_
_
_
_
Firma Invitada

‘Frikis’, ‘gamers’... Las nuevas tribus se articulan en base al conocimiento

La revolución digital está dando lugar a toda una nueva gama de comunidades con intereses comunes que crecen muy rápido gracias a la conectividad

Getty Images

Frikis, gamers, bakalas, góticos, indies, moteros, pijos, raperos, hipsters, hackers, mods… Nuestra sociedad está repleta de grupos con una identidad propia, en algunos casos puramente estética y superficial, en otros una auténtica subcultura llamada a transformar el colectivo con el que conviven. Aunque el concepto de tribu sigue usándose para referirse a un grupo de personas cohesionado y articulado alrededor de intereses comunes, su naturaleza ha cambiado mucho en los últimos 50 años, pasando del mundo primitivo a la vanguardia de un mundo urbano y cada vez más globalizado.

Y es que en plena revolución digital, las nuevas tribus ya no orbitan alrededor de una filosofía o una estética, sino de un nuevo elemento integrador: el conocimiento. Cada vez es más común referirse a una tribu de conocimiento, un colectivo más o menos disperso (geográficamente hablando) de personas unidas por su interés en un área de conocimiento específica, que puede ir desde la robótica o la programación de videojuegos hasta la heráldica o los cómics de manga japonés.

El poder de estas nuevas tribus radica en que multiplican exponencialmente la capacidad de crecimiento y alcance de una disciplina"

Una de las características de estas tribus es que el nexo que une a sus miembros ya no es físico, sino que gracias a la tecnología su campo de juego es planetario. Ahora es posible que alguien de Málaga conecte instantáneamente con un hermano de Tokio para comentar el último post de un tercero que vive en Kentucky. El estatus, la edad o la condición social tampoco tienen relevancia en estas nuevas tribus. En ellas, un directivo con experiencia de años desarrollando proyectos a nivel profesional en su campo de especialidad no está mejor considerado que una chica aficionada que todavía está en el instituto o que un jubilado que acaba de empezar a tocar la disciplina como hobby. Lo que cuenta son las aportaciones a la comunidad de unos y otros y, si se me permite, su nivel de frikismo.

Y es que el hilo conductor de una tribu de conocimiento siempre será esa pasión común que lleva a sus afiliados a crear espacios en los que comunicarse y compartir experiencias, conocimientos y contactos. Las tribus de conocimiento tienen mucho que ver con los mecanismos de la inteligencia colectiva, con la generosidad y la colaboración. Detrás de ella hay muchos individuos pensantes, altamente motivados por un tema que es su pasión y, en muchos casos, su trabajo.

El poder de estas nuevas tribus radica en que multiplican exponencialmente la capacidad de crecimiento y alcance de una disciplina, al generar debate y compartir experiencias que enriquecen a todo el colectivo y no solo a unos pocos miembros destacados. También abren nuevas vías de colaboración que rompen con las tradicionales barreras empresariales. Gracias a ellas, las compañías se pueden beneficiar de aportaciones y puntos de vista nuevos y ajenos a la organización, y los particulares enriquecerse con las mejores prácticas empresariales. Con ello se genera todo un caldo de cultivo para la innovación y el benchmarking.

También las implicaciones y posibilidades son enormes en términos de networking. La búsqueda de expertos para asesoramiento de profesionales para un proyecto concreto encuentra en estas tribus un nuevo canal mucho más global, directo e informado que las vías tradicionales de reclutamiento.

Los mejores expertos del mundo en un área determinada que han sido capaces de comunicarse y organizarse internamente, más allá de las barreras geográficas, lingüísticas o culturales. Seguramente que ellos estarán más dispuestos que nadie a compartir conocimiento y/o hacer valiosas aportaciones a la hora de encontrar soluciones a problemas. Las esferas personal y laboral se entrecruzan y alían para conseguir las respuestas más complejas y más brillantes.

Alejandro González es CEO de Taalentfy.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_