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Esta ‘startup’ española de salud, estrella en Silicon Valley

La española WeFitter, que quiere empleados más sanos, está entre las escogidas de la aceleradora 500 Startups

Empleados más sanos, más felices y más productivos. Esa es la promesa que WeFitter acaba de lanzar en Silicon Valley. La startup de Carlos Rodès (Barcelona, 1982) y Roger del Sol (Barcelona, 1982) acaba de presentar en uno de los lugares más deseados del mundo tecnológico. Han formado parte del último batch, como llaman en el argot a las hornadas, de 500 Startups, el programa de aceleración que compite con Y Combinator. Mientras que este último es más selecto, el de 500 busca emprendedores de todo el mundo para hacer las cosas al estilo de este especial rincón en la orilla del Pacífico.

Ambos consideran que tenían alma de emprendedores. Rodès, además, sentía que le costaba llevar una vida activa. Se esforzaba en ello pero no encontraba incentivos suficientes. Fue así como decidió hacer un primer prototipo de su startup. En 2014 comenzaron a crear un sistema que compense a aquellos empleados que corran, practiquen deporte o lleven un estilo saludable. Comenzaron con el foco puesto en el consumidor y se dieron cuenta de que podrían tener mucho más impacto si se centraban en las empresas.

“Nos dimos cuenta de que las aseguradoras de salud tenían interés en ello. Contar con empleados saludables reduce el coste de las bajas, aumenta la productividad y permite crear una nueva valoración de las pólizas. Para el empleado ofrecemos incentivos, lúdicos, para que se sientan reconocidos por cuidarse”, explica el cofundador.

Roger del Sol durante el ensayo general del Demoday.
Roger del Sol durante el ensayo general del Demoday.R. J. C.

Tras un paso por Italia, donde estuvieron bajo la sombra de TechnoGym, el gigante del fitness, y consiguieron 260.000 dólares de inversión cuando tenían 3.000 clientes. El año pasado consiguieron una facturación de 100.000 dólares. Desde entonces han registrado un crecimiento del 22%.

El paso por este codiciado programa les ha cambiado la forma de pensar: “Aprendes de los mejores. Se centran en tener tracción y en escalar. Los mentores y la red que se general es brutal”. Entre sus clientes ya cuentan con el gigante de la salud Sanitas, Heineken o AstraZeneca.

El funcionamiento es a través de una API (una pasarela que sirve para conectar su servicio con el de terceros) compatible con Apple Health Kit, Strava, Garmin, Fitbit, Nike + o Runtastic. En total superan las 20 integraciones, con las aplicaciones más populares.

Si hace unos años se popularizó un término en las empresas, el BYOD (siglas en inglés de ‘trae tu propio aparato’) para permitir que los empleados trabajasen con su móvil o tableta preferido, ellos quieren hacer lo mismo con los medidores de actividad física. “Que elijan el que quieran o el que ya usaban antes es la mejor idea”, explican, “después reciben tarjetas de Amazon, Netflix, vales de compra o experiencias al aire libre. Según se decida en la empresa. También se contempla la entrega de material deportivo o de aportaciones para el bien social. 

Este martes ha sido su último día en Mountain View. Tras tres meses de aceleración y una notable participación en el Demoday, el equivalente al acto de graduación, pero centrado en seducir a los inversores potenciales, emprenden el viaje de vuelta a Barcelona. Allí les espera el resto del equipo, ocho personas en total. Con una valoración de cuatro millones de dólares, piensan abrir sede en Irlanda y comenzar a operar en el mercado finlandés.

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