Maixabel Lasa se da de baja del PSE tras ser expedientada por apoyar a Txema Urkijo, de Más País

Maixabel Lasa, exdirectora del Gobierno Vasco para la Atención de las Víctimas del Terrorismo, se ha dado de baja del PSE-EE después de que este partido le comunicara por burofax la apertura de un “expediente de expulsión provisional” al entender que había apoyado al candidato de Más País por Bizkaia, Txema Urkijo, en las elecciones del 10N. “También estuve con Txema cuando le cesaron en el Gobierno vasco, vivimos mucho juntos”, recuerda Lasa.

Más información

El cese de Urkijo obliga a Urkullu a clarificar su política con las víctimas

Lasa, viuda del exgobernador civil de Gipuzkoa Juan Mari Jáuregui, asesinado por ETA en 2000, ha explicado que no apoyaba al partido sino a la persona, como también lo hizo cuando el lehendakari, Íñigo Urkullu le cesó para poner al frente del departamento de víctimas a Jonan Fernández. “Saben que tengo una larga relación con Txema Urkijo”, ha asegurado, dejando muy claro que se va en silencio sin querer polemizar más. Tampoco quiere echar más leña al fuego Urkijo, quien lamenta que los partidos políticos, en este caso los socialistas vascos, tengan cauces tan estrechos para aclarar una situación que tiene que ver casi de manera exclusiva con el ámbito personal.

Maixabel Lasa y Urkijo compartieron años muy difíciles para lograr el respeto de todas las víctimas. Lasa, comenzó con esa responsabilidad en diciembre de 2001 y su nombramiento fue recibido por todas fuerzas políticas y colectivos de afectados con sumo respeto, pero con muchas incógnitas ya que su trabajo para reconducir la dirección de ese departamento tras el Pacto de Lizarra y la ruptura de la tregua de ETA en 1999 le pusieron en el ojo del huracán. Junto a Txema Urkijo se mantuvieron durante los años de Juan José Ibarretxe al frente del Ejecutivo autonómico, una etapa difícil en la que se tuvieron que ganar la confianza de las víctimas a pulso, en medio de enfrentamientos con el departamento de Justicia que lideraba el miembro de EA, Joseba Azkarraga y en un contexto del plan soberanista de Ibarretxe.

Ese nexo, y la inauguración de una nueva etapa en las políticas de reinserción y de restauración entre víctimas y asesinos que ofreció muy buenos resultados, forjó una unión personal que Lasa lamenta que se haya confundido con un apoyo político. “Lo volvería a hacer”, ha dicho este jueves. Adonde no está dispuesta siquiera a considerar volver es al PSE-EE si se lo pidieran. Maixabel Lasa se afilió al PSE junto a su marido en los años 80. “Esto es un jarro de agua fría, no tengo edad para estas tonterías”, ha afirmado Lasa, tras señalar que se queda “muy triste por lo que ha ocurrido y cómo ha ocurrido”.

La destitución de Txema Urkijo en 2014 en favor de Jonan Fernández, dentro del área de Paz y Convivencia, fue otro de esos momentos en los que Lasa, que se había marchado del Gobierno vasco dos años antes, arropó a su amigo. Una destitución, que puso en guardia a las asociaciones de víctimas y a los partidos de la oposición. Urkullu no perdió la confianza de las víctimas, pero la ausencia de Urkijo le complicó la gestión de uno de los tres pilares sobre los que construyó las bases de su mandato. En aquellas fechas Lasa dijo que sin Urkijo, las víctimas se quedaban huérfanas. Durante su gestión, Urkijo, que permaneció en el Gobierno más allá de Maixabel Lasa, desempeñó un papel preponderante en el impulso de la vía Nanclares de reinserción de presos de ETA.