_
_
_
_
_
Retinismos
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

¿De verdad somos obsoletos?

La sociedad que elegimos con nuestro consumo diario nos exige cada vez más adaptación a sus cada vez más exigentes exigencias. Nos dan a entender que es inevitable. ¿Lo es en realidad?

Guillermo Vega
Fotograma de  Wall E
Fotograma de Wall E

You’re obsolete, my baby

my poor old fashioned baby

I said baby, baby, baby

you’re out of time

(The Rolling Stones)

La obsolescencia se ha instalado entre nosotros como un mantra universal. No se trata ya solo de que los productos físicos que compramos tengan una fecha de caducidad ideada en un oscuro despacho (que también).

Es más que eso. La tecnología es más universal que nunca: gurús y periodistas no paramos de repetir que los cambios sociales están convirtiendo a los humanos actuales en productos potencialmente perecederos, programas que hay que actualizar constantemente para adaptarnos a una realidad cambiante. La amenaza supone acabar en un vertedero como el de Wall-e, pero con nosotros como deshechos.

Expertos recomiendan a diario qué competencias laborales, intelectuales y sociales hemos de tener o adquirir para evitar que un robot nos suplante; enseñantes sostienen que la perdurable memoria ya no es tan necesaria en los nuevos tiempos; liberales de todo tipo aseguran que el contrato de la Revolución 4.0 estipula que ya no existirán los trabajos para toda la vida y que tendremos varios ingresos pequeños en vez de uno grande, un único sueldo…

Lo efímero pasa a ser lo verdaderamente duradero, y adaptarnos permanentemente a una realidad cambiante va a ser lo perdurable. La sociedad que elegimos con nuestro consumo diario nos exige cada vez más adaptación a sus cada vez más exigentes exigencias. Nos dan a entender que es inevitable. ¿Lo es en realidad?

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Guillermo Vega
Corresponsal en Canarias y miembro del equipo de edición del diario. Trabajó en la Cadena Ser, Cinco Días y fue jefe de EL PAÍS Retina y de la sección de Tecnología. Licenciado en Ciencias de la Información, diplomado en Traducción e Interpretación y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_