Cuánto cuesta tener un amante en España: la infidelidad, un gasto para quien se lo pueda permitir
Analizamos las conclusiones de un estudio sobre infidelidad de la plataforma de citas Gledeen, que aporta datos sobre cuánto pueden gastar los españoles en hoteles, restaurantes, viajes o regalos para mantener viva la pasión de una nueva aventura.
Ser infiel lleva asociados más gastos de los que podamos imaginar. Así lo ha desvelado una encuesta realizada por el portal de citas para infieles Gledeen, que aporta datos sobre cuánto pueden gastar los españoles en hoteles, restaurantes, viajes o regalos para mantener viva la pasión de una nueva aventura. Unos gastos que, en realidad, pueden variar a lo largo del tiempo que dure esa infidelidad.
La sexóloga Mariona Gabarra opina que «si bien al principio de las relaciones, tanto con los amantes como con nuestras parejas, suelen estar llenas de detalles debido a esa ilusión del comienzo y a esa fase de conquista, a lo largo del tiempo van desapareciendo este tipo de detalles al entrar en una rutina diaria”.
El primer dato que sorprende es que, pese a lo que pueda parecer, el 70 por ciento de los infieles sigue gastando más en su pareja que en su amante. Algo que desmitifica esa idea de que el o la amante se lleva siempre el regalo más caro, por mucho que nos marcase la famosa escena de Love Actually en la que Emma Thompson descubre que el precioso collar que encuentra en el bolsillo de su marido no era su regalo de navidad, sino que a ella le tocaba un triste CD.
Aunque quizás este porcentaje tenga otra explicación. Y es que como exponía el psicólogo Paul Coleman, autor de Finding peace when your heart is in pieces en la revista Prevention, una de las pistas para descubrir a un infiel, es precisamente que empiece a hacer más regalos de la cuenta a su pareja. Y para que nos hagamos una idea de cuánta infidelidad existe en nuestro país, España es el segundo país de Europa en el que más usuarios figuran dentro de la página web para infieles Ashley Madison, solo por detrás del Reino Unido. Además, hay que tener en cuenta que quien ha sido infiel una vez tiene más posibilidades de repetir. Así se desprende de un estudio realizado por el Institute for Families Studies. En el trabajo titulado Una vez infiel, siempre infiel: la infidelidad en serie en las relaciones se concluye que una persona que ha sido infiel a su pareja tiene tres veces más posibilidades de ser infiel cuando inicie una nueva relación que alguien que nunca ha sido infiel. Además, la salud mental de las personas que se sienten traicionadas por sus parejas se puede ver comprometida. Según la National Library of Medicine, las personas que han sufrido la infidelidad de su pareja tienen más posibilidades de sufrir episodios de ansiedad y depresión. Y los que no la sufren, pero ejercen esa infidelidad suelen convivir con altas dosis de culpabilidad. Como publicaba The Atlantic en este artículo, ser infiel es una de las cosas peor vistas a nivel moral, muy por encima de la pornografía.
El dinero en efectivo, clave para los infieles
La primera lección que parecen tener claro los más de 8.000 infieles españoles consultados en la app de Gleeden es que si se tiene un amante hay que pagar en efectivo. Así lo dejaba claro el 88 por ciento de los consultados. Aunque no se sabe si todos se deshacen de los recibos, ya que los despistes suelen ser una de las formas más fáciles de pillar una infidelidad.
De hecho, son muchos las pruebas en forma de recibos que pueden dar la señal de alarma, porque los gastos que puede costar una aventura son muy diversos. El primer, y más habitual, suele ser el gasto en hoteles. Según la encuesta de Gleeden, el 50% se gasta menos de 100 euros al mes en hoteles, aunque un 44% les dedica entre 100 y 300 euros mensuales. La mayoría de los casos corresponde a hoteles cerca de la residencia, ya que sólo un 25% afirma haber ido de viaje con el/la amante y en su mayoría son escapadas de menos de 1.000 euros (un 71%).
Otros gastos tienen que ver con cafés y restaurantes. Así, más de la mitad de infieles afirma gastarse menos de 50 euros al mes en cafés o restaurantes, pero hay un 20% que dedica entre 100 y 200 euros mensuales. En Estados Unidos, un estudio culminó que tener un affair podía costar de media 2,664 dólares en total y unos 444 dólares al mes.
Además, está la famosa cuestión de los regalos. Un 56 por ciento de los participantes aseguró dedicar cerca de los 50 euros en regalos al mes a este fin, una cifra ya nada desdeñable, aunque el 19 por ciento dedica más de 200. Si a esto se le suma los regalos “compensatorios” a la pareja, el desembolso mensual parece importante. Ante estos números, quizá, además de la cuestión moral, antes de plantearse tener una infidelidad habría que pensar si realmente podemos costearla.
Una infidelidad muy anclada en lo tradicional
Volviendo a la cuestión de los regalos, llama de nuevo la atención que, casi por igual, los regalos más nombrados son flores y bombones, lencería y juguetería erótica. Algo que indica que, pese a que tener una aventura pueda parecer algo muy liberal, no deja de caer en cánones muy cercanos a lo tradicional. A este respecto vuelve a dar su opinión la sexóloga experta en infidelidad Mariona Gabarra. “Las infidelidades se llevan cometiendo desde que tenemos memoria. Liberal sería plantear una relación abierta con tu pareja, en lugar de buscarlo a escondidas. La infidelidad no es para nada liberal y es por eso que sigue acompañada de ese concepto tradicional de hacer regalos a ‘la querida’ o ‘el querido’ para poder compensar de alguna manera a esa persona que estás metiendo en tu vida y que sabe que nunca va a ser tu prioridad”. Sin embargo, la experta añade que sí que hay un factor que ha cambiado en los últimos años. “Es cierto que antes las infidelidades eran cosa de hombres y, a día de hoy, podemos decir que el número de mujeres infieles ha ascendido notablemente”.
La relación entre sexo y dinero
Queda patente, por tanto, que existe una relación entre infidelidad y dinero. O entre sexo y dinero, al fin y al cabo. No es la primera vez, de hecho, que se estudia este tándem. Sin ir más lejos, un estudio publicado por el Instituto de Trabajo alemán de Bonn afirmaba que los trabajadores que mantienen relaciones sexuales más de cuatro veces a la semana ganan de media un 5% más que sus compañeros menos activos. Según explicaba el autor del trabajo, Nick Drydakis, catedrático de economía en la universidad Anglia Ruskin, en Cambridge, la cuestión de fondo es que ganar más suele motivar que una persona sea más deseable. Como consecuencia, «se incremente su atractivo en el mercado de citas”. Esto explicaría por qué suele tener más facilidad para tener un amante una persona con un buen poder adquisitivo, que puede permitirse ciertos gastos para verse a escondidas.
Por otra parte, habría que tener en cuenta que el sexo es un valor que incluso está más en alza que el dinero. Así lo afirmaba un estudio de la revista Social Psychological and Personality Science, que afirmaba que el sexo estaba más fuertemente ligado a la felicidad que el dinero. Algo que nos puede llevar a pensar por qué hay personas a las que no les importa hacer un desembolso económico a la hora de tener un amante. “El hecho de que los detalles sean mediante un desembolso económico es porque tendemos a valorar el tipo de detalle según su precio, a mayor precio, mayor esfuerzo, luego tiene mayor mérito y por ende se va a sentir más valorado”, reflexiona Mariona Gabarra. “Es la manera de hacer sentir especial a alguien que es secundario en tu vida, pero que no quieres que se vaya”, concluye la experta.
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