Natalia de Molina, voz de la víctima de La Manada en el nuevo documental de Netflix: “En algunos momentos ha sido muy doloroso”
Almudena Carracedo y Natalia De Molina, que dobla la voz de la víctima en ‘No Estás Sola: La Lucha contra La Manada’, charlan con ‘S Moda’ sobre los retos de un proyecto concebido para rebatir la versión distorsionada de los hechos y dar voz por primera vez a quienes lo vivieron en primera persona
Natalia de Molina recuerda perfectamente dónde estaba la tarde del 27 de abril de 2018. “Estaba en la calle, en Madrid, llena de rabia e impotencia. Salí con mi hermana y fue precioso ver a tantas mujeres y hombres, de generaciones totalmente distintas, gritando lo mismo, gritando lo que no nos habían dejado expresar nunca”. La actriz dos veces ganadora del Goya fue una más de las decenas de miles de personas que tomaron las principales calles de nuestro país en repulsa a la sentencia dictada contra los cinco integrantes de la Manada por un delito de abuso sexual continuado a una joven en los Sanfermines de 2016. Una sentencia corregida un año después por el Tribunal Supremo –fue una violación múltiple, no abuso sexual–, pero que desató una oleada de protestas sin precedentes hasta convertirse en la impulsora de un cambio de paradigma respecto a la violencia sexual contra la mujer. Seis años después, aquel instante es uno de los momentos clave de No Estás Sola: La Lucha contra La Manada (estreno el 1 de marzo en Netflix), el documental que aborda tanto los hechos probados del emblemático caso como su repercusión mediática, judicial y social.
En el filme dirigido por Almudena Carracedo y Robert Behar (ganadores de dos Emmy por El silencio de otros), De Molina pone en la voz de la joven de Pamplona leyendo sus declaraciones en sede judicial y las cartas remitidas a los medios de comunicación. “Hemos estado trabajando más de tres años en silencio por respeto a las víctimas, al proceso y a los participantes, así que no podíamos hacer casting. Hablé con mi amiga Celia de Molina (hermana de la actriz) y le pedí ayuda para encontrar una voz de una mujer comprometida, con sensibilidad y que supiera guardar un secreto... Y aquí está Natalia”, explica Carracedo. Directora e intérprete atienden a S Moda en las oficinas de la sede madrileña de Netflix, conscientes de la magnitud de un documental que rebate la versión distorsionada de los hechos que los abogados de la defensa y las tertulias sensacionalistas impusieron a nivel mediático. Para lograrlo se han apoyado en el relato en primera persona de quienes vivieron lo sucedido y nunca lo habían contado, como policías, trabajadoras sociales, fiscales, activistas o periodistas. “Esto no es cuestión de victoria o derrota, aquí no gana nadie, la derrota la tenemos todos como sociedad porque ha pasado”, sostiene en un instante del filme Pablo De la Fuente, agente de la Policía Foral de Navarra y que tuvo un papel clave a la hora de encontrar los vídeos de la violación.
En palabras de la realizadora, “animadversión y miedo” fue la primera reacción de algunos de ellos al hablarles sobre el proyecto. “Para muchas de estas personas esta fue una experiencia muy traumática e intensa, de la que no han hablado ni con sus familias. Por eso quisimos respetar sus tiempos, sus procesos y alejarnos del morbo y el sensacionalismo”. Aunque la víctima de los Sanfermines no ha participado directamente en el documental, la producción no arrancó hasta que la familia no dio luz verde al proyecto. En cambio, la joven de Pozoblanco, víctima de abuso sexual en 2016 por cuatro de los cinco miembros de La Manada durante un viaje en coche, sí ofreció una entrevista de audios a los directores y su testimonio ha sido doblado por la actriz Carolina Yuste. “Se aprende a vivir con ello y, una vez que aprendes a vivir con ello, vuelves a tener una vida estable”, asegura la joven.
El resultado del proyecto, según Natalia de Molina, es una pieza sensible, dura, pero con un final luminoso y esperanzador. “Había momentos en los que era doloroso porque me veía reflejada: sabes que es algo que has vivido tú, tu hermana, tu madre, tu abuela, todas… Pero por fin sentía que estamos juntas en esto, que existe una hermandad para apoyarnos, para no sentirnos solas y no tener miedo. Esa sensación se transformaba en amor”. Ella misma reconoce haber vivido en su juventud situaciones que habría gestionado de manera diferente de haber contado con las herramientas que tiene en la actualidad. “De pequeña me pasaban muchas más cosas de las que me pasan ahora y es porque en esa época era una presa más fácil y vulnerable. Ahora soy más madura y creo que las detecto de una forma más sencilla”, añade.
Es precisamente esa percepción de problema estructural y global lo que, según Almudena Carracedo, convierte este documental en una conversación necesaria y pertinente también para espectadores más allá de nuestras fronteras. “Entender esto como un problema de las mujeres es un error, es un problema de toda la sociedad. Desde cosas más leves a más graves, esto nos pasa a la mitad de la población en todas las ciudades del planeta. Por eso es el momento, ahora más que nunca, de contarlo y visibilizarlo”, expone. Califica de “impagable” el altavoz de millones de suscriptores que le ofrece la plataforma de streaming y, tras trabajar en el proyecto con un equipo internacional, se dice esperanzada porque el documental sea un éxito también en otros países. “Las historias más bonitas son las que cuentan una historia de vida muy particular, pero que arrojan una verdad universal. Queremos que el espectador, sea de donde sea, entre en ese túnel y que, cuando salga, lo haga mirando de otra manera”.
Entender esto como un problema de las mujeres es un error, es un problema de toda la sociedad.
Pese al cambio de paradigma que supuso el caso de La Manada y la repercusión de iniciativas espontáneas como los #MeToo, #Cuéntalo o #SeAcabó, directora e intérprete son conscientes de los retrocesos reaccionarios que también están apareciendo en los últimos años. Una encuesta del CIS publicada el pasado mes de enero desveló que el 51,8% de los varones españoles de entre 16 y 24 años se sienten discriminados por las políticas de igualdad. Otra muestra: según un estudio de FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción) de 2023, uno de cada cuatro varones jóvenes considera que la violencia machista es un “invento ideológico”. “Es verdad que se ven algunos retrocesos, sobre todo en gente joven, pero esa percepción cultural y social de lo que es la violencia, ese ‘Yo sí te creo’ que nació en este caso ha ido creciendo”, declara Carracedo. Natalia de Molina, por su parte, apuesta por poner el foco también en los hombres: “Desde pequeñas nos han educado a nosotras a defendernos, pero también hay que educar a los hombres a que tengan empatía y sepan ver que hay cosas inaceptables totalmente”.
El documental llega en los albores de un periodo prometedor en la ficción, con una nueva hornada de obras que llevan a las pantallas o los escenarios historias que tienen como centro narrativo los abusos sexuales o el consentimiento. Al éxito en los teatros de montajes como Jauría o Prima Facie, se le sumarán en los próximos meses productos audiovisuales como la película Yo soy Nevenka de Iciar Bollaín –basada en las vejaciones que sufrió la concejala a manos del alcalde de Ponferrada en el año 2000– o Querer (Movistar+), de Alauda Ruíz de Azúa, una serie sobre una mujer que denuncia a su marido por violación continuada tras 30 años de matrimonio. “Es una prueba de que la sociedad está evolucionando y de que se está poniendo el foco en las víctimas. Estos temas antes no eran de interés general”, corrobora Carracedo. “También tiene que ver con que las generaciones más jóvenes ven las cosas desde otro punto de vista… Por fin se nos está dando voz a las mujeres para contar nuestra historia”, completa De Molina. La actriz, que trabajó en 2018 el filme Quién te cantará con el director Carlos Vermut, acusado recientemente de violencia sexual por tres mujeres, defiende la importancia de escuchar y creer a las víctimas que se atreven a dar el paso. “Siempre estaré a favor de que cualquier persona que sufra cualquier tipo de violencia, no solo sexual sino también de abuso de poder, pueda hablar, se la escuche y no se la juzgue”, añade.
La respuesta reaccionaria al documental tampoco se ha hecho esperar. Solo con el estreno del tráiler, publicado en las redes sociales apenas unos minutos antes de la realización de esta entrevista, una oleada de comentarios misóginos y xenófobos, siempre amparados en el anonimato que ofrece internet, va desplegándose de manera progresiva junto al vídeo. “¿Ya?”, se sorprende Carracedo, “Es que los bots están muy bien entrenados, pero no sabía que eran tan rápidos…”. Ambas restan importancia al ruido sobredimensionado de las redes. “Las mujeres que trabajamos y lidiamos con estos temas sabemos lo que hay enfrente. No nos asustan”, afirma la directora. Natalia de Molina comparte con ella una sonrisa cómplice, y concluye: “Las mujeres llevamos toda la vida preparadas para lo malo”.
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