La radical desaparición de Eva Mendes de Hollywood: por qué lleva siete años sin aceptar un papel

En 2014 Eva Mendes tomó la decisión de aparcar su carrera en Hollywood, a pesar del buen momento profesional que estaba atravesando. De hecho, desde que participó aquel mismo año en Lost River, el debut como director de su pareja, Ryan Gosling, no se la ha vuelto a ver ni en la gran ni en la pequeña pantalla. ¿Qué le ha ocurrido? La respuesta, aunque se hizo de rogar, la dio en 2019 a las páginas de Women’s Health: “Ser madre era lo que menos estaba en mi pensamiento. Pero pasó Ryan Gosling. Quiero decir, enamorarme de él. Entonces para mí tuvo sentido…, ya no tener hijos, sino tener sus hijos. Era algo muy concreto, con él”. En efecto, el nacimiento de sus dos hijas en común, Esmeralda, en septiembre de 2014, y Amada, en abril de 2016, cambió radicalmente sus prioridades. “Sentí una falta de ambición, siendo sincera. Ahora me siento más ambiciosa en casa que en el trabajo”, agregó al respecto.

Que una estrella internacional como ella anteponga su familia a cualquier triunfo profesional siempre es plausible. Y más teniendo en cuenta que lo hizo justo al cumplir los 40, una edad en la que la meca del cine, injustamente, suele relegar a un segundo plano a sus actrices más veteranas y los buenos guiones no llaman a la puerta con tanta frecuencia. Sin embargo, eso no le quita el sueño a la protagonista de Hitch, especialista en ligues o Día de entrenamiento. Más bien al contrario. “Como madre ahora, hay muchos papeles que no haré. Hay muchos temas en los que no quiero estar involucrada, así que eso limita mis opciones y estoy bien con eso. Ahora tengo que dar ejemplo a mis hijas. Pero no os preocupéis, tengo algunos trabajos paralelos [por ejemplo, su propia línea de moda, con la marca New York & Company, y de cosmética, con la firma Circa]. Gracias por preguntar”, contestó a principios de 2020 a una fan de Instagram intrigada por saber cuándo se animará a ponerse nuevamente delante de una cámara.

Al parecer, su esperada vuelta podría estar mucho más cerca de lo que se cree. O, al menos, eso es lo que dejó entrever el pasado octubre en The Sydney Morning Herald. Más allá de contar que “aplaudo y admiro a las mujeres que pueden hacerlo todo, aunque yo no soy una de ellas”, afirmó: “empiezo a sentir que mi ambición está volviendo”. Esta puerta, en realidad, ya la dejó abierta algo antes en una entrevista publicada en Oprah Daily: “Me siento muy privilegiada de haber podido decir: ‘Vale, mi trabajo diario es diseñar ropa ahora mismo’. Me encanta, porque es algo que puedo hacer desde casa, y soy muy afortunada de haber podido estar en casa con ellas. Ahora puedo sentir que mi ambición vuelve lentamente a mí porque mis hijas ya no son bebés. Poco a poco vuelvo a sentirme entusiasmada con el trabajo y con la idea de crear más cosas por mi cuenta”.

Si algo ha caracterizado la relación que Mendes mantiene con Gosling desde que en 2011 coincidieran en el rodaje de Cruce de caminos es, sin duda, el férreo control de su privacidad. Sin ir más lejos, por mucho que la prensa estadounidense ha publicado en varias ocasiones que se han casado en secreto, ninguno de los dos ha confirmado o desmentido la noticia. Y tampoco proliferan excesivas imágenes de ambos por las calles de Miami, la ciudad en la que residen alejados del acoso propio de Los Ángeles. Este dogma, también, lo mantienen a rajatabla con sus pequeñas. “Queremos asegurarnos de que nuestras hijas estén protegidas y tengan una infancia normal. Así que mantenerlas fuera del dominio público, tanto como sea posible, nos parece correcto y normal”, verbalizó en Oprah Mag, donde a su vez apostilló que Esmeralda y Amada desconocen en la actualidad a qué se dedican sus célebres progenitores: “No lo saben. Definitivamente, para ellas solo somos papá y mamá, e intentamos que siga siendo así mientras sea posible. No han mostrado ningún interés en eso, así que todavía no hemos tenido esa conversación”.

Tal como la actriz detalló en el ya citado reportaje de Women’s Health, más que un reto, para ella supone “una preocupación” mantener a sus hijas al margen de los fotógrafos o cualquier atisbo mediático. «No es solo que nosotros estemos en esta industria, sino que todo lo que implica la fama da muchísimo miedo cuando intentas criar a tus hijos. En lo que quiero hacer énfasis es en que no les permito que presten atención a la ropa que me pongo. Nunca me han visto arreglándome para algo, nunca me han visto en el trabajo. Eso está bien para quien quiera hacerlo así, pero el modo en el que yo trato de llevarlo de forma normal es no dejándolas que me vean en esas situaciones. Solo soy mamá. Y estoy más que feliz de ser mamá”, reflexionó. Indiscutiblemente, este está siendo el mejor papel de su carrera.