El efecto “borrón y cuenta nueva” nos puede ayudar a perder peso
Miles de personas se están planteando lo mismo con la llegada de 2018. A todos nos pasa lo mismo. No, no son los estragos navideños (aunque algo de eso hay). Se llama “el efecto del nuevo comienzo”. Pasa, te lo explicamos. Y feliz año.
Me voy a apuntar al gimnasio. Está en mi lista de buenos propósitos del año. Lo sé, no soy nada original. Miles de personas se están planteando lo mismo con la llegada de 2018. A todos nos pasa lo mismo. No, no son los estragos navideños (aunque algo de eso hay). Se llama “el efecto del nuevo comienzo”: la energía y la determinación que nos invade cuando sentimos que podemos hacer borrón y cuenta nueva. De acuerdo a esta teoría, las personas tenemos más probabilidades de plantearnos esas metas personales en días señalados del calendario.
En estos mismos instantes, mientras lee estas líneas, las búsquedas en Google de dietas de adelgazamiento están batiendo récords del año. Otros tantos afectados por el mismo efecto. ¿Nos sentimos más motivados para mejorar y cambiar nuestras vidas solo el 1 de enero? La respuesta es no (menos mal). El año está lleno de momentos en los que nos sube la hormona de #yopuedohacerlo: los lunes, el inicio de un mes, de una estación, la vuelta de las vacaciones, nuestro cumpleaños... Los hitos temporales juegan un papel importante en la decisión de emprender retos personales, según un estudio de H. Dai, K.L. Milkman y J. Riis.
“Los hitos temporales, incluyendo los que tienen un sentido personal, demarcan un espacio en el tiempo y abren nuevas cuentas mentales”.
Esas cuentas mentales se parecen mucho a lo que cuenta sobre el dinero Richard Thaler, el premio Nobel de Economía este año. Un euro es un euro, en la cuenta bancaria y en el cerdito para las vacaciones del verano; se puede comprar lo mismo ¿no? Pero en nuestra cabeza no es tan simple. ¿Nos sentiríamos igual si sacáramos 100 euros de la hucha para pagar la compra de la semana? Con el tiempo ocurre lo mismo. El 1 de enero es un día más, tiene 24 horas como el resto, pero no lo percibimos como tal.
Entender cuándo están las personas más motivadas es muy importante. Si queremos mejorar nuestra salud, nuestras finanzas o el desastre de nuestro escritorio también deberíamos pensar estratégicamente y elegir el momento adecuado para cambiar de hábitos. Por el mismo motivo, una empresa o un director debería pensar que quizá es más efectivo motivar al equipo un lunes que un jueves, o el primer día de la primavera y no el “un miércoles del mes de marzo” (aunque sea el mismo día). El cómo se enmarca ese hito temporal también cuenta. El mundo de la publicidad y las compañías en general podrían apelar a este “efecto del nuevo comienzo” y conectar mejor con sus clientes. Cada audiencia tendrá sus propios días más significativos. Quizá es un error gastar el grueso del presupuesto de publicidad de los planes de pensiones en diciembre si, de acuerdo a esta teoría, la gente tiene mayor probabilidad de plantearse empezar a ahorrar más al inicio del año…
¿Dónde está el truco?
Glotonería versus aspiraciones
Llegados a este punto es posible que algunos encuentren del todo lógico que la gente se plantee adelgazar o vaya más al gimnasio tras la Navidad o después de un puente. No hay hito temporal que supere al arrepentimiento glotón. Dai, Milkman y Riss insisten en que lo que nos lleva a cambiar son motivos aspiracionales. Puede que en vacaciones nos relajemos y cometamos excesos, pero los lunes volvemos a reafirmarnos en nuestros objetivos. Además, no explicaría por qué existe “el efecto del nuevo comienzo” tras nuestro cumpleaños. Otra explicación podría ser que las personas necesitamos tiempo, planificación y energía para marcarnos metas y por eso esperamos a las vacaciones para poder realizar todo ese proceso mental. Además, las fechas marcadas solo funcionan para cambios aspiracionales. Poner la lavadora es una de las tareas que muchas personas reconocían aplazar habitualmente, en otro pequeño estudio. No encontraron evidencia de que la gente hiciera más la colada durante los lunes o después de un cumpleaños.
Los investigadores destacan que estaría bien saber cómo influye en “el efecto del nuevo comienzo” hitos temporales asociados a emociones negativas, como el duelo o el estrés. También queda por explorar el efecto que tienen las redes sociales en nuestro compromiso.
Los días que sentimos como diferentes en el calendario generan una discontinuidad en nuestra percepción del tiempo. Nos distanciamos de nuestro yo procastinador del pasado y sentimos que partimos de una hoja en blanco. Además días marcados nos sacan de nuestro modo piloto automático para ver nuestra vida en términos más generales. “El efecto del nuevo comienzo desencadena estos procesos mentales y nos estimula a perseguir nuestras ambiciones”, sostienen los investigadores.
“La gente tiende a menospreciar y a atribuir sus errores previos a su yo distante del pasado. Lo que sostenemos es que al relegar las imperfecciones previas a nuestra personalidad del pasado, se genera la sensación de que nuestro yo presente es un ser superior y los hitos temporales pueden alterar las decisiones de la gente”.
Curiosamente, la llegada a una nueva década es un buen ejemplo. Es más probable correr la primera maratón con 29, 39 o 49 años. De hecho se han analizado carreras y en algunos casos las edades terminadas en 9 representaban la mitad de los corredores noveles.
Los tres experimentos
Para demostrar su teoría, Dai, Milkman y Riis, analizaron las búsquedas del término “dieta” en Google para ver si realmente las cifras se disparaban coincidiendo con hitos temporales. A ver, ¿quién se plantea ponerse a régimen un jueves por la tarde?
“Los resultados demostraron que el interés es más elevado al inicio de la semana y que va decayendo conforme avanzan los días. El volumen de búsquedas decrece con el año y se observan picos de interés tras días festivos”.
Concretamente, el interés por el término “dieta” aumentó al inicio de la semana (un 14%), al principio del mes (un 3,7%) y el día de año nuevo (un 82%).
Vale, una cosa es buscar cómo perder peso y otra es empezar a alimentarse a base de lechuga. Los hitos temporales ¿cambian realmente nuestros hábitos?
El segundo experimento analizó precisamente esta cuestión analizando el patrón de comportamiento y la frecuencia de asistencia al gimnasio de estudiantes universitarios durante más de un año. Tal y como ocurría en el caso anterior, la gente iba más al gimnasio los lunes (un 33% más), al inicio de mes (un 14% más ), del año (11,6% más) y sobre todo al comienzo del semestre (un 47% más). En este caso también se analizó el papel que jugaba el cumpleaños de cada uno (un 7,5% visitas más al gimnasio).
Para el tercer experimento recurrieron a la página de contratos de compromiso StickK. El profesor Dean Karlan, entre otros, creó esta web a raíz de su experiencia personal con las dietas. En StickK la gente se compromete públicamente a algo. Cada uno fija su reto y la lista es de lo más variopinta:
- Limpiar el suelo de la cocina
- Beber agua
- No ver porno en el trabajo
- No hablar despacio a los extranjeros
Son algunos de los casos reales de compromisos personales. Esta web funciona como un empujoncito (también conocido como nudge, otro invento de Thaler). En StickK aseguran que la gente tiene tres veces más probabilidad de conseguir su objetivo si se compromete públicamente.
Tras analizar 43.000 usuarios durante dos años y medio, los resultados indicaron que la gente acudía a StickK a anunciar sus buenos propósitos al inicio de una semana, un mes, un año o justo después de su cumpleaños.
No me extiendo más porque me pierdo la clase de crossfit. Son testigos. Dos veces a la semana.
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