Dolores Delgado toma posesión como fiscal y prepara su equipo
El expresidente de la Unión Progresista de Fiscales dirigirá el departamento clave
Dolores Delgado ya es fiscal general del Estado. La exministra de Justicia ha tomado posesión este miércoles en el Tribunal Supremo tras prometer su cargo ante el Rey esta mañana en el Palacio de la Zarzuela. En el acto en el acto tribunal Delgado ha sido apadrinada por un antecesor en su cargo, Cándido Conde-Pumpido, ahora magistrado del Tribunal Constitucional. A la ceremonia, que ha estado presidida por el presidente del tribunal y del Consejo General del Poder Judicial, Caros Lesmes, han asistido los principales miembros de la cúpula judicial y fiscal, así como el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, y la presidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega.
Con la toma de posesión, un acto solemne de apenas cinco minutos en el que no hay discursos, terminan los trámites preceptivos para que el nombre propuesto por el Gobierno para dirigir la Fiscalía General ocupe formalmente el cargo. Desde que el ejecutivo difundió su nombre a principios de enero, Delgado se ha sometido a trámites obligatorios aunque no vinculantes: el examen de idoneidad del Consejo General del Estado (con 12 votos a favor y 7 en contra, una división que no se daba desde la elección de otro exministro, Javier Moscoso, en 1986) y la comparecencia ante la Comisión de Justicia del Congreso. Delgado, según ha recordado ella misma tras el acto en conversación con los periodistas, llega a la Fiscalía General justo el día que se cumplen 30 años de que tomó posesión como fiscal en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
El pase directo de Delgado desde el Ministerio de Justicia a la Fiscalía General fue recibida con reticencias (en algunos casos, fuertes críticas) por gran parte de la carrera. Pero la exministra ha estado arropada este miércoles por la cúpula judicial y fiscal, entre ellos cuatro exfiscales generales (además de Conde-Pumpido, Consuelo Madrigal, Julián Sánchez Melgar y María José Segarra).
Delgado tiene ya decididos los primeros nombramientos. El más importante, según fuentes consultadas, se refiere a la jefatura de la secretaría técnica, que será ocupada por Álvaro García Ortiz, expresidente de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), la asociación de Delgado. García Ortiz, que será ahora la mano derecha de la Fiscal General, participó en el equipo jurídico que afrontó la crisis del Prestige con la hoy jefa de la Abogacía General, Consuelo Castro. La fiscal mantendrá como teniente fiscal del Supremo a Luis Navajas hasta su jubilación, el próximo diciembre. El cargo de teniente fiscal equivale al número dos de la carrera y se ejerce por períodos de cinco años. Navajas terminó su mandato en diciembre, y hubiera podido ser sustituido de forma inmediata, pero Delgado ha preferido seguir contando con él.
Por otra parte, se da por hecho el nombramiento de Esmeralda Rasillo como fiscal de Inspección. El puesto tiene la máxima categoría, como fiscal de Sala. Rasillo ha sido directora general de Relaciones con la Administración de Justicia en el equipo de Delgado en Justicia.
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