Zhu: “La inteligencia artificial va a redefinir lo que supone ser humano”
Zhu Long, cofundador de la empresa de inteligencia artificial Yitu, avanza una revolución en el sector sanitario que nos permitirá vivir 120 años
Lo que más entusiasma a Zhu Long de la revolución que se avecina con la inteligencia artificial es la posibilidad de revolucionar la sanidad a través de algoritmos cada vez más complejos y eficaces. Y él, uno de los pioneros de esta nueva tecnología en China, quiere estar al frente de los avances que se van a dar en este terreno. Por eso, la empresa que dirige, Yitu, ha desarrollado un ambicioso programa -llamado AICare- que ya ha probado su valía en varios hospitales Triple A, los mejores del país.
“Se trata de un sistema de análisis de pruebas médicas visuales, como rayos X, escáneres, y resonancias magnéticas”, explica Zhu. “Generalmente, un especialista tarda unos 10 minutos en realizar el informe de esas pruebas, pero nuestro algoritmo necesita solo dos o tres segundos para producir un archivo de texto con toda la información. Por ejemplo, en el caso de que haya un tumor, AICare lo detecta y señala todos los parámetros propios de un informe médico, como la ubicación, el tamaño, etcétera”, añade.
En muchas ocasiones, AICare es capaz de emitir un diagnóstico certero. “Los médicos que participan en el programa piloto han verificado que el 90% de los resultados de nuestro algoritmo son correctos. Hemos alcanzado una precisión del 97% en el diagnóstico de enfermedades como el exantema vírico de manos, pies y boca, la bronquitis, la amigdalitis, o la nasofaringitis aguda”, añade con orgullo el consejero delegado de Yitu. “El sistema bucea en millones de historiales médicos y pruebas de todo tipo para llegar a un resultado”.
En su opinión, estos programas de IA permitirán también mejorar considerablemente la calidad de la sanidad en China y en otros países en vías de desarrollo, sobre todo en las zonas más depauperadas. “Allí es difícil atraer talento y los buenos médicos escasean. Nuestros algoritmos, sin embargo, tienen siempre la misma fiabilidad. Y no solo ofrecen resultados de forma rápida: también son muy baratos de implementar”, apostilla.
Hablando con el fundador de Yitu da la sensación de que la inteligencia artificial es la panacea para la Humanidad. Porque Zhu también augura grandes avances en materias de seguridad, movilidad o banca. Sin embargo, Elon Musk, fundador de Tesla, la considera una de las mayores amenazas para el ser humano. “Tengo acceso a los sistemas más avanzados de IA y creo que la gente debería estar preocupada. Llevo tiempo dando la voz de alarma, pero como es un sector tan etéreo parece que solo actuaremos cuando veamos robots matando a gente por las calles”, dijo el empresario en una conferencia para la Asociación Nacional de Gobernadores de Estados Unidos.
Preguntado por el futuro que plantea la inteligencia artificial para el ser humano, Zhu hace una pausa y parece buscar la inspiración en la impresionante vista de Shanghái que ofrece el gigantesco ventanal de la sala de reuniones del cuartel general de Yitu. Finalmente, asiente. “Yo también comparto la preocupación de Musk. Pero, como científico, soy incapaz de matar la curiosidad que me lleva a seguir buscando los límites de esta tecnología que, basada en el actual conocimiento humano recogido en el big data, permite a las máquinas aprender”, reconoce.
Zhu tiene claro que en el futuro la mayor parte de los trabajos serán realizados por máquinas. “Pero no hay que confundir la robótica, que se empleará en los trabajos mecánicos, con la inteligencia artificial, que supone un reto para los empleos cualificados”. Por ejemplo, los propios médicos pueden verse en peligro si los algoritmos demuestran ser más fiables que ellos. “En un futuro más cercano de lo que creemos, la inteligencia artificial hará que no necesitemos estudiar idiomas o aprender a conducir. Y los avances que propiciará en la sanidad nos permitirán vivir 120 años. Podremos incluso copiar y transferir nuestra memoria.”.
Según el científico, esos cambios sucederán a una velocidad de vértigo. En solo una o dos décadas. “En definitiva, la IA nos obligará a redefinir lo que supone ser humano. Y debemos buscar la respuesta en un niño de tres años, no en grandes sabios. Porque ese niño ya ha desarrollado y mantiene vírgenes las cualidades que nos hacen humanos, como los sentimientos o la capacidad de comunicación, mientras que todo el conocimiento de un sabio podrá ser reproducido por ordenadores”. Zhu se despide con una advertencia: “El mundo va a cambiar tanto en los próximos 30 años que ni siquiera podemos imaginar ahora cómo será”.
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