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Cambia de género y entenderás el absurdo

El nuevo método para atraer la atención del público pasa por ser también una reivindicación feminista. Y parece que todos quieren apuntarse.

Así es la última campaña de la firma holandesa SuiStudio.
Así es la última campaña de la firma holandesa SuiStudio.

La última campaña de la firma de ropa SuiStudio cosifica a los hombres. En las instantáneas de la colección de otoño invierno 2017, mujeres vestidas con traje posan al lado de hombres desnudos con sus traseros (y todo lo demás) al viento. La campaña, obviamente, se ha convertido en viral porque convierte a los hombres en un objeto más de decoración. Algo que hasta ahora solía pasar con la imagen de la mujer en la publicidad. Pero SuiStudio no son los primeros en invertir el género para demostrar lo absurda que es a veces la publicidad. Analizamos otros casos donde también ha ocurrido.

Un videoclip con una enorme mansión. Yates. Piscinas de lujo y collares de oro. Todo ello rodeado de un buen número de personas semidesnudas sin motivo aparente. Podría parecer la descripción de un videoclip estándar de cualquier rapero norteamericano o estrella del pop masculina. La cosa cambia porque la protagonista es Jennifer López y todas esas personas que la rodean no son exuberantes chicas en bikini, sino hombres con cuerpos esculturales solo cubiertos por un escueto bañador. Y no en todos los fotogramas.

Se trata del videoclip I Luh ya Papi, donde la cantante optó por una particular lucha contra el problema de los estereotipos sexuales y de género en la industria del entretenimiento. Muchos pensarán que el video trata de rodearse de tíos guapos. No. El cambio de roles que la cantante y sus amigas predican al principio del videoclip (y después llevan a cabo) está de moda. ¿Y si los hombres hacen de mujeres, entenderás lo ridículo de esta cosificación?

López no es la primera en recurrir a esta técnica. Algo tan sencillo como un cambio de papeles lo tiene todo a su favor para llegar a mucha más gente de la que podría alcanzar una reivindicación al uso. Se trata de hacer entender el problema a través del humor, visibilizando la problemática y garantizando así que el mensaje se extienda con una increíble facilidad. El video se viraliza y se convierte rápidamente en carne de Facebook y de Twitter, rivalizando incluso con esos 20 desconocidos que se besan por primera vez. La propia López lo explicaba recientemente a la prensa cuando le preguntaban qué le había motivado a hacer su vídeo: “La intención es que sea divertido. La gente tiene que entender la broma, pero al mismo tiempo tiene que darse cuenta de lo absurdo que es hacer ese tipo de cosas. Le pregunté a los chicos ‘¿os sentís ridículos? ¿sí? Bien, entonces es que lo estamos haciendo bien’”.

Pero la cantante no es la única que piensa así. Su compañera de profesión Lily Allen se burlaba hace poco en su vídeo de Hard out here de la cosificación femenina en la industria musical, las parodias del Blurred Lines de Robin Thicke hicieron su efecto y hace unas semanas la cantante Ingrid Michaelson lanzaba su canción Girls chase boys «homenajeando» el famoso videoclip Simply Irresistible de David Palmer. ¿Chicas bailando al unísono? No, aquí solo hay bailarines masculinos maquillados y vestidos igual y calcando la coreografía del séquito femenino de Palmer. Por ahora, ya lleva más de un millón de visionados. «Mi canción quiere incluir la idea de que no importa a quién o cómo amamos, todos somos iguales. El video lleva esta idea un paso más allá y busca cambiar los estereotipos en los roles de género en nuestra mente. Las chicas no solo persiguen a chicos, todos lo sabemos. Todos nos perseguimos unos a otros buscando la misma cosa: el amor», defendió Michaelson al respecto y ante la controversia que despertó su clip.

Este tipo de crítica apelando al intercambio de géneros no solo se da en la música. Casos como el viral de la directora francesa Eléonore Pourriat y su cortometraje Mayoría oprimida se dan más a menudo para visibilizar el sexismo de una forma más entretenida. El video de la artista muestra una sociedad en la que las que las mujeres abusan de su poder y el hombre es el oprimido, para denunciar precisamente el sexismo imperante en Occidente. Desde que lo publicó, Pourriat ha sido entrevistada por los principales diarios de todo el mundo y tiene millones de visionados acumulados entre los 6.240 resultados que hay sobre el corto en YouTube.

Sin ir más lejos, recientemente también se viralizaba un vídeo de la escritora Nicole Donadio en el que recreaba cómo habría sido El Lobo de Wall Street si en vez de hombres, hubiera sido protagonizado por mujeres. Sabiamente titulado The Women of Wall Street, para impedir peligrosas traducciones a otros idiomas como el nuestro, el clip tiene un resultado desternillante.

Donadio, que asegura haber disfrutado con la película de Scorsesse, decidió hacer el trailer paródico para que la gente comprenda que en la industria Hollywoodiense este tipo de retratos femeninos son impensables. «¿Por qué una chica o una mujer no puede dar un paso al frente de lo que es aceptable sin que tengan que soportar el escrutinio o ser acusada de ser ‘poco femeninas’?», escribió en su blog. «Hollywood siempre ha sido un club de chicos. Con este trailer no quería ser dura. Quería ser divertida y explorar lo que la gente pensaría sobre este cambio de roles. ¿Lo encontrarían divertido, molesto o increíble? Por eso escogí este trailer, copié plano a plano, palabra a palabra y expresión rídicula por expresión rídicula. «¿Iría alguien al cine a ver esta película? ¿Alguien si quiera la produciría? Probablemente no. La mayoría de la sociedad cree que las mujeres no deberían actuar así, pero en mi mundo durante estos dos minutos y medio, ellas pueden».

Cada vez son más los que se apuntan a lograr que el público sonría y reflexione con estos métodos de protesta alejados del discurso tradicional. Su propia naturaleza, que se presta a ser un contenido de entretenimiento en sí mismo, ha hecho que algunos medios de comunicación o marcas, anteriormente ajenos a estas prácticas, se unan a esta tendencia reivindicativa. Recientemente, la web de noticias y entretenimiento Buzzfeed, al hilo de las protestas que se han oído en los últimos meses en las alfombras rojas por el modo en el que la prensa aborda a las invitadas femeninas, decidieron someter a algunos de los asistentes masculinos a las mismas preguntas a las que someten a sus compañeras. El propio Kevin Spacey no era capaz de entender qué pasaba ante cuestiones como: “¿A qué hora te has despertado para estar listo?” “Enséñanos tu mani-pedi” o “¿Llevas alguna faja esta noche?” y, ante lo ridículo de la situación o incómodo por no querer reconocer que lucía faja debajo del Burberry, lo más elocuente que acertaba a musitar era un escueto “¿Has fumado antes de venir?” a la reportera.

Poco después, la misma página web también se ponía manos a la obra con el fin de mostrar cómo la publicidad con la que nos vemos bombardeados cada día está inundada de roles femeninos que utilizan su sexualidad como reclamo para vender productos como aperitivos o dominios web, una estrategia tan justificada como una escena sin camiseta de Mario Casas. Como maniobra para destapar lo absurdo del tema, los chicos de Buzzfeed intercambian roles en tres conocidos anuncios de televisión americanos bajo el lema: Ver a hombres así es ridículo ¿por qué no lo es con mujeres?, casualmente, casi idéntico a la explicación que daba Jennifer López sobre su vídeo.

Las marcas, por su parte, comienzan también a hacer un pequeño acercamiento a esta moda. MotoCorsa, un concesionario de Ducati en Portland (EE UU), lanzó en 2012 una publicidad que se presentaba como una versión alternativa de los habituales calendarios de chicas exuberantes y motos, en la que las protagonistas femeninas era sustituidas por hombres con tacones y semidesnudos. Las fotos se viralizaron a finales del año pasado, cuando una publicación de motor estadounidense las sacó a la luz. «No es ningún secreto que las mujeres guapas y las motos suelen ir juntas, pero a nosotros no nos van muchos los tangas de hilo. Hay formas más inteligentes de mostrarlo», explicó a la CNN el responsable de MotoCorsa tras el éxito de su publicidad.

Parece que la industria ha encontrado un filón para llamar la atención del público, al mismo tiempo que da la imagen de estar comprometida contra el sexismo y esa manía de perpetuar estereotipos injustificados en los géneros. Los cambios de roles no han hecho nada más que empezar (y viralizarse).

Un concesionario de Ducati de Portland se hizo popular en todo el mundo gracias a esta publicidad.

Foto: Alicia Mariah Elfving para MotoCorsa

(Artículo actualizado el 4 de octubre de 2017 con la campaña de Suistudio y publicado en 2014 con otros ejemplos de cmapañas donde se invertían los roles de género)

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