Así es Elizabeth Debicki, la nueva Lady Di de ‘The Crown’ a la que Andrew Morton calificó de «inquietante»
La actriz, que nació en París y se crio en Australia, se dio a conocer en ‘El gran Gastby’, de Baz Luhrmann, y ha participado en ‘Guardianes de la galaxia’ y ‘Tenet’. Reconoce que llevar el ‘vestido de la venganza’ de Diana de Gales supuso mucha presión.
En la quinta temporada de The Crown a veces resulta difícil no creer que quien está saliendo en pantalla es la verdadera Lady Di. La responsable de este juego óptico es Elizabeth Debicki, la nueva sensación de la serie de Netflix sobre la monarquía británica. Esta australiana de 32 años interpreta a Diana de Gales en sus últimos años y sucede en el papel a la británica Emma Corrin, que de ser una actriz casi desconocida pasó a copar portadas. El caso de Debicki es diferente: ya había rodado con directores afamados como Baz Luhrmann (El gran Gastby, junto a Leonardo DiCaprio y Carey Mulligan), Christopher Nolan (Tenet, con Robert Pattinson) o Steve McQueen (en Viudas, donde trabajó con Viola Davids y Michelle Rodriguez) e incluso ha formado parte del universo Marvel (como parte del elenco de Guardianes de la galaxia 2). Pero, pese a su ascendente carrera interpretativa, Debicki siempre ha protegido su intimidad con celo y es ahora cuando se enfrenta, como la ‘princesa del pueblo’ a la que da vida en The Crown, a la exposición mediática.
«Siempre he sido una persona reservada. Siento que lo que quiero que conozca el mundo es mi trabajo y siempre he creído que yo y mi trabajo somos dos cosas diferentes. Creo que la gente, con las redes sociales, puede difuminar [esa barrera] muy bien, y lo respeto, pero no es como soy yo, solo quiero que el trabajo hable por mí y que la gente lo reciba sin que nada interfiera en eso», explicaba en 2018 en una entrevista publicada en la edición australiana de Vogue coincidiendo con el estreno de Una obra maestra, película en la que trabajó con Mick Jagger. De su vida privada han trascendido las pinceladas que ella misma ha dado a conocer: nació en París en 1990, pero cuando solo tenía cinco años sus padres se mudaron a Melbourne (Australia), donde creció en un ambiente a la europea que chocaba con el de los otros niños de su edad. Tanto su madre como su padre eran bailarines (él, de origen polaco y ella australiana de ascendencia irlandesa) y a ella le hubiera gustado estudiar historia, pero la interpretación se cruzó en su camino y se formó en el Victorian College of the Arts.
En 2011, cuando acababa de graduarse, el director australiano Baz Luhrmann (Moulin Rouge, Romeo + Juliet) se interesó en ella y dos años después participaba en su adaptación de El gran Gastby, una gran producción con un reparto plagado de estrellas de Hollywood. Debicki interpretaba a la flapper Jordan Baker con una peluca negra con un corte de pelo estilo años veinte y llamaba la atención por su presencia: la actriz mide 1,90, una estatura que, ha reconocido, nunca ha sido un problema para ella. De hecho, en The Crown se aprecia que es más alta que Dominik West, actor encargado de interpretar a su marido, el príncipe de Gales (el hoy rey Carlos III), que mide 1,83. Tras el debut con Luhrmann en 2013, los proyectos se han ido sucediendo para la australiana, pero ella ha preferido seguir ajena a la fama por ahora: vive en Londres aunque se considera «una nómada», las únicas redes sociales con su nombre son creadas por seguidores suyos, y se prodiga poco en actos públicos.
Como excepción a su perfil bajo se puede apuntar a su relación con el mundo de la moda. A finales del año pasado, WWD publicó la exclusiva de que la actriz se convertía en embajadora de Dior Jewellery. Su relación con la maison es muy estrecha, ha asistido a desfiles invitada por la directora creativa de la firma, Maria Grazia Chiuri, y a menudo luce sus modelos sobre la alfombra roja. De hecho, en la presentación de The Crown en Londres el 8 de noviembre posó con un vestido negro de Dior que tardó 300 horas en ser fabricado y lleno de guiños a Lady Di: por un lado, recordaba al famoso ‘vestido de venganza’ diseñado por Christina Stambolian que la princesa de Gales lució en 1994, cuando se hizo pública la infidelidad de su marido, y por otro estaba inspirado en el traje de noche azul cielo diseñado por Catherine Walker que Diana llevó en el Festival de Cannes de 1987.
En la nueva temporada de The Crown el vestuario vuelve a tener un papel central. Y uno de los protagonistas absolutos, por el simbolismo que tuvo en su momento, es el famoso vestido de venganza que la princesa llevó a la cena de la Serpentine Gallery londinense la misma noche en la que se emitía una entrevista televisada en la que su marido reconocía su infidelidad. «El vestido de venganza fue mucha presión», ha reconocido Debicki en una reciente entrevista a la edición británica de Vogue, que la ha elegido como imagen de una de sus portadas del mes de diciembre, dedicado a los rostros femeninos más destacados de la ficción actual. «Es un vestido complejo. Dejé que las pruebas se sucedieran a mi alrededor mientas pensaba en lo que ese vestido significó. ¿Por qué ese vestido? [Lady Di] Lo había tenido durante dos o tres años en su armario, fue superatrevido en ese momento. Ella estaba reclamando la atención. La forma en la que sale del coche, su luminosidad. Fue algo extraordinario de ver. Decidir lo que dices sobre ti a través de la moda», ha reflexionado la actriz.
Hace cinco años, cuando se presentó a una audición para un papel en la segunda temporada de The Crown que al final no le dieron, la australiana no pensaba que iba a acabar siendo una de las protagonistas de la serie. Ahora que se ha convertido en el centro de todas las miradas rehúye polémicas (Netflix ha añadido una aclaración precisando que la serie es una «dramatización ficticia» tras las críticas de figuras como Judi Dench y John Major) y recalca que para ella se trata de un papel más. «Es claramente ficción. Siento que la audiencia lo sabe, porque hay actores haciendo sus papeles. Nunca he visto The Crown pensando esto es un documental o es real», ha asegurado en una entrevista publicada con motivo del estreno en The Guardian.
Para Andrew Morton, biógrafo de Diana de Gales y autor de Diana: Her True Story, la interpretación de Debicki es «inquietante». Asegura el escritor a The Daily Beast que verla en la pantalla ha sido «como estar de vuelta en la habitación con ella hace 30 años». Ahora está por ver cómo afrontará la actriz esta nueva etapa de su carrera y si podrá seguir blindando su vida privada (en 2016, cuando trabajó en la serie El infiltrado con Tom Hiddleston hubo rumores de que eran pareja, que no se llegaron a confirmar). Lo que está claro es que no se quiere encasillar como la nueva Lady Di: ha grabado ya y tiene pendiente de estreno la tercera entrega de Guardianes de la galaxia junto a Chris Pratt y Zoe Saldana y se ha anunciado que protagonizará con Ralph Fiennes Farnsworth House. En esta película, siguiendo la estela de The Crown, encarnará a otro personaje real, Edith Farnsworth, la adinerada doctora que le encargó en 1945 al arquitecto Mies van der Rohe la construcción de la revolucionaria casa de cristal que lleva su apellido.
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