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Del polo pistacho al negro siciliano: así se visten los entrenadores de fútbol

Al contrario que sus antecesores, los entrenadores del Madrid y el Barça no generan titulares de moda. Dejan el atrevimiento para el Cholo Simeone.

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Quién sabe. El domingo podría ser un buen día para que volviese el famoso polo color pistacho del Tata Martino. El Barcelona llega al Bernabéu necesitado y su entrenador necesita toda la suerte que pueda conjurar, aunque sea en forma de camiseta. La prenda generó su propia leyenda al principio de la temporada, cuando el entrenador del Barça la lucía jornada tras jornada. Se la compró su mujer en El Corte Inglés apenas llegar a Barcelona, la lució en el primer partido —que el equipo ganó al Levante por 1-0— y desde ese momento se convirtió en una especie de fetiche. El programa satírico Crackòvia, de la televisión catalana, incluso le dedicó un sketch al polo pistacho, con la música del Get Lucky de Daft Punk.


La leyenda de Guardiola / a mí no me intimidaba empieza la versión de Crackòvia. Se refiere sobre todo al estilo de juego del Barça pero también a su armario. De los impecables trajes de DSquared2 que solía lucir Guardiola a pie de campo —casi el sueño húmedo de cualquier revista masculina— se pasaba a una línea más planta-de-caballeros del de Rosario. En el interregno entre ambos, ocupó el banquillo azulgrana Tito Vilanova, que pasó de lucir el chándal que llevaba cuando era el segundo de Guardiola a vestir trajes y jerseys de cremallera discretísimos y en tonos oscuros cuando fue titular.

En realidad, Martino también ha experimentado un ligero makeover a la catalana desde que llegó a Barcelona. El día que firmó por el club vestía un traje color beige con camisa a juego que fue muy criticado en Twitter ("el traje contracultural del Tata nos devuelve a los atuendos futboleros de toda la vida" decía uno de los tweets más magnánimos; "se lo compró en un Galerías Preciados en el 78", rezaba otro) y que no ha vuelto a verse en la sala de prensa del Camp Nou. Lo primero que cambió fueron las gafas, optando por un modelo de montura al aire y patilla algo más gruesa que sería perfectamente homologable para, pongamos, un diputado de Unió Democràtica. También se dejó crecer el pelo, pero sin llegar a los cortes amulletados que caracterizaron en su día a los futbolistas argentinos (Valdano incluido).

La evolución de estilo del Tata Martino desde su llegada al Barça.

Cordon Press/ Getty

Aunque con un acabado algo más esmerado, en el campo contrario también impera la discreción. Nadie leerá nunca un artículo titulado Cómo copiar el estilo de Carlo Ancelotti. Al entrenador del Real Madrid se le ha visto llevar el traje oficial del club este año, un modelo con solapa ribeteada que firma Versace, pero por lo general opta por cortes nada osados. Su máxima concesión son las camisas oscuras y los jerseys de cashmere por encima de la corbata.

Su antecesor, José Mourinho, sin ser un trendsetter, sí llamó la atención por el corte de sus abrigos. Una gabardina gris holgada que solía lucir en su primera etapa en el Chelsea llegó a generar cánticos en sus rivales –la creatividad del hooligan no conoce límites– y cuelga ahora en el museo del club en Stamford Bridge. El columnista de The Telegraph Bill Price dijo a propósito de su estilo que "se piense lo que se piense de Mourinho (y para algunos siempre combinará el rollo macho de un McEnroe con la malevolencia de un sicario de Medellín), durante años ha cuidado sus looks de los días de partido de manera ejemplar para cualquier hombre de su edad". En efecto, Mourinho ofrecía un modelo para el hombre de unos 50 que cree que sustituir la bufanda por un foulard italianizante es todo un paso adelante.

Ancelloti y su evolución de estilo desde que llegó al Madrid.

Cordon Press

Todo indica que este año los dos clásicos de la Liga española ceden los titulares de moda al tercero en discordia. El Cholo Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, no sólo ha actualizado el otro peinado clásico de los futbolistas de los noventa (la alternativa al mullet siempre fue el engominado a lo Mijatovic), también ha hecho famoso su total look negro, que lleva por superstición y que encandila a los atléticos por lo que tiene de anti-merengue. Roberto Verino, que firma este año el traje oficial del club, incluso tuvo que modificarlo para adaptarlo al cholismo. Fuera de los compromisos oficiales, el argentino prefiere las marcas italianas, sobre todo Dolce&Gabbana, que facturan el corte estrecho y no apto para tímidos que le gusta al míster.

Simeone ha hecho del negro y de la gomina su seña de estilo.

Cordon Press

Aunque hay quien tuitea que el Cholo “viste como un gitano que vendía sábanas en mi bloque en el 83” o que parece sacado “del entierro de un capo siciliano”, su estilo se hace notar. Una web de compraventa de artículos de segunda mano promete “un traje slim estilo Cholo”. Algo que difícilmente pasaría con el polo “estilo Día del Padre del 98” del Tata Martino o con los muy respetables pero indistinguibles trajes de Ancelotti.

Guardiola y Mourinho protagonizaron en su día un duelo de estilo.

Cordon Press

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