David Moss, el diseñador de los estilismos ‘alienígenas’ para la alfombra roja de Soy una pringada
Los volantes son su seña, también ha vestido a Ms Nina y King Jedet y el mundo drag su inspiración. “La identidad se la crea uno mismo y no puedes dejar que te digan cómo tienes que ser”, defiende.
El paso de la youtuber y actriz Esty Quesada (aka Soy una pringada) por la alfombra roja del estreno de Dolor y gloria, la nueva película de Pedro Almodóvar, no dejó a nadie indiferente. Conjunto de peluche rojo con un bebé de juguete en la barriga, peluca blanca e insectos sobre su cara. No era la primera vez que impactaba en una presentación: ya lo hizo con un modelo a rayas rojas y amarillas en la de Arde Madrid o con un mono de peluche verde lleno de ojos en la premiere de Vota Juan. Estos tres estilismos tienen algo en común: detrás de ellos está David Moss, un joven diseñador de 28 años que empezó a coser en un improvisado taller de la casa de su pequeño pueblo, Viñuelas (Guadalajara).
“Nosotros no buscamos provocar. La pretensión es hacer una idea que nos guste, no causar revuelo. Queremos normalizar que a nosotros nos gustan esas cosas y que va así porque nos gustan. Si a alguien le molesta, el prejuicio lo tienen ellos, no nosotros”, explica el diseñador. Comenzó a colaborar con Soy una pringada a través de su agencia de representación y dice que le encanta hacer realidad “sus estilismos en los que quiere parecer una alienígena, crear otro tipo de identidad”. Porque precisamente la reflexión en torno a la identidad es el motor de David Moss, que hizo su primer desfile en 2017 –tras estudiar fotografía en la TAI y estilismo– y ahora prepara su proyecto final como diseñador de moda para finalizar sus estudios en la Escuela Superior de Diseño de Madrid.
“La identidad se la crea uno mismo y no puedes dejar que te digan cómo tienes que ser. Es el valor principal de mi marca, buscar tu propio yo, y si no te gusta cómo eres cambiarlo. No pasa nada por no haber nacido en un cuerpo que no es el tuyo. Lo interesante de este debate hoy en día es buscar tu identidad y luchar por lo que quieres”, recalca. Sus prendas pretenden romper barreras y normas. Reivindica los volantes (“es como sacar volúmenes del cuerpo, muy interesante, están relacionados con el arte”), experimenta con materiales. “No creemos en la concepción del género binario como está estipulado en la historia. Nos gusta investigar todo el abanico de posibilidades que hay dentro del género, las nuevas propuestas. No tienes que usar lo que te digan, si algo te gusta te lo tienes que poner porque quieres, no hay que llevar una camisa por el hecho de ser hombre”, reflexiona.
Por eso muchas de sus modelos son drag queens, un mundo que es una continua fuente de inspiración. “Para mí el drag es una forma de representación artística por todo el contenido que tiene sobre el género. Al final es transformarlo todo, llevarlo a tu terreno, decidir lo que te gusta y lo que no. A través de la ropa, el maquillaje, la peluquería, a través de la moda, puedes contar una historia. Inspirar un discurso de género con una propuesta me parece muy interesante”.
Sus últimas piezas analizan “las emociones de una persona cuando hace drag”, dividiéndolas en tres bloques: “Uno es la adrenalina de cuando empiezas a transformar tu identidad, el segundo es la ruptura contigo mismo, con tu yo propio, y el último bloque es el éxtasis de actuar, la transformación completa y los sentimientos al salir al escenario”. Ya antes había creado una colección inspirada en las casas de los clubes del Nueva York de los noventa, el mismo universo que ha popularizado la serie Pose, de HBO. “Está claro que las cosas no están bien, porque sigue habiendo discriminaciones y odios, por eso pienso que la mejor forma de que esto acabe es hablar de ello. Para mí es mi mundo, lo que me gusta”, subraya.
El actor Billy Porter, uno de los intérpretes de la serie y revelación de las galas de la última temporada de premios en Estados Unidos, es un modelo a seguir, asegura: “Me parece interesante que se vean otras cosas en las alfombras rojas. Lo de mujer te puede gustar más o menos, pero hay más variedad, pero lo de hombre lleva siendo un aburrimiento toda la vida y creo que tiene que cambiar, porque en las pasarelas se ven otras propuestas”.
Reconoce que “es difícil lanzar tu propia marca, porque hay mucha competencia y es una carrera de fondo en la que el que más aguanta o más insiste acaba entrando al final”. Recuerda sus primeros pasos: “Hice prendas sin la pretensión de venderlas, solo porque me gustaba, con una máquina de coser pequeña en una habitación enana”. Luego realizó prácticas con Lorenzo Caprile, pasó por showrooms, decidió presentarse a pequeños certámenes, llevar su marca a distintos circuitos. “Los concursos para jóvenes diseñadores son una buena opción para dar a conocer tu firma”, sostiene.
De momento no ha participado en ninguna gran pasarela, pero es algo que no descarta: “Si llega el momento y veo que quiero lo haría, pero no tengo como meta lograrlo, prefiero mantenerme más al margen de lo que es la moda estándar, a lo mejor me apetece más organizar un desfile con cuatro amigas que salgan desfilando, más como una performance, hacer algo más libre, organizado a mi gusto, propio. Que pueda presentar una colección o las cuatro que tengo juntas, o no presentar nada, porque ahora mismo no creo que sea tan necesario hacer pasarela”.
Porque los calendarios de la moda están cambiando, afirma. Y también la forma de llegar al cliente. “No me pongo fechas, ahora tengo la última colección hecha desde enero y poco a poco voy subiendo fotos de los looks. Mi portfolio es Instagram ahora mismo, todo lo que hago está ahí. Y creo que es la mejor forma de darse a conocer porque es mundial, es rápida y además es gratuita”. Intérpretes como la cabaretera Tavi Gallart, la cantante Ms Nina o el artista King Jedet han lucido sus creaciones: “Me gusta colaborar con gente creativa, que hace espectáculos, música. Compartir con esa gente espacio y trabajar con ellos es gratificante porque entiendes su mundo”. ¿Su colaboración soñada? “Me encantaría diseñar para Amanda Lepore, porque es mi referente, una persona exuberante”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.