_
_
_
_
_
En la guarida

Digitalizar el comercio tradicional: así pueden ser las tiendas de barrio 4.0

T-ZIR tiene una misión: digitalizar el comercio tradicional para competir con los grandes de internet. Son el primer centro de innovación europeo dedicado al retail

Lino Escuris

Mientras hacemos la entrevista en “el vagón de descanso” (o zona de ocio y networking) y el fotógrafo captura instantáneas en “la sala de máquinas” (para presentaciones y proyecciones), un grupo de alumnos acude a una clase de formación en “la locomotora” (o zona de crowdworking). La terminología ferroviaria forma parte del T-ZIR, un centro de investigación aplicada para el comercio minorista —el primero vertical del sector de Europa—.

Está ubicado en la antigua estación de tren de Utrillas en Zaragoza, adonde llegó el carbón desde Teruel durante más de 100 años. “Aquí se hizo la revolución industrial a principios del siglo XX y ahora estamos haciendo la revolución digital a inicios del XXI”, explica la directora de T-ZIR, Carmen Herrarte. Habla con pasión de un ambicioso plan que surgió en enero de 2016, por iniciativa de la familia Solans (Grupo IberEbro), con el apoyo de grandes empresas como Telefónica Open Future, Intel, Microsoft y HMY. “En T-ZIR tenemos dos objetivos: democratizar la innovación tecnológica y digitalizar el comercio tradicional. Para ello, tenemos una aceleradora, una plataforma de formación y una serie de metas que asumimos por completo o con otros socios”, dice Herrarte.

La Estación es un campo de pruebas en el que se acogen desde reuniones de tormenta de ideas a sesiones de formación abierta o programas de aceleración personalizados y tutorizados para servicios presentados por startups. El reto, según Herrarte, es el de mejorar la experiencia de usuario, con la hibridación digital en el punto de venta o la omnicanalidad (la combinación del entorno offline con el online).

El espacio se pensó para servir a sus objetivos. Alfonso Ruiz de la Cuadra, ingeniero y director de la obra, apostó por aprovechar la forma rectangular del edificio y la excepcional altura de los techos, creando espacios diáfanos y multidisciplinares, manteniendo la luz natural gracias a unos grandes ventanales. “Conceptualizamos los espacios. Un ala para la zona de crowdworking, una sala de presentación y otra donde se toman las decisiones. Todo tenía que ser versátil, con un mobiliario que se pudiera mover, generando espacios, como con los tabiques móviles de cartón”, explica. “La iluminación es led, regulable y programable a través de una aplicación, lo que nos da la oportunidad de crear zonas autónomas”. Espacios que, siguiendo con la simbología industrial, están señalizados por aspas rotuladas en vinilo y separados por cortinas de colores de PVC que recuerdan a los congeladores de los almacenes de productos cárnicos.

El futuro del pequeño comercio“Nuestro objetivo es que se digitalicen los comercios, porque si no van a desaparecer. El comercio es la identidad de una ciudad y no nos interesa nada que lo analógico desaparezca, tiene que fusionarse”. La elección de Zaragoza se debe a que es una ciudad media, con un millón de habitantes, cuyos patrones de comportamiento son extensibles a la mayoría de las ciudades europeas. “Aquí se testan un montón de productos y lo que funciona, lo escalamos a otros lugares”. Además, es la sede central del Grupo IberEbro.

Para digitalizar el comercio local, desde T-ZIR se define un paquete básico. “No es solo crear una web para el comerciante, se trata de llevarle la logística. Si le interesa podemos crear una tienda online con la que pueda estar en todos los marketplace del mundo. Les ofrecemos digitalización del catálogo de producto, big data y marketing digital. Nuestros tenderos ya están viendo los hábitos de compra, qué código postal es más frecuente, por ejemplo. Cuentan con una herramienta para viralizar y optimizar sus contenidos digitales. Además, les daremos geolocalización y activaremos un sistema de fidelización entre ellos”.

Su propósito es empezar por el comercio de Aragón y, para ello, necesitan invertir en formación de los perfiles cualificados que realizarán esta labor. “Para digitalizar 500 comercios en Zaragoza se necesitará un equipo de trabajo que ahora mismo no existe, de ahí que ya estemos formando a un grupo de personas, en colaboración con la Cámara de Comercio de Zaragoza, a las que se les enseña cómo trabajar un marketplace y las diferentes aplicaciones que conlleva, como monitorizar las redes sociales o montar un set fotográfico usando el espacio del local”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_