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Llegan los tampones con aplicador reutilizable: los productos para la regla contaminan, pero hay soluciones

Son, junto a la copa menstrual, una opción nueva para tratar frenar el gran impacto ecológico que tienen los productos de higiene sobre nuestro planeta.

tampones aplicador reutilizable

Los productos de higiene femenina, pese a lo que muestran muchos anuncios, en realidad suelen tener pocas novedades realmente revolucionarias. Salvando la copa menstrual, cada día más popular entre las mujeres, el resto de opciones de higiene durante la menstruación pasa por el problema de ser productos de usar y tirar.

Como recuerda Mercedes Herrero Conde, ginecóloga en HM Hospitales, “la protección femenina durante la regla está basada en productos desechables desde hace décadas. Éstos son muy higiénicos, pero poco respetuosos con el medio ambiente, generando gran cantidad de residuos, que por su naturaleza no son reciclables en un medio doméstico”.

En este contexto, por fin se ha empezado a comercializar un nuevo aplicador para tampones. Diseñado por la empresa de nueva creación Dame, y basándose en un estudio de mercado que demostró que el 60% de las mujeres prefieren usar tampones con un aplicador, este nuevo producto no solo es reutilizable, sino también auto limpiante.

Menos contaminante

Las cofundadoras de Dame, Celia Pool y Alex Mills defienden que “los consumidores somos los que tenemos el mayor impacto en el planeta. Si se nos ofrece la opción de productos de alta calidad, que no suponen un coste a la Tierra, podemos construir un mundo mejor”.

El funcionamiento es similar al de cualquier otro tampón con aplicador, ya sea de plástico o de cartón. Básicamente se coloca el tampón en sí en la parte superior del aplicador, y con la inferior se empuja para poder introducirlo dentro de su lugar en la vagina. La diferencia es que en vez de tirarlo, este puede lavarse y guardarse para utilizarse de nuevo,  ya que está fabricado con un material antibacteriano de grado médico. Una vez acabada la menstruación debe esterilizarse y conservarse en una funda hasta su próximo uso.

Este nuevo aplicador está además disponible en tres formatos, para tampones de tamaño regular, super y super plus, y desde Dame informan de que “si alguna vez se necesita reemplazar una parte de su D, puede enviárnosla y la reemplazaremos sin cargo”.

Asimismo, cabe recordar que otra alternativa, sobre todo en comparación con las compresas, son las braguitas menstruales THINX que son capaces de absorber la misma cantidad de flujo que un tampón, y que solo necesitan ser lavadas para poder volver a ser usadas.

Como explica Enrique Estrela, socio de Verdes Digitales “todo lo que sea de usar y tirar, y además con un tiempo útil tan limitado, va a generar ingentes cantidades de basuras plásticas. Además, en el caso concreto de los aplicadores de tampones, el uso es diario durante el periodo, por lo que se multiplica el impacto al medio”.

En este sentido, el experto en medio ambiente señala que “en general, el mundo de la higiene es un mundo de alto impacto ecológico, desde una esponja de plástico, hasta las conocidas toallitas húmedas, que generan un gran impacto en el medio marino español por su uso indebido al tirarlo por el retrete”, por lo que “todo producto diseñado para ser reutilizable, hace que la vida útil del mismo se alargue”, evitando en parte esa contaminación.

Beneficios para la mujer

Igualmente, cabe recordar que según la propia OCU una mujer usa alrededor de 15.000 tampones o compresas durante su vida. En concreto, según estudió la OCU, el método más contaminante no son los tampones con aplicador, sino las compresas, y el que menos, como cabía esperar, la copa menstrual.

Más allá de lo que puede suponer este nuevo aplicador para el medio ambiente, desde el punto de vista de la salud femenina, Mercedes Herrero Conde señala que lo cierto es que “en los últimos años los aplicadores son mayoritariamente de plástico”, y por ello, poder tener acceso a un producto reutilizable “ha tenido muy buena acogida”, tanto en las propias usuarias, como por parte de los profesionales.

Sin embargo, recuerda que también requiere tener en cuenta ciertos detalles, como el hecho de que “la usuaria tiene que mantener la higiene del mismo, algo que no es preciso en los desechables”. Por ello, Carlota Ruesta Terán, del servicio de Ginecología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, recuerda que para su correcto uso es necesario “lavarse las manos antes de manipularlo, luego limpiarlo con agua y si quiere con un jabón neutro, secarlo y guardarlo en su estuche. Al terminar el período menstrual esterilizarlo, se supone que con agua hirviendo”.

Igualmente, el hecho de que este aplicador sea reutilizable, no debe hacer pensar que el resto de aplicadores lo son, ya que no están realizados en el mismo material.

Por otra parte, Ruesta Terán, insiste en que este producto puede tener un impacto sobre todo en mujeres jóvenes “muy comprometidas con el cuidado del medio ambiente” ya que es un grupo de población que cada vez “se preocupa más por el uso de productos ecológicos, reutilizables y biodegradables”.

Respecto a otros beneficios de este nuevo producto, desde Dame también informan de que no se trata solo de lanzar un aplicador que respete el medio ambiente, sino de conseguir tampones que también respeten en cuerpo de la mujer. Para ello, también están trabajando en una gama de tampones orgánicos, que están libres de lejía, rayón, pesticidas o fragancias.

Las bragas Thinx son capaces de absorber la misma cantidad de flujo que un tampón, y que solo necesitan ser lavadas para poder volver a ser usadas.
Las bragas Thinx son capaces de absorber la misma cantidad de flujo que un tampón, y que solo necesitan ser lavadas para poder volver a ser usadas.

El debate del aplicador

Igualmente, cabe mencionar la ventaja económica, puesto que los tampones con aplicador tienen un mayor coste que los que se venden sin el mismo.  En este sentido, la sexóloga Soraya Calvo González señala que hay que tener en cuenta que “muchos tampones de marcas minoritarias y/o ecológicas no tienen versiones con aplicador; por lo que para muchas mujeres se convierte en un hándicap la compra de alternativas debido, precisamente, a esta complejidad”. Es por ello que la aparición de este aplicador, digamos universal, permite poder acceder a una mayor variedad de tampones.

Asimismo, la sexóloga recuerda que aunque el uso de un aplicador no es necesario, y de hecho, siempre ha existido una oferta de tampones sin los mismos, lo cierto es que “ponerse un tampón es más fácil con un aplicador, te aseguras que lo pones en el lugar correcto, y también evita mancharse en el cambio entre un tampón y otro”, por lo que realmente se ha vuelto una prioridad para muchas mujeres.

Pese a ello, en cuanto a los aplicadores habituales, la sexóloga apunta que hay que considerar que “un aplicador es un elemento plástico con tóxicos potenciales y efectos aún desconocidos en nuestro cuerpo, que ponemos en contacto directo con una mucosa muy sensible, como es la de la vagina”.

Es por ello, que si bien ve como positiva la creación de este tipo de productos, no deja de matizar que el futuro realmente pasa por “evitar al máximo cualquier componente plástico o que no sea catalogado como hipoalergénico”. Así insiste en la idea de que “usar químicos sintéticos en compresas y tampones no tiene sentido más allá del generar productos de aparente semilujo que negativizan la naturaleza de los fluidos corporales y enmascaran nuestras reacciones físicas”.

Sin embargo, la principal preocupación en el caso de los tampones es sin duda el llamado síndrome del shock tóxico (SST), una enfermedad rara y muy grave que provoca la toxina producida por la bacteria Staphylococcus aureus. La mejor forma de evitarlo es no llevar el tampón durante más de 4 horas seguidas, y nunca más de 8, se haya puesto con o sin aplicador.

La copa menstrual, otra de las opciones reutilzables.
La copa menstrual, otra de las opciones reutilzables.

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