Eh, bicho raro, estás de moda
Los losers (o bichos raros) no fueron ni populares ni estéticamente apreciados. Hoy han cambiado las sombras de los pasillos escolares por las luces de la pasarela
Las manos con los pulgares e índices estirados formando sendas «L» y cruzándolas para componer una «W». Un gesto que los estudiantes norteamericanos que sufren el desprecio de los capitanes del equipo de fútbol y las animadoras del colegio acompañan con el grito de guerra: «Loser, loser make a winner!» (en español: ¡un perdedor más un perdedor hacen un ganador!).
Los brackets de Charlie James, de 18 años, lo han llevado a desfilar para Kenzo o Robert Geller.
Nik Hartley
Sí, ellos han vencido. Es el momento de envidiar sus prendas que parecen heredadas de sus estilosos abuelos, sus batas de boatiné color pastel, su forma de lucir jerséis con estampados setenteros sobre castas camisas, casi mormonas. Ellos son el espejo en el que mirarse. Así lo han dejado claro Miu Miu, Thom Browne y Louis Vuitton con sus propuestas para este invierno y la próxima primavera. Pero sobre todo Gucci, que inicia una nueva etapa con Alessandro Michele como director creativo. En el desfile de la colección crucero para la primavera de 2016, el diseñador elevó a icono a los «bellos perdedores», como los define Angelo Flaccavento, de Business of Fashion. «Ésta es mi forma de entender la moda, es parte de mi alma. No podría crear de otra manera», dijo el sucesor de Frida Giannini.
Miu Miu (o-i 2015-2016).
Cordon Press
La nostalgia por la era pospunk ha hecho que se reediten películas de John Hughes como El club de los cinco, de 1985. Ese mismo año inició su carrera William H. Macy, actor que ha defendido esta estética en trabajos como Fargo (Ethan y Joel Coen, 1996) o Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999) y que ha llegado a la cima del fracasado con su papel en la serie Shameless. La tendencia también recupera a músicos como Beck, autor del himno Loser (1994), quien ha vuelto al número uno en la lista Billboard con su sencillo Dreams, de Morning Phase (Capitol), su último disco.
Jersey de Choice & Attitude.
D.R.
El mundo del arte es otro que se rinde ante ellos. Su gran retratista es Helen Downie, de 50 años, quien confiesa que en los 80 fue miembro del clan. «Me expulsaron del colegio de monjas con 15 años por utilizar mocasines rosas y una chaquetita de mohair del mismo color», recuerda sobre la experiencia que la convirtió en una adolescente conflictiva. Hace dos años comenzó a colgar en su Instagram (Unskilleworker) pinturas en las que muestra a estos jóvenes. El resultado: 187.000 seguidores se identificaron con ella. Entre ellos, Nick Knight, quien la apadrinó; January Jones, quien se declaró su fan; y Michelle, quien la invitó al desfile de Gucci. «Al ver a esos jóvenes desfilar con ese orgullo y al mismo tiempo fragilidad, no lo pude evitar, rompí a llorar», reconoce.
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