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Privacidad

Hacia una normativa global para entregar a los ciudadanos el control de sus datos

El RGPD representa una primera aproximación muy positiva, pero, como normativa europea, no es suficiente para afrontar un reto que transciende fronteras.

El presidente de BBVA, Carlos Torres Vila; junto a Joanna Bryson, profesora asociada del departamento de computación de la Universidad de Bath; y Alex Pentland, director del MIT Connection Science and Human Dynamics Lab.
El presidente de BBVA, Carlos Torres Vila; junto a Joanna Bryson, profesora asociada del departamento de computación de la Universidad de Bath; y Alex Pentland, director del MIT Connection Science and Human Dynamics Lab.

Con 16 años, un residente en EE UU puede conseguir su carné de conducir. Si viaja a España, tendrá que esperar dos años antes de coger un coche, pero entonces podrá pedir una cerveza en un bar sin tener que esperar hasta cumplir los 21, la edad legal para beber alcohol en su país.

El estadounidense podrá ir y venir y aprovechar la legalidad vigente en cada lugar. Sus datos, no obstante, viajan por internet mas rápido que él y pueden visitar un buen número de países antes de que le dé tiempo a levantarse del sofá. ¿Tiene sentido que tengan que ajustarse a normativas nacionales cuando recorren más mundo que Phileas Fogg?

Tal y como apunta el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) representa una primera aproximación muy positiva, pero, al tratarse de una normativa exclusivamente europea, no es suficiente para afrontar un reto que transciende fronteras.

"El big data debe contribuir a la igualdad y ayudar a la inclusión y, para lograrlo, necesitamos un estándar global para los datos, aplicable en todas las geografías y sectores económicos”, señaló durante la presentación de ¿Hacia una nueva Ilustración? Una década trascendente, el undécimo libro que publica OpenMind, el portal divulgativo de BBVA. El evento, organizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), tuvo lugar el pasado lunes en el Teatro Barton, en Boston, y contó con la participación del responsable del banco español y dos de los más de 20 autores que participaron en el libro.

Joanna Bryson, profesora asociada del departamento de computación de la Universidad de Bath, secundó la propuesta de Torres Vila y añadió que, aunque hay trabajo por hacer, ya se pueden comprobar algunos de los beneficios más inmediatos de la transformación digital en la sociedad. "Cerca de mil millones de personas han salido de la pobreza extrema en los últimos años", recordó. "La revolución tecnológica ya está ayudando a luchar contra la desigualdad".

La ingente cantidad de información que recogen hoy en día empresas y gobiernos trae consigo importantes retos en lo que respecta a la privacidad y seguridad de los ciudadanos. "La gente debería tener el control sobre sus datos y saber lo que se hace con ellos y ahora es el momento de hacerlo posible", apremió Alex Pentland, director del MIT Connection Science and Human Dynamics Lab. "Para ello, tenemos que expresar nuestros derechos como usuarios para evitar que se haga un mal uso de la información que se maneja sobre nosotros".

Para que el usuario sepa lo que se hace con sus datos, no es suficiente con que este lo pueda ver: además, lo tiene que entender. Y esta es una responsabilidad de las empresas. "No vale con publicar las millones de líneas de código que rigen una plataforma; es necesario hacer la información accesible", indicó Bryson.

El dato y la banca

La revolución que ha supuesto la digitalización de la información para sectores como la banca les lleva a afrontar un cambio que no se puede realizar de la noche a la mañana, pero que, aún así, apremia. "En 2016, nuestras ventas digitales suponían el 10% de nuestro negocio. En este último trimestre, hablamos del 42%", apuntó el presidente del BBVA.

Esta nueva realidad supone que la gente deja de ir a sucursales para hacer sus gestiones bancarias para hacerlas a través de internet. El cierre de algunas oficinas es solo el primer paso en el camino del sector hacia su transformación digital. "Tenemos que dejar de entender nuestro negocio como un servicio de custodia y empezar a centrarnos ayudar a la gente en la toma de decisiones relacionada con sus finanzas", resumió Torres Vila.

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