Gala González, la única española entre las blogueras más influyentes

Gala González es una de las blogueras de moda más influyentes del mundo. Concretamente la novena mujer mejor capacitada para captar seguidores en redes sociales, convertir en tendencia todo lo que se ponga y vender bolsos como churros (que, al fin y al cabo, de eso se trata). Al menos, así lo acaba de confirmar la lista anual publicada por la web especializada Fashionista. La publicación lleva desde 2013 creando su particular ranking de los blogs de estilo más reseñables del globo y, por primera vez, un nombre español se cuela en la nómina. “Gala siempre ha sido nuestra bloguera más internacional, diría que la única con verdadera proyección fuera de nuestras fronteras. Hace proyectos con calado con marcas potentes más allá de dedicarles cuatro post en su blog”, explica a S Moda Beatriz Portela, su representante y fundadora de la agencia Okiko Talents, especialista en blogueros.

Para aquellos lectores menos familiarizados con el mundo de las blogueras de estilo, cabe aclarar que Gala González es una gallega de 30 años –los cumple hoy mismo– que cambió su A Coruña natal por Londres hace más de una década. Sobrina del reconocido diseñador español Adolfo Domínguez, allá por 2007 decidió compatibilizar sus labores como diseñadora creativa de la línea joven de la marca de su tío con mostrar al mundo su gracia para combinar prendas, primero a través de su perfil en Fotolog y, después, creando su propio blog, Amlul. Su bitácora empezó a posicionarse bien en el momento exacto, cuando los egoblogs todavía no proliferaban en la red como setas, y como buena gallega espabilada, empezó a rentabilizar su popularidad hasta convertirla en su modo de vida. Muy distanciada de la realidad de nuestro país (hace un año declaraba en una entrevista a Icon que no le ponía cara a Pablo Iglesias), Gala anda a otras cosas, de aquí para allá, viajando por el mundo invitada por las numerosas marcas con las que colabora y ejerciendo de “personalidad del fashion system en internet, diseñadora, ultra solicitada DJ, presentadora y directora creativa”, como la definen desde Okiko.

Fashionista ha tenido en cuenta para elaborar el ranking datos puramente cualitativos tan fáciles de contrastar como el número de seguidores en Instagram (dejemos a un lado las polémicas compras de followers que hacen tan difícil medir la influencia real de estas chicas) y otros parámetros más subjetivos como el poder ‘it’. Tal y como han explicado, descartan los blogs que han trascendido el ámbito del estilo personal para convertirse en un paraguas de diversos contenidos (por eso Leandra Medine o Garance Doré no figuran) y seleccionan únicamente aquellos dedicados a mostrar los looks diarios de sus protagonistas. Así, la lista vuelve a estar encabezada por segundo año consecutivo por Chiara Ferragni (la bloguera que ha convertido The Blonde Salad en un negocio de 8 millones de dólares anuales –6,76 millones de euros–), seguida por otras habituales como Aimee Song, editora de Song of Style; Kristina Bazan, de Kayture y Julia Engel, creadora de Gal Meet Glam.

¿Cómo ha logrado la española figurar al lado de nombres que representan en sí mismos un grado de celebridad que trasciende los límites de Internet? En los propios parámetros elegidos por Fashionista buscamos la respuesta:

a) Número de seguidores y engagement en Instagram, Twitter, Facebook, YouTube y Pinterest así como tráfico web

Gala está lejos de los más de cinco millones y medio de seguidores que acumula Chiara Ferragni en Instagram. La española cuenta con algo menos de 600.000 fieles en su perfil situándose un poco por debajo de otras blogueras patrias con repercusión internacional como Dulceida (678) o Collage Vintage (610 k) y bastante alejada del más de millón de Lovely Pepa. En Twitter, sin embargo, es más fuerte que sus compañeras y en Facebook vuelve a perder poder frente a Alexandra Pereira. Su representante insiste en que lo importante no son los números: “Su tráfico es más cualitativo que cuantitativo. Tiene un poder influenciador más enfocado en la calidad de su trabajo que en las cifras”, nos cuenta.

b) Colaboraciones con firmas e influencia a la hora de diseñar colecciones o productos

La lista de marcas de prestigio internacional con las que ha trabajado la gallega no tiene fin: Louis Vuitton, Dior, Carolina Herrera, Loewe, H&M, Levis, Hugo Boss, Cavalli, Lancôme o Cartier. Por supuesto, Gala también se ha lanzado a diseñar en varias ocasiones –que para algo estudió Moda en la Central San Martins– para Mango, Superga o Tous y en 2013 fue nombrada embajadora de Nike, convirtiéndose en la primera cara visible de la firma sin vínculo alguno con el deporte de élite. Hasta Inditex se rindió ante ella fichándola en una campaña de Uterqüe. Este año es imagen de la cadena americana Target y una de la melenas de Pantene España. “Gala tiene un alto poder de fidelización con sus clientes, solo hay que ver las colaboraciones que hace, la visibilidad que tiene o dónde se sienta”, explica Portela. Solo le falta publicar un libro de estilo.

c) Factor ‘it’ (las blogueras que han trabajado con marcas de alta gama y que son consideradas por expertos de la industria como las más valoradas por los anunciantes obtienen puntos extra)

Ganarse el manido título de ‘it girl’ es tan fácil hoy día como intangible y complicado de definir. No podemos aportar pruebas más allá de los puntos anteriores, sus portadas en revistas y su presencia en fiestas y codiciados front rows. Eso y su propia concepción de sí misma: “Yo ya tenía estilo, no me tuvo que dar dinero una marca ni regalar ropa para hacerme más estilosa, como ha pasado con otras, que eran unas chonis y han florecido a base de goody bags, de regalitos”, explicaba hace unos meses a Icon.

d) Búsquedas en el apartado noticias de Google: titulares = influencia

En honor a la verdad, pocos medios especializados le han perdonado un reportaje, entrevista o sesión de street style. Los últimos titulares en referencia a Gala, sin embargo, se hacen eco de la polémica protagonizada por la bloguera en la pasada edición de los Goya. Su debut como comentarista de la alfombra roja vino acompañado de puñado de críticas. Perlas como “soy muy fan de las piernas” o “está muy guapa porque yo llevo un vestido muy parecido” terminaron por convertir su aparición televisiva en uno de los acontecimientos más comentados de la noche. En cualquier caso googlear su nombre devuelve más de diez millones de resultados, bastante por encima de sus compañeras españolas.