Empresas y ONG, una colaboración necesaria y creciente

Vivimos un momento de enormes retos como sociedad. La desigualdad, el cambio climático, la revolución tecnológica, la salud mental, una mayor polarización, la desinformación, las crisis migratorias. Y acontecimientos recientes, como la pandemia o la guerra de Ucrania, lo han intensificado todo.

En contextos tan desafiantes se hace más evidente que nunca la necesidad de trabajar juntos: empresas, gobiernos, instituciones públicas y por supuesto, el tercer sector, las ONG. Colaborando todos es como mejor podemos identificar lo que sucede a nuestro alrededor, escuchar y responder a las necesidades de los colectivos en situación de vulnerabilidad y contribuir a un crecimiento más inclusivo.

Las empresas tenemos la capacidad de impactar en la vida de millones de personas. En nuestros empleados, en nuestros clientes, en nuestros accionistas. Y gracias a la colaboración con las ONG podemos, además, llegar a millones de personas en riesgo de exclusión.

Las ONG desempeñan un papel clave. Por la atención que presta a los colectivos más vulnerables, pero también porque vertebran y facilitan la participación de otras personas y empresas que también quieren prestar su apoyo. Son una enorme red y llegan a donde otros para dar una respuesta profesional a las necesidades más acuciantes de los que lo pasan peor. Son las ONG las que actúan “sobre el terreno”, utilizando su jerga.

Estas organizaciones nos abren los ojos a realidades a veces invisibles. Gracias a las entidades sociales sin ánimo de lucro tenemos visibilidad de muchas de las necesidades que hay en nuestra sociedad y que de otra forma pasarían desapercibidas: enfermedades raras que carecen de fondos, brechas educativas, personas sin hogar, desplazados… Y no solo actúan en situaciones de crisis o de emergencia, sino que también abordan las causas que subyacen a la vulnerabilidad y buscan soluciones que permitan generar cambios.

La relevancia de las ONG es indiscutible. Además, es un sector que, en los últimos años, ha avanzado mucho en aspectos claves como la profesionalidad, la eficiencia, la innovación o la transparencia.

En Banco Santander, somos muy conscientes del importante rol de las entidades sociales en las comunidades en las que operamos. Por ello, en todos los países en los que actuamos contamos con programas en colaboración con las ONG. Es el caso del programa Euros de tu Nómina, nuestra iniciativa solidaria más emblemática en España, a través de la cual, en sus 16 años de historia, gracias a las aportaciones de los empleados y el Banco, hemos apoyado a cerca de 150 ONG. Otros países también tienen importantes iniciativas de colaboración con ONG, como en caso del Fideicomiso de los niños de México, o el programa Amigo do Valor en Brasil.

El establecimiento de alianzas con las entidades sociales es imprescindible para reducir las brechas existentes en nuestra sociedad. Y la colaboración no es solo económica, también desarrollamos otro tipo de iniciativas como el voluntariado, que cada vez va tomando mayor peso en el banco. Especialmente interesante es el voluntariado probono o profesional donde los empleados ponemos a disposición de las ONG nuestro conocimiento técnico y nuestra experiencia.

Como banco, somos especialmente activos como en ámbito de la educación financiera, donde contamos con numerosas iniciativas de voluntariado para promover una mejor comprensión de conceptos financieros básicos y contribuir a una mejor toma de decisiones. En España, por ejemplo, tenemos el programa Finanzas para mortales e impartimos formación a niños, mayores, personas privadas de libertad. En otros países también hay iniciativas similares, como es el caso de Sano de Lucas en Chile.

Las ONG son un potente agente transformador de la sociedad. También lo somos las empresas. Es esencial trabajar juntos para atender los retos a los que nos enfrentamos como sociedad, multiplicar el impacto y contribuir a un mundo mejor para todos.

María Ruiz-Moyano es directora de Acción Social de Banco Santander.