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El día del orgullo Hipster

La subcultura hipster «es la primera y única subcultura, si se le puede llamar así, a la que nadie reconoce pertenecer, aunque su aspecto lo evidencie» declaran los fundadores de las olimpiadas.

coverhipsters
Héctor Llanos Martínez

Cuestionados, denostados e incomprendidos. Berlín celebra hoy su particular Día del Orgullo Hipster en forma de Olimpiada. Durante unas horas esta criticada subcultura se felicita a sí misma con mucha ironía. Organizan absurdas competiciones deportivas para descubrir quién es el más cool del 2012. Entre ellas el lanzamiento de gafas de pasta, buceo en té de burbujas, maratón con vinilo o adivinar el precio justo de los gadgets de Apple. Quieren demostrar que no son tan elitistas como parece, así que todo el mundo está invitado. Y quien no tenga bigote puede pintárselo.

Detrás de esta idea se encuentran Thomas Blockus y Alexander Bernikas, responsables de la web Kultmucke y en realidad muy críticos con el movimiento que ha convertido el intentar ser especial en disciplina deportiva. Cuentan que, hartos de ver cómo los modernos colonizaban todas las cafeterías del centro de la ciudad, peleando con su aspecto por ver quién era el mejor, decidieron llevar la competición un poco más lejos.

“Su día a día es una lucha continua. Todos ellos intentan tener los accesorios más a la moda, los aparatos electrónicos más extraños y comer antes que nadie en los restaurantes más populares. Nos resulta curioso que intenten demostrar así lo especiales que son cuando su modo de vida está basado en una montaña de estereotipos“, explican sus creadores a S Moda.

Así nacieron en 2011 las primeras olimpiadas de modernos en Berlín. Cuando Blockus y Bernikas descubrieron que eventos similares ya se habían celebrado en los barrios hipster de Nueva York (Williamsburg), Estocolmo (Södermalm) y Londres (Soreditch) se dieron cuenta de que “la conspiración internacional“ de esta tribu urbana había llegado tan lejos como suponían.

Divertidísima carrera de gafas de pasta.

Hipster Olympiade

Lo que quizá no esperaban es que estos devotos de la revista Wallpaper y de la ropa de American Apparel aceptaran la crítica de buen grado, asumieran su condición de víctimas de la moda y recurrieran a un elemento que los define tan bien como las gafas de pasta: la ironía. Como customizar en uno de sus fuertes, para esta segunda edición han reinventado los juegos callejeros clásicos y los han llevado a su terreno. Sustituyen las carreras de sacos por carreras con bolsos de tela, lanzan iPhones en lugar de jabalinas y en vez de tirar de una cuerda por equipos pelean con pantalones pitillo atados entre sí.

Con estas olimpiadas, Thomas Blockus y Alexander Bernikas admiten que la gente a la que criticaban empiezan a ser tipos valientes: “Es la primera y única subcultura, si se le puede llamar así, a la que nadie reconoce pertenecer, aunque su aspecto lo evidencie. El término hipster tiene una connotación negativa y les invitamos a que luchen contra ello“, dicen ahora.

La cita es en realidad una excusa para celebrar una fiesta rindiendo una vez más culto a sus iconos favoritos, a los que permanecen fieles. Uno de ellos es el Club Mate, un refresco estimulante que poco tiene que ver con la infusión Argentina a la que hace referencia en su nombre. Gracias a los modernos esta bebida se ha hecho omnipresente en los bares y supermercados alemanes.

Ante tal variedad de referentes culturales y de consumo, los responsables han creado varias actividades en torno a este evento de deporte alternativo para los que no quieran competir. Junto a ellas también hay un potente merchandising. En los alrededores de Postbahnhof, donde tienen lugar los juegos, se ha organizado un mercadillo al aire libre, una pasarela de moda, conciertos callejeros, una exposición de arte urbano y una fiesta posterior, en la que de seguro se pincharán las canciones más valoradas por la web musical Pitchfork.

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Sobre la firma

Héctor Llanos Martínez
Redactor especializado en nuevas narrativas audiovisuales (streaming, pódcast, redes sociales) y en el género documental, con varios años como autor del blog 'Doc&Roll'. Formado en Agencia Efe y elmundo.es, antes de llegar a Verne y la sección de Madrid de El País, escribió desde Berlín para BBC, Deutsche Welle, Cineuropa, Esquire o Yorokobu.

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