Rápido ‘geekcionario’ para no perderte en la nube
La jerigonza de términos opacos está al orden del día para las personas no tan avezadas en esto de la computación en la nube. Sirva esta breve lista para que aprendas a hablar en nube sin complejos
La jerigonza de términos opacos está al orden del día para las personas no tan avezadas en esto de la computación en la nube. En EL PAÍS RETINA, a veces damos por asumidos términos de los que dejan perplejo al lego. Sirva este breve lista para que aprendas a hablar en nube sin complejos.
- La nube
Empecemos por aquí. Así se entiende a este concepto que cuesta a veces definir pero hay que imaginar como un gran ordenador invisible y esparcido por toda la red, que surge de combinar servidores (grandes grupos de ordenadores) y conectarlos entre sí para formar un mismo ecosistema. Esto permite a empresas como Amazon, Microsoft o Google parcelar esta nube y subcontratarla a cualquier empresa de cualquier sector o tamaño para que pueda usar su poder computacional.
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- Infraestructura.
No, no hablamos ni de un puente, ni de un edificio, ni de ninguna otra construcción que a vuelapluma asociemos con la palabra infraestructura. Pero, en realidad, es lo mismo. Se trata de todo el hardware que permite a la nube funcionar, como son los servidores, el almacenamiento, la red y el software de virtualización. Este conjunto forma la infraestructura que hace la computación en la nube posible y es mantenido por la compañía que ofrece los servicios (AWS, Azure, etcétera).
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- Contenedores
De nuevo, nos expresamos en metáforas. Como explica un post de Google Cloud, “los contenedores constituyen un mecanismo de empaquetado lógico en el que las aplicaciones pueden extraerse del entorno en que realmente se ejecutan”. Hablando en plata, significa que uno puede usar una aplicación de un servicio en la nube en su móvil, en su ordenador personal, en el de la empresa, etc. El contenedor es lo que permite esta movilidad de la aplicación. Herramientas como Docker y Kubernetes facilitan la gestión de los contenedores.
- API
Los distintos servicios que te ofrece una compañía de computación en la nube o las aplicaciones que una compañía crea integradas en una infraestructura en la nube. Son cada uno de los programas que permiten hacer tareas concretas.
- Machine learning
Vale, estás en la nube, y ahora, ¿qué haces? El machine learning suele estar en el centro de todas las aplicaciones de la nube, porque precisamente la nube ofrece un poder de cálculo que le viene muy bien a esta parcela de la inteligencia artificial. El machine learning o aprendizaje automático permite que los ordenadores practiquen problemas complejos en múltiples entornos virtuales a la vez y aprendan a mejorar sus soluciones. Gracias al machine learning, Google es capaz de reconocer las fotos que pululan por la Red. Gracias al machine learning, el coche conectado será capaz de anticiparse a cualquier situación imaginable en la carretera y tomar la mejor opción.
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- Internet de las cosas (IoT)
Hay que entender la nube como la médula de todas las tecnologías que están en el candelero, el ente intermediario que las hace posibles. El internet de las cosas es, por así decirlo, el paso uno para unir el big data y el machine learning. Se trata de los millones y millones de sensores inteligentes y conectados a la red con la que industrias y gobiernos pretenden revolucionar cómo se gestiona cualquier sector mediante la toma constante de datos en tiempo real. Estos datos luego son subidos a la nube y allí deshuesados e interpretados con inteligencia artificial para un propósito concreto.
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- Devops
Devops por aquí, devops por allá. Es una de las palabras que más se escuchan en el Re:Invent independientemente de la charla. El devops es un tipo de ingeniería que se centra en automatizar el desarrollo y la operación del hardware. Es el perfil más buscado para trabajar en la nube porque esta exige la agilidad que comporta esta filosofía, lanzar productos rápido, fiablemente y que estén en todo momento monitorizados.
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