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Movilidad

“Caminemos. Eso es lo realmente sostenible”

Rosa Alarcón es regidora de Movilidad de Barcelona. Lo tiene claro: "El peatón es el eje sobre el que debe girar la ciudad. Caminemos, eso es lo realmente sostenible".

Rosa Alarcón, regidora de Movilidad de Barcelona. Periodista de formación y especializada en comunicación política, ha trabajado en los 10 últimos años en el Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) como directora de Servicios del Gabinete de la Alcaldía y previamente como jefa del gabinete de alcaldía. Anteriormente trabajó en el Ayuntamiento de Barcelona, en distintos puestos.
Rosa Alarcón, regidora de Movilidad de Barcelona. Periodista de formación y especializada en comunicación política, ha trabajado en los 10 últimos años en el Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) como directora de Servicios del Gabinete de la Alcaldía y previamente como jefa del gabinete de alcaldía. Anteriormente trabajó en el Ayuntamiento de Barcelona, en distintos puestos.

Lo que encontré fue más fascinante de lo que pudiera haber imaginado: no solo un plan urbano, sino una visión de una forma diferente de vivir en el siglo XXI, que se aleja de muchos de los errores del siglo XX, centrado en el coche, para reenfocarse en la salud y en la comunidad”. Así describe el periodista David Roberts en un artículo del medio estadounisense Vox el “plan radical” de Barcelona para recuperar las calles tomadas por los automóviles. Su nueva gerente de movilidad, Rosa Alarcón, confirma que ese es el plan.

P. Cuál es su prioridad?
R. El peatón es el eje sobre el que debe girar la ciudad. Caminemos, eso es lo realmente sostenible. Queremos que el espacio público vuelva a ser un espacio de encuentro y socialización. La movilidad, junto con el urbanismo, es el instrumento básico para repensar la ciudad del futuro, para la gran transformación.
P. ¿Basándose en qué?
R. Cinco principios fundamentales: movilidad segura, saludable, sostenible, equitativa e inteligente. Queremos una movilidad más activa, intermodal, donde caminar sea la prioridad, donde el transporte sea eléctrico y haya cada vez menos vehículos contaminantes, donde todo el mundo pueda acceder a un transporte público lo más eficiente posible.
P. ¿Qué medidas concretas reman en esa dirección?
R. En transporte público lo más urgente es que el Gobierno retome la inversión en cercanías que no se ha hecho en 20 años. Necesitamos un sistema como el de Madrid, un metro para todo el área metropolitana. También está pendiente que la Generalitat dé luz verde a la ampliación de la línea 9 del metro para conectar el centro con los barrios de montaña y con la Zona Franca, que es donde se concentra el sistema productivo de Barcelona.
P. ¿Qué es lo más innovador?
R. Hemos probado un autobús bajo demanda en el barrio de Torre Baró. Las personas pueden pedirlo en su parada más cercana a través de su móvil y el bus configura el recorrido en función de la demanda en cada momento. En solo seis meses ya se ha dado de alta en el sistema una cuarta parte de la población del barrio y ha habido 16.500 servicios. Ha funcionado tan bien que lo vamos a extender a otros barrios de montaña.
P. ¿Qué hay de la micromovilidad?
R. Fuimos la primera ciudad en España donde se implementó un sistema de bicis compartidas y de las primeras en imponer zonas de pacificación de tránsito con un límite de velocidad de 30 km/h que permiten una mejor convivencia entre vehículos.
P. ¿Qué pasa con los patinetes?
R. Vivimos en una ciudad pequeña pero muy densa, con un espacio público limitado. La prioridad es el peatón, y tiene que poder andar de forma tranquila y segura. Hay que preservar la acera para este y bajar a la calzada el resto. Hay 25 empresas de patinetes intentando entrar en Barcelona de forma descontrolada y les hemos pedido que no lo hagan porque queremos ordenarlo antes. Se regulará y se limitará la cantidad de operadores, con un número máximo de licencias.
P. Madrid presume de ser la ciudad con más apps de movilidad.
R. No todas las opciones individuales son buenas para la comunidad. Tenemos la obligación de velar por lo colectivo. Es muy importante que haya iniciativas empresariales pero no si perjudican al conjunto.

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