Las 5 incógnitas de la moda en 2015

No hay ninguna bola de cristal o algoritmo que valga en estos casos, menos aún si tenemos en cuenta que cada año aumenta la velocidad con que la industria cambia, recicla y propone sus contenidos. Pero siempre hay algunas pequeñas grandes incógnitas que ya van dejando pistas en el camino, aunque todavía no puedan responderse totalmente. Ahí van algunas de esas profecías y sus posibles soluciones. Quizá en unos meses queden invalidadas (porque esto es moda) O quizá no.

1. ¿Qué hará Galliano en Margiela?

Posiblemente sea el desfile más esperado de los últimos años, no sólo porque supone la vuelta de uno de los diseñadores más aclamados del cambio de siglo, también (y sobre todo) porque las señas de identidad de la firma belga tienen muy poco que ver con las que encumbraron al diseñador gibraltareño. Por lo pronto, sabemos que, tras años desfilando dentro de la semana de la Alta Costura, Margiela ha roto lazos con la Cámara Sindical francesa y debuta en Londres, ciudad de adopción de Galliano. También hemos visto la primera creación de este inesperado tándem; la lució Anna Wintour en los premios del British Fashion Council. Un vestido anodino, alejado del maximalismo de Galliano y de los juegos conceptuales de Margiela.

Tal vez sea porque la portadora ya no se anda con excentricidades, o quizá porque su labor dentro de la marca será esa: alejarla del intelectualismo y alejarse él mismo del derroche que marcó su etapa en Dior. Un muy cómodo (y quizá rentable) punto medio, con el carisma justo. Tal vez, ni Galliano ni Margiela, famosos ambos por sus prendas tan reconocibles como imposibles, recurran a sus respectivos legados y aboguen por crear una sinergia meramente bonita, incluso funcional. O tal vez no.

Una de las propuestas de Jacquemus para este invierno

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2. ¿Cuáles serán las marcas revelación?

En 2015 varias firmassemiconocidas pueden convertirse las nuevas niñas mimadas de medios y expertos. Jacquemus, la marca del jovencísimo Simon Porte, que juega al naïf, a los colores planos y a los patrones estructurados es una de ellas. Sacai, la firma japonesa que ya tienen muchos en el punto de mira, y que ha firmado una última colección impecable, es otra. Y Mansur Gavriel, con esos bolsos de lujo ultrasencillos que arrasan en Estados Unidos ,es también otro de los nombres a tener en cuenta.

3. ¿Y la tendencia de la primavera?

Habrá ante y terciopelo más allá de zapatos y vestidos de fiesta. También flores enormes y vestidos de crochet. Incluso puede que, de una vez por todas, nos atrevamos a aparcar los pitillo y volvamos a los campana. Todo lo anterior responde al enésimo auge de los 70 como macrotendencia del año, que esta vez viene, además, de la mano del Studio 54, la mejor época de Halston y algún que otro guiño posthippy. Hedi Slimane al frente de Saint Laurent (el marcatendencias de los últimos tiempos) prefiere quedarse a las puertas de la década, en Woodstock, ahora que los festivales de música para muchos nno son meros eventos, sino un estilo de vida.

La última colección de Frida Giannini al frente de Gucci es también una de las culpables del próximo furor setentero

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4. ¿Qué pasará con Gucci?

Se sabrá, probablemente, en febrero, tras la semana de la moda de Milán. Se habla de Slimane como relevo, pero su labor en Saint Laurent (que, además, pertenece al mismo conglomerado de empresas que Gucci) está siendo más que fructífera. La opción de Riccardo Tisci parece más lógica; italiano, capaz de retomar esa estética abiertamente sexual que encumbró a la firma hace casi dos décadas y creador de bolsos y zapatos superventas, que al fin y al cabo es lo que necesita una marca de lujo de ese calibre. Aunque la lógica, en el ámbito de la moda, a veces transita por los caminos menos obvios.

5. ¿Llevaremos ropa tecnológica?

Teniendo en cuenta que hace pocos años nadie creía en la utilidad del iPad, es probable que en unos cuantos meses el iWatch sea el accesorio predilecto de las muñecas más adineradas. Con él, otras firmas colarán en el mercado masivo sus relojes del futuro. Lo de las Google Glass y las prendas que se conectan con los dispositivos móviles parece mucho más complicado. Su uso y sobre todo su estética tienen poco que ver con el abanico de opciones que maneja e consumidor de moda medio.

Pero tecnología también es el estampado y la impresión 3D o las pulseras inteligentes. Los primeros están introduciéndose de forma lenta pero segura, dado que llevamos algunos años perdiéndole el miedo a los volúmenes, los tejidos técnicos como el neopreno y las prendas cuajadas de motivos gráficos. Las segundas también dan muestras de convertirse en un complemento de éxito, ahora que todo lo relacionado con el deporte sienta cátedra en calles y pasarelas.

Sacai ya es la favorita de los expertos. Puede que este año se convierta en la favorita de los medios

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