González apuesta por una educación humanística para afrontar el reto digital
"Al final no se trata del canal que uses, sino de lo que comuniques”, ha sentenciado el expresidente del Gobierno en la clausura del evento Futuro Digital.
Felipe González ha hecho este miércoles una defensa de la formación humanística para afrontar los grandes retos a los que se enfrenta la economía española en un entorno de transformación digital. “Nos sentimos desestructurados como seres humanos”, ha resaltado antes de asegurar que la educación, “de primaria a la universitaria”, es la base sobre la que se construye la revolución digital. El expresidente del Gobierno ha clausurado el evento Futuro Digital, organizado por EL PAÍS Retina, haciendo una defensa del conocimiento de la condición humana. “Solo nos va a dar certidumbre volver a recobrar una cierta pasión por la formación humanística”, ha considerado durante su intervención, en la que ha mostrado un gran interés por el papel de la educación en este ámbito. “La pasión por la especialización tecnológica será más frágil y menos eficiente si no nos preocupamos de la condición humana”, ha añadido.
González ha defendido durante su intervención que los profesores, por especializados que estén, deben recuperar las tareas de magisterio, sobre las que en los últimos años no hay tanto reconocimiento. “Parece que preferimos que nos llamen profesores a maestros, cuando quizá debería ser al revés”, ha puntualizado. También ha insistido en que hay que entrenar a la gente para que sepa utilizar el conocimiento que recibe como algo que añada valor. “Mis nietos se comunican a través de las herramientas digitales. Yo soy una persona completamente analógica, así que tengo que coger mi viejo lenguaje y traducirlo al de los nuevos soportes. Al final no se trata del canal que uses, sino de lo que comuniques”, ha sentenciado.
De ahí, sostiene, que la educación sea más importante, si cabe, en la revolución digital que “está detrás de esa cosa a la que llaman globalización”. Esa ha sido una de las obsesiones de González durante toda su carrera. “A veces me preguntan que si tuviera que llevar a cabo una ley educativa como la de 1984, la haría igual. ¿Cómo vamos a hacer algo igual con todo el tiempo que ha pasado?”, se ha preguntado ante la audiencia.
- Más allá del conocimiento
No basta con que el sistema educativo se ocupe de transferir conocimientos a los alumnos. González ha hablado de la necesidad de poder ofrecer, a la hora de buscar un empleo, que se puedan aplicar los conocimientos de un título de forma práctica, como se hace en los países anglosajones. En su opinión, esa es una de las asignaturas pendientes de los sistemas educativos. “En 1988 me hicieron una huelga general por introducir el modelo de formación empresarial que ya aplicaba la Alemania Federal del canciller Helmut Kohl, a quien acabamos de enterrar”, ha ilustrado lamentando que casi 30 años después esta cuestión siga sin estar resuelta.
El expresidente socialista se ha mostrado seguro de que “la enfermedad de la titulitis” también quedará atrás por la “velocidad de crucero de los cambios tecnológicos”. “El homo tecnológico va a cambiar con la tecnología, pero el ser humano va a seguir siendo Shakespeare”, ha subrayado tras contar, como anécdota, que conoció a un asesor de programadores informáticos que cobraba 2.000 dólares la hora y cuya formación era esencialmente literaria.
“Hay gente que reacciona contra el fenómeno porque temen el fenómeno y alimentando los miedos. También están los de la exaltación, que creen que la tecnología nos va a resolver absolutamente todos los problemas. Tenemos que introducir elementos de gobernanza de este proceso, y eso para nuestros sistemas educativos es fundamental”, ha considerado durante su intervención. Y ahí es donde cobra especial interés tener una cierta formación en humanidades. “Si somos capaces de aproximarnos a la condición humana, la desconcertante velocidad de los cambios tecnológicos será menos abrumadora”.
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