Despilfarro capilar: ¿merece la pena invertir en un champú de lujo?

Un sérum para el cuero cabelludo con ácido hialurónico, de Dr Barbara Sturm, que se cotiza a 85 euros; un champú con cashmere de Balmain, por 34 euros, o una mascarilla de Philip B que promete regenerar el pelo dañado por la nada desdeñable cifra de 275 euros. El sector del cuidado capilar de lujo se encuentra en plena expansión: la empresa de análisis Grand View Research estima que el mercado alcanzará los 31.500 millones de dólares (unos 27.000 millones de euros) en 2027, creciendo un 5,9% anual. Unos datos que se dejan ver ya en las novedades, que incorporan activos típicos del tratamiento facial.

«El cuidado del cabello está adquiriendo tanta importancia como el de la piel», afirman en el estudio anual de la consultora Wunderman Thomson. Un salto aupado por el confinamiento, cuando se pidieron productos para un acabado profesional en casa. «La categoría seguirá creciendo cuando acabe la pandemia, tras haber probado algunas de las consecuencias beneficiosas de los ingredientes de prestigio».

Rebajando expectativas, los resultados de ácidos como el hialurónico o los alfa hidroxiácidos no serán equiparables a los que se obtienen en el rostro: «Actuarán en la piel del cuero cabelludo al igual que en la piel de la cara, aunque esta última es más fina», dice la doctora Rocío Gil Redondo, dermatóloga especializada de la unidad de tricología y trasplante capilar del Grupo Pedro Jaén. «No tendrán repercusión sobre la raíz, ya que no penetran lo suficiente para llegar a la misma».

¿Qué puede conseguir un champú? «El tallo capilar es una fibra muerta, por eso el efecto de los productos capilares será cosmético», indica el peluquero Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez, «pero ese efecto hará que tengamos una melena sana y radiante a la vista o una melena apagada». Según la doctora Gil Redondo, el rendimiento se apreciará «en aquellas zonas en las que entre en contracto directo: el tallo o fibra capilar y la piel del cuero cabelludo. Sin embargo, no va a tener propiedades para regular el ciclo capilar en problemas de caída ni en revertir o frenar las diferentes alopecias». Esos beneficios dependerán tanto de los componentes como de la formulación: «Las ceramidas por ejemplo rellenan las grietas, ayudan a sellar las escamas de la cutícula y el cabello se refuerza», señala Eva Bernal, formadora de Shu Uemura Art of Hair.

Para iniciarse en el lujo capilar, Sánchez lo tiene claro: «Sin duda empezaría por un buen champú, el lavado es fundamental para una buena salud capilar. Aunque tan importante como que sea bueno, es que sea el adecuado para el tipo de cabello».