó».

Desde Racked también se ha roto una lanza por la cómica, asegurando que la broma en ningún momento cuestionaba su aspecto, más bien lo ensalzaba: «Antes de que este debate vaya más lejos, discutamos el concepto de sombra ahumada. Para los no iniciados, un ojo ahumado es una técnica que supone esparcir maquillaje oscuro en nuestro ojo, normalmente, se refiere a connotaciones glamurosas. Si alguien te dice que consigues el perfecto ahumado es algo que muchas mujeres considerarán deseable porque es difícil de conseguir«.

También lo ha hecho propia cómica. «¿Por qué estáis convirtiendo esto en una queja sobre el aspecto de Sarah? Dije que ella quema los hechos para crear el «perfecto» ojo ahumado. Halagué cómo se maquillaba los ojos y su ingenio para conseguir el material», contestó a la periodista de la MSNBC. A la corresponsal de The New York Times en la Casa Blanca también le recriminó su tuit, recordando que esas bromas eran sobre su «despreciable comportamiento» y no sobre su aspecto.

Sarah Huckabee Sanders durante la cena de corresponsales del pasado fin de semana.
Sarah Huckabee Sanders durante la cena de corresponsales del pasado fin de semana.Getty (Getty Images)

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