Kiernan Shipka: la niña de ‘Mad Men’ se pasa al lado oscuro

“Bienvenidas, brujas”. El recibimiento ofrecido al visitante de las cuentas oficiales de la serie no da lugar a equívocos. Hinchados de superhéroes, dragones, licántropos y zombis, el próximo octubre Netflix invocará la vuelta de aquelarres, gatos negros y pócimas con ancas de rana. Justo a tiempo para protagonizar socorridas maratones de Halloween, la bruja adolescente Sabrina resucitará de entre los muertos –televisivos–. Lo hará en una adaptación adulta, basada en los tebeos de Archie Comics que comenzaron en 2014, y que promete reivindicar esta figura sobrenatural como icono feminista. Tomando el relevo de Melissa Joan Hart, al frente de Las escalofriantes aventuras de Sabrina estará Kiernan Shipka, la actriz que, como ella misma afirma en su perfil de Twitter, “puede que la hayas visto crecer en Mad Men”. La intérprete que durante siete temporadas dio vida a la inconformista Sally Draper intentará ahora postergar su rol en una de las series más alabadas del siglo y demostrar que es capaz de asustar a alguien más que al creativo publicitario más respetado de Nueva York.

La Sabrina Spellman del 2018 es presentada como una “joven empoderada, mitad humana, mitad bruja”, que lucha por intentar equilibrar su vida como estudiante de un instituto y las oscuras clases de hechicería. A su lado, las tías Zelda y Hilda, interpretadas por Miranda Otto (El señor de los anillos) y Lucy Davis (Wonder Woman), su novio Harvey (Ross Lynch) y el lenguaraz gato Salem. Quien espere encontrarse con un remake nostálgico de la añorada serie de finales del siglo pasado acabará decepcionado, porque Las escalofriantes aventuras de Sabrina pretende hacer honor al adjetivo de su título dotando a cada uno de los 20 episodios de un tono “aterrador”, a medio camino entre La semilla del diablo y El exorcista. La puesta en escena tendrá un punto vintage, como se demuestra en el primer póster promocional de la serie muy inspirado en el trabajo de Saul Bass, maestro de los títulos de créditos del Hollywood clásico. “Tras leer el guion me obsesioné inmediatamente con el papel. Va a ser oscura y guay, con un punto de vista macabro. Estoy entusiasmada por ser una bruja. ¿Quién no lo estaría?”, se preguntaba su protagonista en la presentación de la serie. Al cargo de la misma, Roberto Aguirre-Sacasa, responsable de los comics en los que estará basada y de Riverdale, una de las series adolescentes más vistas y premiadas de la actualidad. Un ejemplo, que intentará imitar en su nuevo proyecto, sobre cómo conjugar ficción adolescente y material adulto sin subestimar a su público objetivo.

El enésimo retorno de las brujas no se escapa del contexto sociológico en el que estamos sumergidos. Si hay un personaje sobrenatural de la cultura popular que pueda entenderse estos días son ellas. Diversos grupos intentan rescatar su figura como icono feminista y denunciar el genocidio cometido durante más de dos siglos por rebelarse ante el poder la Iglesia y el Estado. En el artículo El feminismo (también) es una cosa de brujas publicado en esta misma web, Beatriz Serrano recogía las palabras de la escritora Silvia Federici sobre la importancia que el papel de la bruja tiene para entender a la mujer actual. Según ella, las brujas eran sujetos femeninos que se alejaban del modelo establecido y desafiaban la estructura de poder; además toda mujer que practicase la sexualidad fuera de los vínculos del matrimonio y procreación. La caza de las brujas, en los tiempos de las Pussy Riot, Femen o del #MeToo, es una metáfora demasiado potente como para que la industria del entretenimiento mirara hacia otro lado.

Kiernan Shipka tiene ahora, a sus 18 años, la obligación de cargar con el peso de toda una producción muy esperada por su material de partida y hacernos olvidar el personaje que le hizo saltar a la fama. Pese a su pronta edad cuenta con una dilatada experiencia, que arrancó cuando con apenas 5 años se puso delante de la cámara por primera vez con una corta aparición en la serie Urgencias. Shipka sabe mejor que nadie que, aunque su nombre artístico no es el más fácil de recordar, su rostro sí es familiar para millones de espectadores, testigos de su proceso de madurez en la pantalla. Quizá para su fortuna, la transformación de esta “niña prodigio” – no es un lugar común, es el término que utilizó el creador de la Mad Men, Matthew Weiner, para calificar su talento– ha tenido lugar en una de las mejores ficciones del siglo, pero expuesta a una repercusión mucho menor que todas aquellas que saltan casi del tirón de los platós Disney a los centros de rehabilitación.

Desde que la ficción ganadora del Globo de Oro al mejor drama en dos ocasiones emitiera su último capítulo en 2015, Shipka ha continuado en la industria y con algún papel de especial repercusión como el de la hija de Bette Davis (Susan Sarandon) en la serie Feud. Bette vs. Joan. Como afirmaba la revista W, ella, junto a compañeras de generación como Zendaya o Willow Smith, es “la siguiente en la cola” para convertirse en estrella rutilante de Hollywood. Mientras llega su consagración, la joven que fumó el primer cigarrillo de su vida ante una cámara y que señala a Grace Kelly como su fuente de inspiración, sigue los pasos de la protagonista de Vértigo en lo correspondiente al mundo de la moda. Es una de las actrices mejor vestidas de la industria, una apuesta segura en la alfombra roja que ha deslumbrado vestida de Chanel, Dior, Valentino, Miu Miu o Delpozo. Amiga y admiradora del diseñador Josep Font, ha lucido modelos de la firma española en citas tan importantes como los premios Emmy o los Critics Choice Awards.

Además de por su gusto estilístico, la actriz oriunda de Chicago que se mudó a Los Ángeles para comenzar su carrera cuando ni siquiera había cursado la escuela primaria también marca tendencia a través de Instagram. Shipka es toda una comidista y su cuenta consiste básicamente en sacarnos las lágrimas y hacernos salivar con imágenes de los suculentos menús que tiene la oportunidad de probar alrededor del mundo: cruasanes franceses, pizzas, fideos tailandeses, gelato italiano o el clásico bocadillo de pastrami del Katz’s neoyorquino. Veremos con qué platos celebra el próximo 26 de octubre el estreno de Las escalofriantes aventuras de Sabrina, que llegará dispuesta a hacernos conjurar hechizos bajo la luna llena. O bajo la luna de sangre, como la vista apenas un par de días antes de que se anunciara la fecha de estreno y que podría pasar por una de las campañas de marketing más ambiciosas de cualquier creativo publicitario. Como una digna del mismísimo Don Draper.