Interior eleva a un millar los agentes enviados a Cataluña ante la sentencia del ‘procés’
El centro de coordinación policial estará operativo desde el momento en el que se dicte el fallo
El Ministerio del Interior ha elevado a un millar los agentes enviados a Cataluña para hacer frente a la reacción de la sentencia del juicio del procés, según fuentes policiales. El ministerio no confirma ninguna cifra concreta. La principal preocupación de los agentes son las infraestructuras de movilidad, como el AVE, los puertos y los aeropuertos, cuya seguridad será reforzada en toda la comunidad. Los tres cuerpos policiales trabajarán en un único centro de coordinación.
El refuerzo policial no tiene fecha de finalización. Los agentes de apoyo de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, ambos en la misma proporción, tiene una fecha inicial de regreso fijada en el 18 de octubre. Pero según evolucione la situación, podría alargarse su estancia en Cataluña, según fuentes policiales.
De la misma manera, el centro de coordinación policial estará operativo desde el momento en el que se dicte la sentencia. La intención es que permanezca en funcionamiento durante el día y durante la noche, mientras los servicios de información consideren que existe un riesgo de que se colapsen las infraestructuras básicas. Allí, todos los cuerpos policiales —como ya se hizo en el Consejo de Ministros celebrado en diciembre pasado en Barcelona— podrán seguir los acontecimientos en las calles catalanas.
Los más altos mandos de los Mossos, de la Guardia Civil y de la Policía Nacional se han reunido en dos ocasiones para definir el operativo, que está condicionado por las acciones que lleven a cabo los ciudadanos. Este martes se llevó a cabo el último de estos encuentros al más alto nivel en la comisaría de Les Corts de Barcelona, aunque siguen vivas las reuniones más técnico-operativas. Los especialistas reparten las funciones de un dispositivo que será coordinado por los Mossos d’Esquadra, el cuerpo policial competente en materia de orden público.
Los Mossos d’Esquadra serán la policía visible en la calle, como ocurrió durante el Consejo de Ministros. Se encargarán de los cordones policiales externos en los lugares más delicados. Todos los agentes de orden público —la Brigada Móvil (Brimo) y el Área Regional de Recursos Operativos (ARRO)— serán movilizados en el momento en el que se haga pública la sentencia. En total, unos 1.400 mossos, que contarán además con el apoyo del millar de policías y guardias civiles. Los cuerpos estatales custodiarán los edificios del Gobierno central y colaborarán también en la protección de las líneas de alta velocidad, de los puertos catalanes y también de los aeropuertos. Serán un segundo refuerzo, desde dentro, en el caso de que los mossos se vean desbordados en algún momento.
En las mesas de coordinación policial se habla de un escenario de “parón de país”, una especie de huelga general como las que ya se vivieron tras el 1 de octubre, donde las acciones ciudadanas buscan colapsar el tráfico y desbordar la capacidad de respuesta de los agentes.
En esta ocasión, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha convocado también las conocidas como marchas de la libertad: cinco columnas que parten desde distintos puntos de Cataluña con el objetivo de recorrer 100 kilómetros en tres días. La pieza clave para este tipo de acción son los estudiantes, que ya han convocado una huelga. Ellos son los que tienen más tiempo y más capacidad para poder movilizarse durante tres días y llenar las calles. La plataforma bautizada como Tsunami Democrático está centralizando las convocatorias a través de las redes sociales.
Fuentes policiales insisten en que las caminatas no son la principal amenaza tras la sentencia del procés, sino el intento de colapso de las estructuras de movilidad. “Dependerá de la capacidad de movilización que logren”, explican, y no descartan que la gestión de las distintas marchas pueda abordarse desde la división de tráfico de los Mossos d’Esquadra.
Los diversos cuerpos manejan un escenario de riesgo medio, explican fuentes policiales, que admiten que pueden producirse acciones sorpresa. El consejero del Interior catalán, Miquel Buch, aseguró que los Mossos están preparados para “resolver cualquier escenario”. “Todos somos conscientes de la complejidad de la etapa y de que en los próximos días podría incrementarse más”, dijo Buch a los 380 agentes que este martes se incorporaron a Barcelona. E insistió en que los Mossos actuarán como policía de seguridad y judicial para garantizar los derechos y libertades y la “convivencia pacífica”.
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