‘Cleo vendrá esta noche’: el corto ‘queer’ que explica (también a través de la ropa) la ansiedad de esperar a un amor
Hablamos con la codirectora, cuya mirada recoge la sensibilidad cinematográfica de los jóvenes de la Generación Z
El éxtasis de la noche de Madrid ha inspirado el último corto codirigido por Aitana Ahrens y Miguel Guindos, Cleo vendrá esta noche. Los ganadores del Roel de Oro que otorga el jurado del festival de cine de Medina del Campo utilizaron elementos de su vida y hasta su propio armario para el rodaje. “Nunca me imaginé que algo tan personal, con poco presupuesto y grabado en mi casa, fuera a llegar tan lejos”, reconoce la directora de cine.
Cleo vendrá esta noche cuenta la historia de una ruptura. Un amor que se va y la añoranza que siente la protagonista, interpretada por la propia Ahrens, cuando se queda esperando durante toda una noche de fiesta un retorno que no llega. “Todos hemos hecho alguna vez una fiesta solo porque queríamos que alguien viniera esa noche”, afirma.
Pero eso no es lo único de su vida que se ha visto reflejado en el corto. La cineasta siempre ha sido reconocida entre sus amigos por hacer fiestas temáticas y de disfraces en su casa en la Gran Vía madrileña. Tal vez es precisamente su amor por la moda, explica, el que hace que Halloween sea uno de sus días favoritos del año. “Escojo la ropa que me pongo según la persona que quiero ser cada día”.
Esto la ha llevado a sentir una sensibilidad muy grande por la moda: “Sin duda, toda la ropa del corto está inspirada en la noche madrileña”, explica mientras juega con los lazos rojos que lleva atados en forma de coletas en un bar cerca de su casa.
Un vestido corto plateado, un abrigo oversize de plumas rosado y unos pantalones llenos de estampados son algunas de las prendas que utiliza Ahrens durante las escenas de Cleo: todas fueron sacadas de su propio armario. “Ese mismo vestido me lo he puesto en cientos de fiestas en mi casa”, relata. Ahora, ese vestido plateado es la memoria viva del éxtasis de las noches de Madrid.
“Cuando tenga 50 años me va a hacer mucha ilusión tener este retrato de ese momento de mi vida, que solo podría haber sucedido ahora”, afirma. Es consciente de que ha rodado una historia de desamor y de lo triste y doloroso que puede llegar a ser, pero Ahrens lo ve también como un recordatorio que invita a todos a confesar su amor a las personas que quieren antes de que un día falten.
Un elemento muy recurrente durante todo el corto son las historias de Instagram como forma de mostrar los recuerdos del pasado. Así sucede al principio, cuando se habla de la intimidad que se crea en las grandes fiestas en donde Cleo y Aitana eran las reinas. Según Ahrens, esta es la forma en la que ella y los jóvenes de su generación reviven los momentos que los han hecho felices. “Si pienso en una persona y la echo de menos, lo que hago es ver los videos que nos hemos hecho en mi móvil”, afirma.
Ahrens define su estilo como europeo y, por encima de todo, madrileño. Pero lo más importante, explica, es que cada uno se sienta a gusto en su cuerpo y pueda expresar su género: “Siento que la ropa me abraza, por eso el vestuario es tan importante en mis películas”, explica. Para ella, su armario ha roto las barreras de género sobre la ropa que es masculina y femenina. La sensibilidad de la madrileña por la moda, asegura, viene de su abuela, que es modista: “Toda mi vida me ha cosido mis disfraces y me ha enseñado a expresar mi personalidad a través de lo que me pongo”.
En Cleo vendrá esta noche hay mucho de esto. También hay un intento de representar cómo se relacionan las personas queer y las dudas que las asaltan cuando alguien les empieza a gustar ante la falta de referentes.
En este contexto, Madrid es una protagonista más en el corto. La última escena transcurre en la azotea del Hotel Emperador, en donde las dos protagonistas se despiden por una videollamada mientras amanece sobre los tejados de la Gran Vía. “Queríamos transmitir una sensación que solo se tiene en esta ciudad y reflejar nuestras experiencias conociendo gente en las calles y el impacto que esto ha tenido en nuestras vidas”, explica Ahrens. La verdadera historia de amor que se vive en el corto es la de sus protagonistas con Madrid.
Ahrens afirma que este ha sido el mejor año de su vida. Los dos directores, menores de 25 años, se conocieron estudiando en la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid (ECAM) y ya han dirigido otros proyectos juntos. Por ahora, está haciendo importantes esfuerzos por asimilar los premios y la repercusión que ha tenido el corto, que se ha estrenado en marzo. Sin embargo, es posible que el recorrido de Cleo vendrá esta noche no acabe aquí. La próxima semana el equipo del corto sabrá si la cinta ha sido nominada a los Goya, y la ansiedad no deja dormir a Ahrens. Mientras estas dudas se disipan, tiene claro que su armario seguirá ayudándole a crear mundos que forman parte de una realidad paralela, la de la gran pantalla, que no deja de ser la suya propia.
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