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Innovación

Las propuestas de tecnología más marcianas que se fabrican en España

El Liquid Squad de Accenture Digital presenta una serie de ideas locas que surgen casi por azar para convertirse en herramientas de aprendizaje tecnológico y proyectos de gran innovación

Mientras conseguimos colonizar Marte, algunos extraterrestres han tomado ya ventaja y han colonizado parte de la Tierra. No es que vayamos a encontrarnos a alguien que nos salude al grito de “Hola, terrícolas” tras bajarse de una nave, es algo más sencillo y digital. Se trata de diferentes soluciones tecnológicas, como internet de las cosas, realidad aumentada e inteligencia artificial, que el Liquid Squad de Accenture Digital ha presentado dentro de la Semana Marciana. Como explica su responsable de innovación, Juan Alonso, todo surgió hace tres años cuando vio que su equipo pensaba cosas que se salían de lo común, como una tortilla capaz de tuitear. “Son proyectos más sencillos y creativos que el típico SAP que suelen pedir los clientes”, sostiene.

Ante tanta pujanza de los asistentes de voz, para algunas organizaciones se ha convertido en imprescindible incorporarlos a su espacio de trabajo. Con un poco de programación, estos marcianos han conseguido que la afamada Alexa lo mismo nos diga la cantidad exacta de paquetes que han llegado a la oficina que cuál es la canción más escuchada en nuestra planta. Pero esto solo es la parte cotilla del proyecto con la que los extraterrestres saben más de nosotros. “Es una forma sencilla con la que aprender y mejorar las habilidades de nuestros trabajadores a la hora de programar. Los asistentes de voz cada vez tienen más hueco en las empresas y hay que trabajar con ellos”, argumenta Alonso.

Estos marcianos, insaciables en su curiosidad y pedagogía, también han hallado la manera de que los empleados se conozcan lo máximo posible. A través de un software, que hace las veces de buscador, es posible poner cara a un compañero de trabajo que para nosotros es un simple nombre y saber dónde se sienta. Incluso para aquellos entornos labores líquidos, donde el puesto fijo pertenece a otra época, de la misma idea surgió un programa que detalla cuáles son los sitios libres. Pero esto va más allá. Para evitar colas innecesarias en los baños, unos sensores indican cuáles están libres y ocupados. Una forma diferente de mejorar las destrezas con sensores e internet de las cosas a la vez que la digitalización se apodera del espacio físico.

El comercio minorista cuenta también con una pequeña ayuda venida de Marte. La inteligencia artificial facilita a determinadas tiendas su transformación digital con etiquetas que varían su cuantía en tiempo real. “Con una app controlamos estos precios, en función de los datos que manejemos, y determinamos si un producto tiene un descuento o si podemos ofrecer alguna promoción a los clientes”, añade Alonso. Estos cambios en los hábitos de compra van más lejos, aunque no fuera de la Tierra, con el Make-Up Corner Magic Mirror. Es más sencillo de lo que un nombre tan exótico aparenta. Un espejo que, a través de realidad extendida, recomienda el maquillaje que comprar y permite pagarlo directamente con el móvil.

Uno de los vicios humanos que estos extraterrestres tratan de combatir es el de diseñar aplicaciones como solución a todo. Tal y como argumenta el responsable de innovación de Liquid Squad, son un foco de distracción que, en muchas ocasiones, no resuelven el motivo para el que se crearon. “Intentamos en la medida de posible pensar en apps porque, cuando abrimos el teléfono, es muy fácil que miremos todo menos la que íbamos a usar”, argumenta Alonso. Esta fue la idea detrás de un cubo pensado para los camarotes de una cadena de cruceros. En vez de disponer la información de la ocupación de la piscina o el tiempo del destino en el móvil, cada cara del cubo, según un código de colores, la aporta de un simple vistazo.

La automatización y el machine learning son dos tecnologías muy cotizadas para los marcianos. Eso sí, siempre con la intención de que sean sencillas y accesibles. Con una cámara que detecta los movimientos de las personas, que tienen que replicar las poses que le ofrece la inteligencia artificial. De un modo lúdico, los terrícolas nos divertimos con esta competición y los desarrolladores aprenden cómo perfeccionar esta herramienta digital. “Es una forma de divertir al equipo y, al mismo tiempo, aprender todo lo necesario para manejar bien la tecnología”, zanja Alonso mientras recuerda que la idea inicial de este proyecto era simplemente llevarla a una feria de empleo.

En el Liquid Squad se les ha puesto cara de planeta rojo, aunque, por paradójico que resulte, todo está al alcance de cualquier humano. Lo marciano nunca fue más terrestre y con sello made in Spain. Los clientes demandan soluciones cada vez más creativas. Aquí no desechan ninguna idea. Algunas nacen para mejorar su propio trabajo, pero la gran mayoría tienen como fin armar una tecnología útil para los usuarios. “Muchas veces no sabemos hasta dónde vamos a llegar. En algunas ocasiones solo nos sirve para testar ideas y otras para comprobar la validez del proyecto en el que trabajamos”, concluye Alonso a la vez que vuelve a su nave particular.

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