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Los hermanos que quieren democratizar el ecosistema ‘blockchain’

La 'startup' Etoshi desarrolla una plataforma para facilitar la inversión en tokens y la administración de carteras

Isabel Rubio
Los hermanos Paul y Haydée Barroso.
Los hermanos Paul y Haydée Barroso.Isabel Rubio

Paul Barroso, un informático bilbaíno de 33 años, invirtió por primera vez en criptomonedas en 2013. Compró unos 300 euros tras leer un artículo sobre bitcoins. Poco después, el valor de las criptomonedas que había adquirido se duplicó. Su hermana, Haydée Barroso, tres años menor, había estudiado finanzas y se animó un poco más tarde: “Comprabas a través de plataformas a una persona en la otra parte del mundo que no sabías bien quién era. Tenías que hacer una transferencia y ellos te enviaban los tokens. Era una locura”. Cinco años más tarde, ambos hermanos han creado Etoshi, una de las 100 startups finalistas del South Summit. Su intención es facilitar a los usuarios la inversión en tokens y la administración de carteras.

En 2013, ella trabajaba en Madrid en The Boston Consulting Group, en la práctica de servicios financieros; él, en una empresa de software en Londres para la colaboración entre abogados. Para ellos, invertir acabó convirtiéndose en “un hobby bastante lucrativo”. Poco a poco, fueron informándose sobre las posibilidades que abría esta tecnología. El blockchain o cadena de bloques es una base de datos de la que todos los usuarios guardan una copia. Es decir, es un libro de registro inmutable que contiene la historia completa de todas las transacciones que se han ejecutado en la red. Así se descentraliza la gestión y se reducen los intermediarios de cualquier transacción.

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A medida que aumentaba la inversión de ambos hermanos en criptomonedas, se fueron encontrando algunas dificultades. “Blockchain tiene muchas ventajas, pero la principal desventaja es que todo está muy fragmentado por la descentralización”, cuenta Haydée. Para explicarlo, hace un símil con las finanzas tradicionales: “Si quieres invertir en Repsol, puedes usar la app de cualquier broker para comprar una acción con un solo clic y te olvidas. En el mundo cripto, esto se complica terriblemente. Si quiero comprar bitcoins, es como si tuviera que conectarme directamente a la Bolsa de Madrid. Y el mismo bitcoin puede ser comprado en otras bolsas a un precio diferente. De la primera forma, al estar centralizado, hay un único precio. De la segunda, no”.

Las diferentes bolsas a las que hace referencia en esta comparación son los exchanges —casas de cambio de criptomonedas—. Cada uno de ellos tiene tokens diferentes. Ella, para sus transacciones diarias, cuenta con seis exchanges y lo compara con tener que gestionar “seis cuentas de banco distintas”.

Pero una vez que se adquieren los tokens, no acaban las complicaciones. Hay que buscar cómo guardarlos en wallets —carteras virtuales para activos digitales—. Llevar un registro de todas estas operaciones y pagar los impuestos correspondientes puede resultar una odisea. Los hermanos Barroso explican que la gente lo suele apuntar en un documento de Excel o en un bloc de notas. Ella recuerda cómo un año realizó 9.000 transacciones: “Imagínate meter una a una las 9.000 en el borrador de la renta”.

La principal desventaja de blockchain es que todo está muy fragmentado por la descentralización Haydée Barroso, Etoshi

A finales de 2017, un family office interesado en invertir en criptomonedas contactó con Paul. Él, sin pensárselo mucho, dejó Londres y su trabajo en banca de inversión en Morgan Stanley y se trasladó a Madrid. Allí, según cuenta, “los problemas escalaron una barbaridad”: “Con muchísimo más dinero, seguir la cotización, hacer el tracking y gestionar los impuestos era imposible. Me ha pasado el levantarme a las tres de la mañana porque me ha saltado una alarma y estar nueve horas vendiendo”.

Sabía que no podía seguir así. Necesitaba una herramienta que les ayudara a gestionar sus inversiones de forma automática. Tras no encontrar ningun servicio en el mercado, decidió crear su propia solución. Se puso a programar y creó una plataforma con diferentes exchanges agregados que le permitía operar desde una única interfaz. También automatizó las operaciones relativas a impuestos.

Pese a que en un principio la herramienta se ideó para uso propio, ambos hermanos no tardaron en darse cuenta de que había una oportunidad de mercado. Al compartirlo con sus compañeros de inversión, todos querían utilizarla. Fue entonces cuando decidieron trasladar su experiencia profesional en el ámbito de las finanzas hacia los activos tokenizados y crear la startup Etoshi. Haydée y Paul crearon una plataforma que permite a los usuarios invertir, acceder a sus métodos de custodia, gestionar su cartera, calcular los impuestos y usar cualquier activo desde una única interfaz.

La idea ya ha captado la atención de diferentes inversores. En mayo de 2019, realizaron una ampliación de capital por valor de 600.000 euros con fondos de capital riesgo como Encomenda, JME, Waveform y Lanai. “Invertimos en un Power Point. Todavía no había producto”, reconoce Miguel Sanz, cofundador de Encomenda y director de inversiones. Lo que les convenció fue “un mercado con muchísimo potencial y un equipo con las habilidades necesarias para liderar el proyecto”: “Paul conoce perfectamente el target al que va dirigido y es capaz de crear la tecnología necesaria mientras que Haydée controla toda la parte de desarrollo de negocio, de mercado y liderazgo”.

En la misma línea se posiciona Samuel Gil, socio de JME Ventures, que considera que “desarrollar para ti mismo es más fácil que ponerte a elucubrar sobre los problemas de otro”. “Sobre el mundo blockchain se va a crear un mundo financiero paralelo. Uno de los problemas principales para la adopción de este nuevo mundo es que la experiencia para el usuario es muy mala. Etoshi facilita la entrada de usuarios a ese mundo”, añade.

Pese a que la startup aún está en una etapa inicial, ambos hermanos aseguran que la tecnología está bastante avanzada. Han ampliado el equipo con otros cuatro desarrolladores y una persona de diseño y hace poco más de una semana abrieron la lista de espera para quienes deseen probar la plataforma, que estará disponible a nivel mundial para móvil y ordenador.

Para explicar cuál es su público objetivo, dividen la población en tres grupos: el segmento institucional; el más mainstream —cualquier usuario que desee invertir en un momento dado—, que ya tiene soluciones en el mercado; y al que se le quedan pequeñas estas herramientas existentes pero no es institucional. Ellos quieren llegar a este último grupo. En tan solo una semana, aseguran que ya se han apuntado cientos de usuarios interesados en probar la plataforma. Esperan que los primeros comiencen a utilizarla a finales de año.

Mientras tanto, siguen trabajando en mejorarla. Paul recuerda cómo, cuando empezó a invertir, había menos de una decena de tokens. Ahora, según subraya, hay más de 6.000. De ellos, ya han integrado unos 1.200 en la plataforma. El foco inicial de Etoshi serán las criptomonedas como bitcoin debido a que actualmente representa el mercado con mayor volumen. Sin embargo, el mercado se está expandiendo hacia todo tipo de activos como las acciones, los bonos o activos de gaming.

A Haydée no le cabe duda de que “la economía está evolucionando hacia la tokenización”. “Los brokers a día de hoy no tienen ni la capacidad ni el know how para dar acceso a los usuarios a todo este ecosistema blockchain que está surgiendo de una forma muy rápida por distintas partes del mundo. Blockchain va a crecer y queremos ser el primer broker que exista a nivel mundial que cosa todo este ecosistema que está fragmentado y descentralizado para darle al usuario acceso al verdadero ecosistema desde una única interfaz”, concluye.

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Sobre la firma

Isabel Rubio
Es colaboradora de las secciones de Tecnología, Ciencia y Salud de EL PAÍS. Además de seguir de cerca a Apple, Samsung y otros gigantes, prueba dispositivos y analiza el impacto de los avances tecnológicos en la sociedad. También verifica contenidos científicos en la fundación Maldita.es.

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