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¿Todo el día con la coleta en casa? Cuidado porque podría provocar que se te caiga el pelo

Abusar de este peinado o de otros con el pelo muy tirante puede producir alopecia por tracción al debilitar el folículo piloso.

Abusar de la coleta puede tener consecuencias nefastas para nuestro pelo.
Abusar de la coleta puede tener consecuencias nefastas para nuestro pelo.Getty

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Llegas a casa y te haces una coleta bien alta para que el pelo no moleste ni coja olores al cocinar. O está medio sucio y lo recoges muy tirante con unas horquillas. O está limpio, pero no tienes ganas de quitar el encrespamiento o no te gustan tus rizos. De nuevo, la cola de caballo soluciona en cuestión de segundos, un truco del que no se salva ni Ariana Grande. Sin olvidar que una ponytail bien pulida es perfecta para salir por la noche. Incluso, para ir a una gala, como hemos visto a Nicole Kidman, Jennifer Lopez o Bella Hadid. Es un recurso rápido para quitarte años de encima, definir el óvalo facial y crear un ligero efecto lifting. ¿Algo que objetarle? Sí, que te puedes quedar calva. No como una bola de billar, pero sí con serios problemas de crecimiento capilar en las zonas donde más tirante queda el pelo, o sea, en la que rodea la frente y las sienes. «Cualquier recogido o peinado que genere tracción, sobre todo, si esta es mantenida y se repite con frecuencia, puede predisponer a alopecia traccional o de tracción», explica el dermatólogo Alejandro Martín Gorgojo, desde la Clínica Dermatológica Internacional.

Este tipo de calvicie daña el folículo piloso, la base donde nace y se asienta el cabello. Como consecuencia de ese estiramiento antinatural, los pelos se puedan curvar e, incluso, romper. Otros se miniaturizan y crecen debilitados. A simple vista, lo que acaba viéndose es unza zona muy definida donde escasea el cabello. No solo afecta a la coleta alta. También a otros peinados que implican tirar del cabello, como las trenzas de boxeadora, el moño de bailarina, las trenzas jamaicanas o las extensiones. «Nadie está libre de sufrir este tipo de alopecia parcial. Aquí no influyen la predisposición genética o el estado de salud. Es suficiente con que se den esas condiciones de tirantez extrema o de obligar a cada cabello a sostener demasiado peso. Por eso contraindicamos el uso de extensiones muy grandes o pesadas, por ejemplo, postizos muy voluminosos para crear el efecto de una coleta muy larga».

A la primera señal de alarma, cambia de peinado

Un primer signo de que algo va mal es notar muchos pelitos finos y cortos alrededor del rostro. Solemos creer que son nuevos cabellos que nos están naciendo, pero lo normal es que sean pelos que se han roto o crecen muy débiles y con tendencia al encrespamiento. Otras veces lo que notas es una mayor claridad en zonas donde antes había cabello, como si tuvieras entradas o te hubieras rasurado en la zona delantera. Es posible que tu peluquero de confianza te advierta de que en la zona delantera tienes menos pelo que antes. «En estos casos lo mejor es consultar con el médico especialista en Dermatología de forma temprana para poder identificarla correctamente e instaurar tratamiento. Cogida a tiempo, este tipo de calvicie es reversible siempre que se evite aquello que la está causando». En ocasiones basta con recurrir a mascarillas nutritivas o serums para revitalizar el cabello. Otras, hay que prescribir Minoxidil. «Si se mantiene en el tiempo y no se evitan las causas ni se instaura ningún tipo de tratamiento, es posible que puedan darse áreas de alopecia cicatrizal (cicatrización irreversible y una zona en la que ya no vuelve a crecer el pelo nunca más)».

Una manera obvia de darte cuenta de que el cabello está muy tirante es mirándote al espejo. Si el acabado es extremadamente pulido y con nada de volumen en las raíces, aunque te veas ideal, tal vez estés sometiendo al cabello a demasiada tensión. «También nos puede poner sobre la pista notar dolor o tirantez al quitar el recogido o después de un tiempo de llevarlo. En la medida de lo posible, debemos evitar ese tipo de peinados». Los peluqueros sugieren una vía intermedia: alternar la altura de las coletas. Un día alta y bien tirante; otro día, baja y más suelta, o alta, pero con volumen en la parte superior…. Y, algunos días, dejar la melena suelta para relajar el cuero cabelludo. Si te gusta llevar pelucas, plantéate darle un descanso cada cierto tiempo al cabello. Hasta Naomi Campbell lo hace. La peluquera Mariló Herranz Fernández, habitual en los platós de rodaje, tiene un truco infalible con las actrices cuando toca trabajar con posticería: «Masajear el cuero cabelludo al soltar el pelo, retirar las extensiones o quitar la peluca, ayuda a reactivar el flujo sanguíneo y ejerce un efecto calmante del dolor».

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