Se busca: factor humano de la audiencia
Saber quién conforma ese conjunto al que llamamos “clientes” se ha convertido en la obsesión de muchos departamentos de marketing. Pero una cifra sola no vale nada...
Saber quién conforma ese conjunto al que llamamos clientes se ha convertido en la obsesión de muchos departamentos de Marketing. Como quien busca a un forajido a través de carteles en el salvaje oeste, cualquier dato que podamos obtener es importante. Ya sea demografía, tendencias… Pero una cifra sola no vale nada. Se debe tener en cuenta aquello que les diferencia: el factor humano.
Cuando estemos estudiando esos datos, obtenidos tras un profundo análisis, debemos contar con esa verdad que lleva el cliente individual, esa marca diferencial. Estos son los cuatro pasos que hay que dar para conseguir ver ese factor y ganar el duelo:
- Segmenta: quizá parezca obvio, a primera vista. Pero cualquier segmento puede hacerse aún más pequeño. Cuando reúnas a una audiencia para probar tu producto, tenlo en cuenta. Puedes dividir a tus clientes entre estudiantes y trabajadores, por ejemplo. Sin embargo, cualquiera de estos subgrupos tienen muchas características diferentes. Tenlo en cuenta, y podrás encontrar nuevos usos y aportaciones de valor.
- Examina: ver cómo el cliente utiliza el producto en su ámbito normal es fundamental. Debes observar y estar atento a sus reacciones. No se trata solo de ver las reacciones físicas, si aparecen, sino también a las emocionales. Puede que tu producto genere una reacción emocional profunda. Si crees que es así, pregunta. Puede que descubras una conexión de gran importancia.
- Localiza: al igual que puedes hallar una emoción, es muy probable que encuentres un conflicto o un problema que tu producto no puede solucionar y que el cliente pensaba que sí. No te cierres a las críticas que te haga tu audiencia. Si creen que un producto puede mejorar, te lo dirán. Y seguramente tengan razón.
- Comprueba: con toda la información que ya has reunido, es el momento de construir una teoría sobre tu producto. Puede ser un cambio de envase, de logo, de comunicación… Las posibilidades son infinitas. Pero si tienes en cuenta el factor humano que has encontrado en los 3 pasos anteriores, ya no andarás perdido. Solo tienes que seguir esa senda y encontrarás tu recompensa.
Para saber más:
Esta es una noticia patrocinada elaborada por Google
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