Obra textil al alza en las galerías más jóvenes de Arco: “Hay interés en resignificar materiales y procesos vinculados históricamente a lo femenino”
Las comisarias de la sección Opening, Cristina Anglada y Anissa Touati, destacan el “auge del textil en el arte”

Dentro de Opening, la sección de Arco centrada en galerías con menos de siete años de recorrido, el mayor reto es plasmar la escena internacional de este sector contando con un espacio limitado y un número de galerías invitadas, 18, que no se puede sobrepasar, aseguran sus comisarias, la española Cristina Anglada y la francesa Anissa Touati. “El trabajo de las artistas actuales y las galerías jóvenes funcionan como receptáculos de historias y de identidades nómadas. Las galerías seleccionadas para esta edición han abrazado la pluralidad del mundo y sus orígenes. También apelan a las tradiciones originales, la espiritualidad, la reescritura de las historias y el futurismo como búsqueda de apertura y comprensión del mundo”, precisan.

La gran feria del arte contemporáneo madrileña celebra su edición número 44 del 5 al 9 de marzo en Ifema. Opening nació en 2011 como una miniferia dentro de Arco, comisariada con cuidado cada año para sorprender y tomar el pulso de hacia dónde van las nuevas galerías, que, lamentan las expertas, viven “un momento difícil”, porque aunque “no paran de abrir nuevos espacios, resulta muy difícil para ellos mantenerse en el clima económico actual, donde se privilegia a los grandes imperios en competencia”. En su selección de este año, Anglada y Touati han incluido galerías de San Sebastián (Villa Magdalena) o Palma de Mallorca (Fermay), pero también de Tiflis (Art Beat) o de Bogotá (Espacio Continuo). Observan que uno de los grandes cambios en los últimos años es que los protagonistas del mundo del arte exploran otros escenarios y territorios. Las galerías de Opening, sostienen, “están transformando la percepción tradicional, presentándose como espacios más abiertos y colaborativos”. Ellas han valorado “los modelos de gestión innovadores que desafían el concepto tradicional de negocio de galería, adaptándose a las necesidades de las prácticas artísticas contemporáneas y sus audiencias”.

Una de las características comunes que han apreciado en las obras planteadas por estas galerías es la pujanza de los trabajos textiles, que en otras generaciones defendieron artistas como Gunta Stölzl y Anni Albers en la Bauhaus o las pioneras españolas Aurèlia Muñoz y Teresa Lanceta. “El auge del textil en el arte responde a una confluencia de factores significativos: la revalorización histórica de técnicas que fueron tradicionalmente subestimadas, la búsqueda de medios de expresión más íntimos y el interés de las artistas contemporáneas en resignificar materiales y procesos vinculados históricamente a lo femenino”, exponen Touati y Anglada.

En Opening se verán obras de las artistas españolas Maya Pita-Romero (galería El Chico) y Elisa Pardo Puch (Pradiauto), la colombiana Linda Ponguta (Espacio Continuo), la irlandesa Emma Roche (Brigitte Mulholland), la sudafricana Jeanne Gaigher o la alemana Theresa Weber (Hatch). Todas ellas incorporan textiles en sus piezas, y lo hacen con una intención que atañe tanto al mensaje como al proceso de creación. Por ejemplo, Weber —que ha llevado sus instalaciones al Nikolaikirche Stadtmuseum de Berlín o el centro cultural londinense Somerset House— explora narrativas coloniales, toma referencias de los materiales utilizados en los carnavales caribeños y utiliza colores, como el índigo, que remiten a la explotación humana para su producción; Pardo Puch basa su trabajo en la costura, que aprendió de niña con su abuela, y emplea organza de seda, imperdibles o látex en sus esculturas; Gaigher reivindica la máquina de coser fotografiándose con ella, la herramienta con la que conforma sus piezas de gran formato creadas a base de capas superpuestas de tejidos pintados; Roche crea sus cuadros secando hilos de pintura que luego teje como si fueran lana, una labor que supone huir de lo inmediato, que implica tiempo y esperas. Todo, uniendo “perspectivas experimentales e innovadoras” a una tradición que sale renovada, dicen las comisarias: “Estos conocimientos, a menudo transmitidos de generación en generación, constituyen la base de un relato familiar casi universal, que enriquece tanto la narrativa personal como la historia colectiva”.
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