Elena Beltrán, guionista de La Revuelta: “Siento que si tengo un mal ‘show’ estoy demostrando que las mujeres no son graciosas”

Del departamento de comunicación institucional de un gran banco nacional a escribir chistes para David Broncano. A pesar de su juventud, Elena Beltrán (Pamplona, 30 años) ya sabe lo que significa que la vida dé un giro radical. Fue durante la pandemia, hastiada del teletrabajo, cuando decidió apuntarse a un curso de comedia, probar el material delante de público en un bar madrileño y quien ahora es su jefe en La Revuelta confió en su talento precoz. Hoy, además de trabajar en el exitoso programa de televisión —”ni siquiera tenía sintonizada La 1 en la tele cuando empezamos”—, también colabora con el formato radiofónico Cuerpos especiales y sigue cultivando una prometedora carrera como monologuista. Ni ella misma, que se define como introvertida, lo vio venir: “En clase no era la graciosa, sino la pringada”.

¿Y cómo alguien tan vergonzoso logra hacer monólogos?

Al principio lo que hacía era tomarme un Lexatin con vino blanco. La noche anterior no dormía, la pasaba en vela si al día siguiente tenía que actuar en un bar pequeño de Madrid. Lo pasaba francamente mal, pero a la vez me gustaba. Cada vez lo llevo mejor.

Cuando se sube al escenario, ¿nota la tan comentada doble vara de medir entre sexos?

Sí, se les exige más a las mujeres. A veces porque la gente es una machista terrorífica y otras casi sin querer. También nos ponemos mucha presión nosotras mismas. Siento que si tengo un mal show estoy demostrando que las mujeres no son graciosas. Me gustaría probar un bloque nefasto y que no pase nada, no sentir que represento a todas. Dios me libre.

Una de las críticas a La Revuelta es que el humor es muy masculino y la presencia femenina es escasa.

No solo en La Revuelta, hace falta más presencia femenina en todos los programas y espero que mejore. Aquí se está haciendo un esfuerzo real, en el equipo de guionistas somos tres mujeres y se nos escucha mucho.

¿Broncano es mejor jefe o presentador?

Diría un poco mejor presentador porque de jefe lo conozco menos, nosotros hablamos más con Diego Fabiano [coordinador de guion] y Jorge Ponce. Pero Broncano es muy buen jefe porque confía en nosotros y nos deja hacer. Eso lo valoro mucho.

¿Piensa en su imagen antes de subirse al escenario o se pone lo primero que tiene en el armario?

No sé mucho de moda, pero ponerme muy guapa antes de un monólogo me da mucha paz. Me pongo una falda, un top que me guste y un buen maquillaje porque pienso, “igual hoy no soy graciosa, pero qué buen eyeliner llevo”. Me da confianza sentirme bien con la imagen que proyecto.